Test negativos para poder viajar entre islas en Semana Santa

Además del cierre perimetral, durante la Semana Santa, que no afectará a los extranjeros que podrán seguir viniendo con una PCR negativa, la población tendrá que reunirse en grupos máximos de cuatro personas en espacios público cerrados y abiertos independientemente del nivel en el que se encuadre la isla. En el ámbito privado solo podrán reunirse convivientes. El toque de queda se establece a las 22.00 horas en todas las islas, a excepción de aquellas que se encuentran en nivel 1 (El Hierro, La Palma y La Gomera), en las que la limitación de circulación nocturna comenzará a las 23.00 horas. En la hostelería de todas las islas estará prohibido el consumo fuera de mesa y en barra.

Semana Santa sin procesiones

Además, el servicio de alcohol tan solo se podrá hacer una vez la mesa esté asignada. Durante este tiempo no se podrán realizar actos que propicien una violación de las restricciones sanitarias actuales, es decir, aglomeraciones, retirarse la mascarilla o no guardar la distancia de seguridad. En estos supuestos se encuentran bailes, karaokes, fiestas, conciertos o cualquier evento que invite a cantar o a bailar. En los niveles 1 y 2 –en este último se encuadra también Lanzarote– la ocupación máxima de las mesas tanto en exterior como en interior será de cuatro personas. Tampoco se permitirán procesiones y otros eventos de culto que puedan producir aglomeraciones. Las verbenas y las fiestas populares seguirán vetadas, como hasta el momento.

A las restricciones para Semana Santa se solapan las que el Gobierno de Canarias ha tenido que tomar como consecuencia del empeoramiento la situación epidemiológica en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. Las tres islas pasarán este mismo lunes a nivel 3, lo que significa que el interior de la restauración se clausura de nuevo y que el cierre perimetral comenzará en estas islas ese mismo día, eso sí, aún sin la posibilidad de justificar el viaje con un test negativo.

Lo hacen después de haber pasado hace tan solo una semana a nivel 2 reforzado, en un movimiento del Gobierno de Canarias para tratar de evitar el cierre de las islas de cara a la Semana Santa, dado que cualquier medida que supusiera un aumento de las restricciones tendría que mantenerse en vigor al menos durante los siguientes 15 días. Al final la realidad epidemiológica ha prevalecido y el crecimiento de casos de los últimos días ha obligado finalmente a cerrar las 3 islas, salvo causas justificadas. De hecho, el resto de restricciones a las que estarán supeditadas son similares a las que obliga el nivel 2 reforzado, incluido la limitación de grupos (4 personas) y el toque de queda (de 22.00 a 6.00 horas). No obstante, para esta ocasión el Gobierno de Canarias ha decidido abrir la mano en dos aspectos: los gimnasios y el reparto a domicilio. Los primeros podrán abrir a pesar del incremento de nivel, con un 33% de aforo, manteniendo todas las medidas de seguridad y en grupos de máximo 4 personas con el monitor. En el caso de la restauración, el Gobierno permitirá el reparto a domicilio hasta medianoche, lo que permitirá a los negocios sacar algún beneficio a pesar del cierre más temprano.

“En las últimas dos semanas, Tenerife ha ido subiendo de manera constante y continua”, señaló el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. En este sentido, el consejero recordó que la isla cuenta con tres indicadores en un nivel que corresponde a un riesgo alto, entre ellos se encuentra la incidencia acumulada a 14 y 7 días vista y la ocupación de las UCI, que se sitúa en un 16%.

Preocupa la presión asistencial

“La presión ha ido oscilando”, explicó el consejero que remarcó que la situación “preocupa” pero remarcó que aún hay capacidad de movimiento pues hay “fases del plan de contingencia que aún no hemos tenido que activar”. En la isla hay ahora mismo 224 personas hospitalizadas, de las que 35 se encuentran ocupando una cama de críticos. Cabe resaltar que durante la ola epidémica de diciembre, Tenerife contó con un número pico máximo de 290 pacientes ingresados al mismo tiempo. Por el momento no se ha sobrepasado el récord de hospitalizaciones que se produjo durante la primera ola de la pandemia de coronavirus. En este sentido, uno de los indicadores más preocupa es la incidencia de casos en mayores de 65 años, dado que son los más propensos a tener que ser hospitalizados por un agravamiento de su patología. La isla ha estado creciendo a un ritmo de entre el 13% y el 30% semanal durante la última semana.

Fuerteventura también se ha incluido en esta lista, dado que en la última semana ha acumulado casi un centenar de casos nuevos. “La tendencia es importante y vemos que muchos de sus indicadores se sitúan en un nivel de riesgo alto sino muy alto”, indicó el consejero. “La presión asistencial en la isla ha provocado que se tenga que activar el plan de contingencia y nos preocupa”, insistió Trujillo. En el día de ayer, en la isla había 11 personas hospitalizadas, según los datos suministrados por la Consejería de Sanidad.

La situación base de Gran Canaria es algo mejor. Si bien no está en la condición epidemiológica más óptima, el aumento de casos es más lento, sostenido y “amortiguado” que en las otras dos islas. No obstante, el Consejo de Gobierno ha decidido incluirla también en nivel 3 como parte de su “estrategia de anticipación”. Cabe resaltar que su presión asistencial continúa disminuyendo y en estos momentos se encuentran hospitalizadas 130 personas en la isla.