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Día de la Madre

María Jesús León, madre coraje

La periodista decidió a los 40 años que quería

ser madre soltera y en 2010 nació David

María Jesús León, madre coraje | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Esta periodista acostumbrada a gajes del oficio, tales como cambiantes horarios o desplazamientos repentinos, dejó de ser María Jesús para convertirse en la madre de David, que acaba de cumplir 11 años. «Me planteé que tener un hijo me aportaría el cambio que necesitaba a esa edad, dejar de ser una soltera haciendo lo que le daba la gana para tener una responsabilidad que le diera sentido a mi vida», expone.

En 2010, cuando se embarcó en la aventura de la maternidad, su vida se vio trastocada en muchos aspectos. Perdió el trabajo, a su madre le diagnosticaron demencia, la desahuciaron de su piso al no poder pagarlo, agotó sus ayudas del Estado y tuvo que volver a la casa familiar, con un niño recién nacido. Ahora comenta que «después de haber pasado ese bache como madre soltera me considero una privilegiada, tengo trabajo y mi hijo es bastante independiente. Otras mujeres terminan siendo madres solteras porque los padres se desentienden y deben sacarlos adelante en solitario».

Pese a la libertad que otorga criar a un hijo en solitario, existen algunas cuestiones que inquietan especialmente al incidir todas las obligaciones en una sola persona. «Me preocupa estar demasiado ocupada como para dedicarle la atención que merece, no poder controlar su acceso indiscriminado a Internet y la manera en que puede afectarle, o simplemente mi salud al ser cuidadora única», confiesa.

La realidad de las familias monoparentales o, como reivindica María Jesús, monomarentales, al ser la mayoría mujeres, a veces pasa desapercibida a efectos de la responsabilidad que recae sobre ellas. Aunque el debate sobre la necesidad de una figura paterna sigue hoy día dando de qué hablar, son cada vez más las familias conformadas sin obedecer a convenciones sociales típicas. «Desde pequeño le he enseñado con naturalidad lo que es no tener un padre y lo ve normal». «Negar la realidad es absurdo, ¿de qué formaprotegemos a los niños ocultándoles estos aspectos? Se debe ser inclusivo en todos los ámbitos para que quienes tienen un padre, dos, ninguno o dos madres se vean representados».

Al preguntarle a María Jesús qué le había enseñado su hijo a lo largo de los años, la mujer de ideas claras se diluía para dejar entrever su lado más sensible y maternal. “Mi hijo me ha enseñado a fijarme en esas pequeñas cosas a las que quizás no le damos tanta importancia, como que las personas que valen por cómo son y lo que te aportan”, comenta emotiva. Si algo saca en claro esta madre soltera es que su hijo ha sido la mejor decisión de su vida. No se trataba de encontrar una pieza sobrante, sino agregar un elemento que revalorizara su propia experiencia vital.

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