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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Los incumplimientos de las medidas de cuarentena aumentan en Gran Canaria

Atención Primaria detecta un incremento de contagiados que ocultan sus síntomas y sus contactos estrechos | Los profesionales advierten del riesgo de saltarse las normas

Personas con mascarillas por la Avenida Marítima de la capital grancanaria. | ANDRÉS CRUZ

Los incumplimientos de las medidas de aislamiento y cuarentena han aumentado de forma gradual en el transcurso de los cuatro últimos meses hasta alcanzar niveles superiores a los registrados en otras oleadas del virus. Así lo pone de manifiesto el doctor Miguel Ángel Díaz Barreiros, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinador clínico Covid de la Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria. “Es cierto que la mayoría de las personas asume las normas, pero hemos observado que, desde enero, el porcentaje de incumplimientos ha ido aumentado y es ahora mayor que en las otras olas”, alerta el facultativo.

Hay que se señalar que el aislamiento compete a los pacientes que ya se encuentran diagnosticados de la afección y que deben permanecer en sus domicilios hasta recibir el alta médica, salvo que manifiesten complicaciones que les lleven a precisar ingreso hospitalario. La cuarentena, en cambio, atañe a aquellos sujetos que han mantenido contacto estrecho con un positivo, estando supeditados a las mismas indicaciones, durante diez días, por precaución. “Es muy importante cumplir estrictamente estas medidas para poder frenar los contagios. Hay que ser conscientes y tener muy presente que las acciones irresponsables ponen en riesgo la salud de todas las personas”, subraya el especialista.

No obstante, otro de los asuntos que preocupa a los profesionales es la ocultación de los síntomas para evitar someterse a un test, que permita evidenciar la presencia del patógeno. Un episodio que, desafortunadamente, también se detecta cada vez con más frecuencia. “Hay gente que prefiere mantener sus síntomas en secreto para evitar cumplir las medidas de aislamiento y poder salir a la calle”, lamenta el doctor Díaz Barreiros.

A todo esto hay que sumarle el incremento de las dificultades para identificar a los contactos estrechos de las personas que han contraído la infección por SARS-CoV-2, pues, en base a las palabras del coordinador clínico, muchas optan por no dar nombres. “Hemos notado que existe miedo a poder perjudicar a amistades o familiares. También, se han dado muchos casos en los que son los propios contactos estrechos los que piden no ser identificados”, explica .

¿Qué repercusiones pueden tener estos comportamientos en el trabajo de los expertos? Díaz Barreiros es contundente al respecto. “Claramente, nos impiden controlar la transmisión de la enfermedad. Si una persona esconde sus síntomas porque son leves y continúa haciendo su vida con normalidad, el número de candidatos al rastreo se multiplica. Lo mismo ocurre cuando no identifica a sus contactos estrechos, ya que estos pueden ser portadores del virus, por lo que lo irían propagando por donde vayan”, apunta.

Ante esta realidad, el sanitario no duda al decir que es imprescindible crear conciencia social y más aún teniendo en cuenta que, con el paso del tiempo, la situación ha empeorado. “Sin duda, son actitudes totalmente irresponsables e insolidarias protagonizadas por personas que carecen de valores éticos y morales No solo peligra la salud de la gente, también la economía”, recalca.

Por esta razón, pone de relieve que la responsabilidad y el avance de la campaña de vacunación “son las únicas armas que permitirán salir de esta crisis”.

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