Las elecciones a rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria tuvieron lugar ayer. No pareció haber mucha dispersión de opiniones para decantarse por uno de los dos candidatos, Lluis Serra y Rafael Robaina. Las mesas electorales se repartieron entre las distintas facultades, desde Arquitectura, Ingeniería Industrial o Telecomunicaciones a Derecho, Empresariales o Humanidades. No aparecieron problemas de colas en las votaciones que se efectuaron por la mañana en el campus de Tafira. Los alumnos fueron acudiendo progresivamente, con una participación bastante aceptable, pese a que muchos no han de asistir a las clases presenciales y podían haber evitado pronunciarse. El profesorado también se manifestó para entregar su papeleta. Estos últimos no desvelaron su voto, pero sí emitieron opiniones diversas. Algunos estudiantes, en cambio, no tuvieron problema en decidirse por uno de los oponentes, mayoritariamente por Rafael Robaina, que, finalmente, no obtuvo la mayoría.
La Facultad de Arquitectura, con clases presenciales, reunió a un variado grupo de alumnos que iban acudiendo a las urnas progresivamente, entre ellos Nerea Godoy, de 20 años, quien destacó su interés por las aportaciones de Robaina. “Sus propuestas me parecieron mucho mejores que las de Serra. Leí el programa electoral de ambos y tuve clara mi decisión. El actual decano tiene muy en cuenta a los estudiantes”. Con relación a la universidad en su conjunto, “me parece importante una mayor organización en cuanto a las asignaturas. El trabajo se nos complica al contar, justamente, con demasiados trabajos en cada una”. Sin embargo, considera que el profesorado imparte las clases correctamente.
Sánchez dice que “hay que revisar las asfixiantes normas de progreso y permanencia”
Miguel Montelongo, también de 20 años, eligió de nuevo, al actual rector de la ULPGC. “Su programa es mucho más amplio que el de Serra y viene mucho más detallado en cuanto a los sectores a mejorar. Para la Escuela de Arquitectura ha propuesto cómo suplir ciertas carencias, tales como la señal ética, el mayor empleo de aulas que están infrautilizadas y otorgar un valor nuevo a ciertos locales. En cuanto al trabajo de fin de grado, se ha enfocado en este punto que para nosotros es importante, ya que hemos tenido, incluso manifestaciones al respecto. Además, es un hombre que ya conoce bien la universidad por su mandato desde hace años. De Lluis Serra sé que quería tener bastante en cuenta la opinión de la gente, pero lo considero algo ambiguo en ciertos aspectos y no especifica cómo pretende conseguir sus objetivos”.
Estefanía Mejías, de 21 años, opina como su compañero Miguel. “El programa de Rafael Robaina es más detallado que el del otro candidato y ofrece muchas más propuestas para la Escuela. Aporta una solución para el proyecto de fin de grado. La gente que comenzó este año no pudo tener profesores, tutores ni temas asignados, entre otros aspectos que no estaban resueltos”. “Mejoraría las instalaciones globales de todo el campus”. Por otra parte, destacó que “el profesorado tiene buena formación, pero se solapan entre sí. Los alumnos hemos de sacrificar ciertas asignaturas para poder abarcar los trabajos que nos mandan unos y otros, es decir, no podemos respetar ciertas materias para así lograr aprobar otras”.
Gerardo Herrera, representante de los alumnos de Arquitectura, de 22 años, votó “a la candidatura que puede hacer más por los estudiantes. Dicho candidato nos ha hecho feedback de las propuestas que hemos planteado emitiendo su opinión y confirmando las que son posibles o no y lo que pueden intentar conseguir. He elegido al que se compromete realmente con los alumnos, el que ha sido sincero y no te dice que sí a cosas imposibles. Por ejemplo, un tema que se puede lograr es mejorar las infraestructuras en el campus. Aumentar también globalmente el profesorado porque hay escasez. Por otro lado, se van a revisar las normas de progreso y permanencia porque ahora existen algunas muy restrictivas en tema de convocatorias, matrículas, etc… Me parece importante, asimismo, relacionar más los distintos campus entre sí”.
Los estudiantes se preocupan por las matrículas y el fomento del deporte y la cultura
Alba Sánchez, de 21 años, lo tiene claro. “Considero que ambos candidatos van a acometer un trabajo deficiente por múltiples razones, por ejemplo, pienso que el cambio debe pasar por los alumnos. Necesitamos un porcentaje mayor, ya que aglutinamos solo un 26% de las votaciones que se realizan en claustros y ahora, en estas elecciones, habrá el mismo porcentaje de elección con respecto al 52% de los profesores. Al final, no estamos en igualdad de condiciones para votar y tener la sartén por el mango en las discusiones o debates”.
