El jefe de la Sección de Epidemiologia de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias y presidente de la Sociedad Española de Vacunología, Amós García Rojas, ha asegurado este martes que las vacunas son los productos biológicos "más seguros" del mercado, ya que antes de iniciar su uso público deben haber sido sometidos a un proceso de ensayo clínico con muestras poblaciones "muy pero muy superiores" al resto de fármacos.

Así lo ha expuesto García Rojas ante las dudas que puede acechar a la población la vacuna contra al coronavirus. En este sentido, ha matizado que una vacuna "se administra usualmente a personas sanas para prevenir un daño, por lo tanto, hay que ser extremadamente escrupulosos en lo que es todo lo desarrollado con estos instrumentos".

Por ello, ha defendido en declaraciones a los medios que cuando una vacuna empieza a ser de uso público es porque los órganos reguladores del medicamento, que están constituidos por profesionales "de muy alta y relevante solvencia científica", han realizado un "estudio exhaustivo" de todo el proceso de la vacuna, así como de todos los ensayos clínicos, y "han constatado que son procesos seguros y eficaces para lo que se pretenden y por eso lo autoriza".

De todos modos, ha reconocido que en "ocasiones extremadamente raras" puede haber un efecto secundario "importante derivado de una vacunación" y en estos casos el sistema de farmacovigilancia "funciona de forma magnífica", ya que ha indicado que el mismo "es capaz de detectar un posible caso relacionado temporalmente con la administración de una vacuna", puntualizando que "no causalmente, tras millones y millones de dosis administradas".

"Eso es síntoma claro de que el sistema de farmocoviligancia funciona muy bien", ha apostillado para agregar que cuando se detecta un caso, que "se sepa si está relacionado temporalmente o causalmente con la vacuna, automáticamente se notifica y se estudia porque son de los medicamentos más seguros del mercado".

Posteriormente, tras ser estudiado, se adopta la consecuencia obtenida de ese análisis, afirmando que "normalmente, lo lógico y con mayor frecuencia ocurrido, es que son fenómenos causados casualmente con la vacuna, no causalmente".

Por ello, García Rojas ha solicitado a la población "tranquilidad y sosiego" porque ha subrayado que de haber "la más mínima duda sobre la seguridad de un producto de los que se está ofreciendo en las políticas vacunales públicas, ese producto hubiera sido prohibido por los órganos reguladores del medicamento, que son los que tienen competencias para tomar ese tipo de decisiones".

Asimismo, ha invitado a "no" perder de vista "lo fundamental", que ha incidido en que es que "hay que vacunar, vacunar y vacunar porque es la única vía para acabar con este drama" porque donde "realmente está el peso importante del problema es en la enfermedad", que ha añadido "desgraciadamente todos los días" mueren varias personas "como consecuencia de la enfermedad porque no se pudieron proteger con la vacuna. Por lo tanto, ahí está el problema".