Dos mujeres que son el presente y el futuro de la sociedad. Sobre ello hablan Eva Serrano, presidenta de la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid (ASEME) y Alicia Fonseca, psicóloga.

Para las mujeres, el emprendimiento es una herramienta clave en su incorporación al mercado laboral. Tal y como indica Eva Serrano, en España hay dos tipos de emprendedoras, las más jóvenes que han nacido sabiendo que tienen la opción de trabajar por cuenta propia y que muchas de ellas se están volcando en la creación de 'startups'. Y el otro modelo cuyo origen viene de la pasada crisis de 2008, en la que mujeres por encima de los 40 años tuvieron que reinventarse para incorporarse de nuevo plenamente en el mercado laboral

Techo de cemento

En la actualidad y a falta de ver los efectos devastadores de la Covid-19, según el último Informe Mundial GEM, España encabeza la paridad de emprendimiento en Europa, con 9 mujeres emprendedoras por cada 10 hombres. Son mujeres que “deciden asumir la responsabilidad de su vida” subraya Serrano. “Somos empáticas a la hora de trabajar en equipo lo que genera un flujo positivo de ambiente de trabajo, conservadoras en la toma de decisiones, pero al mismo tiempo creativas por este ADN que tenemos de cuidadoras que nos hace saber improvisar”, y destaca como grandes fortalezas la constancia y el temple ante las adversidades. Sin embargo, la presidenta de ASEME ve como una importante dificultad ese “techo de cemento” que muchas mujeres se imponen a sí mismas, esa falta de confianza que a veces tienen y que no se da entre los hombres. “No debemos tener miedo en contar nuestras capacidades”.

Con los años se ha conseguido un marco jurídico internacional y nacional que protege la igualdad de género en el ámbito laboral. Sigue habiendo desigualdades, pero desde el 1975, Año de la mujer, en España se han hecho grandes conquistas, y hay que poner en valor lo que se ha conseguido en poco tiempo, comenta Serrano. Además, “la crisis de la Covid-19 nos ha dado la oportunidad de negociar con nuestras parejas cómo llevar a cabo la corresponsabilidad de las tareas de casa”, es decir, el reparto de tareas.

Esa misma crisis sanitaria que ha provocado un entorno de incertidumbre, también ha descubierto nuevas oportunidades para muchas emprendedoras, que una vez más, se han reinventado. “Lo último que debemos perder es la actitud positiva e intentar mantener la unión y la solidaridad” resalta Serrano. Abogada de profesión se declara progresista y feminista, y cree que es positivo celebrar y dar visibilidad al feminismo sin politizarlo y sin excluir a los hombres. “El talento no entiende de géneros”. 

A las nuevas generaciones de mujeres, que ya están dando sus primeros pasos hacia una carrera profesional, Serrano les aconseja que nunca vayan solas en esa travesía, “hay una sociedad civil muy amplia en este país”, comenta, para tener apoyos profesionales o ayuda a la hora de reivindicar sus derechos, a través de asociaciones o redes de 'networking'. Y, sobre todo, que no olviden la formación continua para estar al tanto de nuevas metodologías y perspectivas.

Nuevas preocupaciones

Iniciando ese camino está Alicia Fonseca que, con 22 años, y tras obtener su grado en Psicología, continúa su formación con un Máster en Psicología General Sanitario y un Máster online en Sexología, para lo que ha tenido que dejar su trabajo habitual. Para ella, la edad y la falta de experiencia son un obstáculo a la hora de acceder a un trabajo. A ello, hay que sumarle aspectos como la maternidad o el hecho de tener o no pareja estable. “Creo que esas preguntas siguen estando en boca de los entrevistadores, por lo que finalmente suelen elegir antes a un hombre joven que a una mujer joven”, comenta y, por otro lado, destaca como muy positivo la ampliación de los permisos de paternidad. 

Las mujeres jóvenes perciben que se han conquistado espacios en el mercado laboral. “Antes ellas tenían dos trabajos, el de casa y el puesto al que accedían, y ahora se reparten las tareas cada vez más”, aunque todavía queda margen de mejora. Por ejemplo, echan de menos una mayor motivación en las etapas educativas para la orientación hacia las carreras STEM, o a trabajos más físicos. “Siempre nos hablan de científicos hombres y eso no permite identificarnos como tal”, señala Fonseca.

Aunque la situación laboral ha ido mejorando con los años, ven que todavía existe discriminación salarial, y encuentran otras formas de segregación como la situación de la mujer racializada o de las mujeres transexuales. 

En este sentido, las mujeres que empiezan a buscar su espacio en el ámbito laboral están impulsando en gran medida “esta ola de lucha por la igualdad de género, por la igualdad racial, de identidad sexual”, en la que los hombres de las generaciones más jóvenes “cada vez están más concienciados con nuestras desigualdades y están igual de dispuestos”, comenta la joven psicóloga.

Para Alicia Fonseca el 8M es una manera de dar voz a la igualdad, y una manera de señalar que “si las mujeres paran se para el mundo”. Ella es optimista con el futuro laboral y social, “creo que con los años mis condiciones laborales y sociales van a mejorar”, y confía en el fortalecimiento de una sociedad feminista.