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Crisis del coronavirus | Consecuencias en la enseñanza

Los docentes pierden el miedo

Los profesores de Gran Canaria comienzan

a acudir a los hospitales para vacunarse

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Vacunación de docentes en el Negrín Andrés Cruz

El Gobierno canario puso ayer en marcha la campaña de vacunación para los docentes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria en Gran Canaria. Las dosis a administrar corresponden a AstraZeneca y se inyectarán en el Hospital Dr. Negrín, el Insular-Materno Infantil y el Centro de Salud de Canalejas. 

El Gobierno de Canarias comenzó ayer con la campaña de vacunación del personal docente de Gran Canaria. Cientos de profesores asistieron al Hospital Doctor Negrín a recibir las primeras dosis de AstraZeneca a partir de las 13.00 horas. Varias salas estaban operativas a la espera de suministrar las vacunas por el personal sanitario a este rango de población activa. Tras recibir la dosis los maestros tuvieron que esperar en un recinto alrededor de 20 minutos por si se producía alguna reacción alérgica o adversa, para luego ya poder retomar sus obligaciones.

Se estima que se vacunarán 12.000 personas en el Negrín, unas 10.000 en el Complejo Hospitalario Insular-Materno Infantil y 1.450 en el punto de vacunación del Centro de Salud de Canalejas, a partir del lunes. En el plan de vacunación se incluye a los maestros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria de la enseñanza pública, privada y concertada y se estima que la campaña terminará el día 20 de marzo.

Avendaño afirma: “Llevo toda la pandemia con miedo a infectarme por mis familiares”

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Noelia González, de 35 años, es profesora de Infantil del Ceip José Sánchez y Sánchez en Agaete. Se alegró de recibir la vacuna ayer en el Negrín. “Trabajo en contacto directo con los niños y, además, los de tres años no usan mascarilla, en muchos casos. En mi grupo no ha habido contagios de Covid, pero sí se produjo uno en el centro que se controló rápidamente”. “No siento dolor en el brazo con la inoculación de la dosis. Tuve la precaución de tomar un paracetamol seis horas antes”. “La pandemia está siendo dura, pero he tenido cuidado y en mi familia no ha habido enfermos”, señaló.

Natalia Pérez da clases en el Ceip Bañaderos de Arucas a Infantil, en concreto a un grupo de 3/4 años. Ha tenido miedo al contagio. “Los pequeños no emplean mascarilla por lo que he tenido miedo hasta ahora. Me parece importante vacunarse porque ya hemos visto que se trata de un virus muy agresivo. Hay que cuidar, además a nuestros mayores que son aprensivos al Covid. Aunque se haya trabajado telemáticamente el salir a comprar la comida ya creó tensión en su momento por tocar los alimentos que habían manipulado otras personas. Por eso en mi casa ha existido una higiene absoluta de zapatos y ropa, al regresar de la calle. El desconocimiento me produjo mucho malestar. Ahora que hay más información tienes menos miedo”.

Pérez señala que “es importante vacunarse porque se trata de un virus muy agresivo”

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Por su parte, Rita Mendoza trabaja en el IES Guía e imparte clases a niños con discapacidad. No ha sentido demasiado miedo al contagio. “Todos mis alumnos usan mascarilla. Es algo ya normalizado en el instituto. Muchas veces llego a casa y no me doy cuenta de quitármela”. “Quería la tranquilidad de vacunarme”. Yavé Gómez es docente en el Risco de Agaete. Se trata de una escuela que engloba de Infantil a sexto de Primaria en un grupo. Tenía ganas de vacunarse. “Por los comentarios, AstraZeneca no es la que mejor fama tiene, pero yo ya quería recibir una dosis. A mi clase acuden todos los estudiantes con mascarilla, lo que me da tranquilidad. De todas formas, no he sentido miedo al contagio porque mi aula agrupa seis alumnos”.

Según Isabel García, “la vacuna es el único medio de frenar este desastre”

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Vanesa Avendaño, de 37 años, es maestra del Ceip Bañaderos en Infantil. “En mi clase, con 19 niños que no llevan mascarilla, no ha habido contagios porque hemos tomado todas las medidas, tanto del empleo de gel, como de lavarnos las manos con frecuencia alumnos y profesores. Contamos con todas las medidas necesarias para desinfectar todos los utensilios que tocamos, tanto mesas, como sillas, etc. Llevo toda la pandemia con miedo a la infección por mis familiares de riesgo y por eso necesitaba ya vacunarme”.

En el caso de Isabel García, de 53 años, el miedo ha sido prevalente. Es docente en el IES Roque Amagro en Gáldar de primero y segundo de la ESO. “He tenido muchísimo miedo al contagio porque, por muchas medidas que tomemos, siempre está el descuido de alguno. Pienso que la vacuna supone el único medio de frenar este desastre. Puede haber compañeros de trabajo que no estén de acuerdo con la vacunación, pero lo hacemos todos porque se trata de una medida inteligente. Si me hubieran dado a elegir hubiese escogido la misma que les pusieron a los sanitarios, la Pfizer, que tiene mejor fama”. “En mi centro, con casi mil alumnos ha habido muy pocos contagios que, además, se han controlado bien. No se han tenido que confinar grupos enteros. Hemos adoptado todas las precauciones, tanto de gel al entrar y salir del aula, como de separación de pupitres, y los alumnos se mueven lo menos posible, es decir, que otros años iban a las aulas talleres de música, tecnología o plástica, mientras que este se les imparte todo en la misma clase. Cada vez que cambian de lugar las limpiadoras higienizan los muebles al completo. Se está haciendo un trabajo increíble”.

Castellano recalca que “esta crisis es una situación rara e incómoda a nivel docente”

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Salvador Castellano, de 54 años, da clases de Formación Profesional también en el IES Roque Amagro. “La pandemia ha sido una situación extraña, como para todo el mundo, e incómoda a nivel docente y como padre porque siempre hay una aprehensión con toda esta situación que no sabes cómo te puede influir en el día a día. Ya estamos viendo muchos obstáculos sociales y de relaciones. He tenido un miedo constante al contagio porque todos los docentes que nos dedicamos a la FP, sobre todo en las ramas técnicas, contamos con el inconveniente de estar utilizando continuamente equipamiento, equipos, componentes y herramientas que nos hacen difícil mantener la distancia con el alumnado y no tocar un elemento manipulado por un estudiante. Hemos de actuar con mucha precaución , pero es verdad, que con el paso del tiempo, muchas veces te despistas porque explicas algo y tiendes a tocar un elemento sobre el que puso sus manos el alumno y luego debes limpiarte constantemente con el gel hidroalcohólico. En mi centro se toma la temperatura todos los días a los jóvenes y les obligamos a utilizar el gel con frecuencia. Están siendo bastante respetuosos con las medidas de prevención”.

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