La dilatada presión asistencial que soporta la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria ha llevado al complejo a derivar a algunos pacientes aquejados de patologías ajenas al Covid-19 a centros de titularidad concertada. Según informaron ayer desde el hospital capitalino, hasta el momento, solo han sido trasladados dos enfermos. No obstante, ante la creciente demanda de las camas de críticos, el espacio ya se prepara para activar el nivel 4 del plan de contingencia, lo que implica poder hacer uso de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), además del área de Reanimación y Despertar, que ya se contempla en el nivel 3. En el caso de que fuera necesario recurrir a ella, sería la primera vez que se registra este episodio durante la pandemia.

“La situación es catastrófica, la UMI está llena y apenas tenemos margen para atender a los pacientes no covid”, subrayó el doctor Sergio Martínez, presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias y adjunto a la citada área en el Insular.

En base a las palabras del facultativo, hasta ayer, de las 32 camas que hay en la Unidad, 27 las ocupaban pacientes afectados por el coronavirus, mientras que en el área de Reanimación y Despertar permanecían 12 personas en estado crítico por las complicaciones causadas por otras enfermedades. Ahí hay un total de 18 camas. “Esto amenaza a las agendas de las operaciones, ya que estamos abarcando mucho espacio”, apostilló el intensivista. Si bien es cierto que el Insular aclaró este viernes que se han mantenido las cirugías mayores ambulatorias, las oncológicas y las no demorables.

“Creemos que no vamos a tardar en utilizar el espacio dedicado a la CMA. Desde hace dos semanas, estamos ingresando diariamente a una media de dos pacientes covid y la ocupación que estamos observando no la hemos visto en las oleadas anteriores”, resaltó el sanitario.

Precisamente, el mantenimiento de este ritmo ha hecho que la capacidad de intensivos se vea cada vez más limitada. Pero, ¿qué pacientes pueden ser derivados a los centros concertados? El criterio es claro. “Seleccionamos a aquellos que puedan mantener su asistencia sanitaria con todas las garantías, a pesar de que aún estén sujetos a la ventilación mecánica. El jueves trasladamos al primero”, explicó el doctor Martínez.

Asimismo, teniendo en cuenta la situación que se está viviendo en el hospital, el profesional no dudó en hacer un llamamiento a la responsabilidad social y a la vacunación. “Muchas personas se han relajado y no cumplen las medidas de seguridad. Algunas creen que ya la pesadilla ha pasado y no hay nada más lejos de la realidad, por lo que es fundamental también que las personas que son llamadas a la vacunación acudan a las citas para que podamos salir de esta crisis”, reivindicó el experto.

Ingresos

Hay que señalar que otro de los aspectos que preocupa a los médicos es la cantidad de ingresos que se producen entre los miembros de una misma familia. “Nos llama la atención que llegue una persona a la UMI y que, en muchas ocasiones, a los pocos días ingrese un familiar suyo. Esto nos ha llevado a reflexionar y, sobre todo, a llamar a la precaución en las reuniones familiares”, apuntó el especialista.

Lo cierto es que los sanitarios ya se encuentran “saturados”, pues ya suman más de un año de lucha contra un enemigo que apenas da tregua. “El personal ya está cansado física y psicológicamente. Hay equipos de refuerzo los fines de semana, pero ya son muchas guardias agotadoras y necesitamos más recursos humanos”, defendió el doctor del hospital de referencia del área sur de Gran Canaria.