Un niño gijonés de 11 años permanece ingresado en la UCI pediátrica del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias) tras presentar una importante reacción inflamatoria. Los médicos sospechan que se trata de una secuela del coronavirus porque, aunque presenta anticuerpos en sangre, no hay ninguna otra infección que pueda explicar sus dolencias.

Según han explicado algunos facultativos al diario La Nueva España, se trata de una complicación “muy poco frecuente”.

El pequeño fue trasladado desde Gijón hasta el HUCA el sábado de manera preventiva. De momento, su estado no es excesivamente grave, permanece estable y no ha sido necesaria su intubación. Su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos responde a la decisión de los sanitarios de controlar más de cerca su evolución para poder actuar de manera rápida en caso de que haya alguna evolución.

Su caso, además, es muy similar al de otro niño, de 12 años y también de Gijón, que falleció a comienzos de año a causa de una reacción inflamatoria que también se vinculó a las secuelas dejadas por el COVID-19. Además, el pasado mes de febrero, un sanitario asturiano fallecía también tras haber superado el coronavirus meses antes.