Sánchez resalta, en otro orden de cosas, que la Escuela carece de un plan de evacuación “cuando hay goteras, el edificio está deteriorado y en cualquier momento puede haber un derrumbe”. Por otra parte, “hace falta una renovación de profesorado. En nuestra facultad se han jubilado tres, más otros tantos que están de baja. No se han cubierto plazas y la edad media es demasiado elevada, lo cual hace imposible manejarse bien en determinados temas, como ocurre en las clases online, porque el propio profesorado no sabe emplear este sistema”. “Se han de revisar las normas de progreso y permanencia porque son de las más restrictivas del país, por lo que hay una gran tasa de abandono y condiciones asfixiantes que hacen imposible trabajar y estudiar al mismo tiempo”. La joven enfatizó que “se debería potenciar más el diálogo con la sociedad” lo que no está sucediendo porque “los trabajos no se publicitan correctamente ni están bien orientados”. “Se debería fomentar más la cultura. En muchos momentos, queremos ir a una charla o exposición y no podemos a causa de las mencionadas normas de progreso y permanencia que nos impiden salir del aula”.
Pedro Hernández destaca que “se debe mejorar en investigación y en proyección social”
Manuel Montesdeoca, director del departamento de Construcción Arquitectónica, señaló que los programas de ambos candidatos son muy similares. “La universidad tiene problemas estructurales, tales como el envejecimiento del profesorado, la falta de recursos económicos necesarios para mantener una plantilla estable del mismo, falta de recursos para la investigación y, en los últimos años, una disminución del estudiantado. Ambos candidatos persiguen, pienso, un impulso para estabilizar y renovar el profesorado. Hay que tener en cuenta también, que los nuevos que se están incorporando tienen una edad media de, entre 42 y 47 años, porque se exigen unos requisitos tan altos que impiden presentarse a dar clases siendo más joven”.
A medio plazo, remarcó Montesdeoca, para la mejora de la universidad hay un reto importante que es “el I+D+i y la investigación. Es fundamental la docencia, pero con esta pandemia nos hemos dado cuenta que hay que dotar al país de fuentes de investigación y cerebros que emanen de las universidades y no huyan a otras naciones. La vacuna que procede del CSIC llegará tarde, cuando casi toda la población esté casi inmunizada, y es por la falta de recursos. Además, los investigadores son profesores ya jubilados. Se precisan recursos públicos y privados que permitan que la investigación y docencia adquieran un nivel superior al actual”. “Ambas candidaturas se plantean estos retos, aparte de la modernización estructural y la captación de alumnos”.
Los votantes demandan que los programas se cumplan desde el principio
Elsa Macías es titular de universidad en el área de Telecomunicaciones. “Ambas candidaturas aportan aspectos positivos porque apuestan por la ULPGC. El vencedor tiene un buen trabajo por hacer en adelante ya que la institución necesita cambios, que a veces serán mejores y otras peores, pero siempre con la opción de dar marcha atrás si es necesario. Nos debemos a la sociedad y ello requiere avanzar, tanto desde el punto del alumnado como de la investigación o la gestión. Un ejemplo del cambio son las actuales clases online”.
Raúl Miranda, de 18 años, cursa primero de Electrónica Industrial y Automática en la Facultad de Ingeniería Industrial. “Hace unos años el precio de las matrículas era más elevado, pero actualmente, con este rector, ha disminuido”. Sobre el rector saliente, señaló que “es una persona que fomenta mucho el deporte, lo que me parece muy importante para los jóvenes”. “Me siento contento con el funcionamiento de la universidad hasta el momento, al haber tenido todas las clases presenciales a pesar de la Covid. Sí solicitaría más prácticas, pero también entiendo que como estoy estudiando el primer curso todo sea teórico”.
Pedro Hernández es profesor de la Escuela de Ingeniería, en concreto del departamento de Ingeniería Mecánica. “El candidato elegido debe continuar con las mejoras que se han hecho hasta ahora. No es un momento, además, para que se produzca una ruptura drástica de lo que se estaba haciendo porque las circunstancias no son las más adecuadas. Obviamente, sí hay que optimizar aspectos, tanto en el ámbito de la docencia, como en el de la investigación y en el de la proyección social de la ULPGC. En líneas generales la gestión ha sido satisfactoria, de todos modos”. “En el ámbito de ingeniería hay que modernizar y actualizar a nivel de infraestructuras ciertos aspectos que se están abordando ya y sobre los que se precisa profundizar”.
Gerardo Herrera ha elegido “al que realmente se compromete y ha sido sincero”
Alberto Vega, de 19 años, cursa el segundo curso de ADE y Derecho. “He votado a Robaina porque tiene experiencia como rector y un programa más consistente y blindado que Serra quien promete cosas cuya gestión desconoce. Robaina se enfoca más a la renovación del profesorado, que es necesaria. A veces nos vemos sin docentes porque muchos se jubilan. Ana Hernández estudia la misma carrera que Vega y prefiere al actual rector. “Serra promete mucho, por ejemplo, la renovación del personal de Ciencias Jurídicas y el cambio de las clases magistrales, pero no tenemos muy claro que cumpla el programa. Además, en el debate que hubo lo vimos flojo”.
