«No hay que esconder los problemas, pero sí que mostrar otra visión, de un África normal, de la vida cotidiana, de niños que van a los colegios, de personas que van todos los días a sus trabajos, a los mercados… Es decir, un África diferente a la que estamos acostumbrados a observar: la de la tragedia”. Así se expresó Ezequiel Guerra, uno de los dos coordinadores del proyecto Enseñar África, en el encuentro final de esta iniciativa, que tuvo lugar de manera semipresencial ayer, con una conexión en directo que unía el patio de Casa África, el Instituto Cervantes en Dakar y un puñado de centros educativos participantes en el proyecto. Guerra y su compañera en la coordinación del proyecto, Beatriz Andreu, se refirieron a centros específicos, como los IES Anaga (Tenerife), San Diego de Alcalá (Fuerteventura) y Domingo Rivero (Gran Canaria), que destacan porque los dos primeros, llevan trabajando el proyecto desde que se implantara en las aulas en el curso académico 2013-2014 y ya han implicado a todo el profesorado y el alumnado en el mismo, además de dedicarle una semana al año. El último, por organizar lo que denominaron “Africasmus”, una iniciativa que se plasmó en que diez alumnos canarios se desplazaran a Senegal, donde se quedaron con familias locales, y, posteriormente, recibieran la visita de diez alumnos senegaleses en Gran Canaria.
En esta nueva edición del proyecto Enseñar África participan 57 centros, 12 de primaria, 43 de secundaria y dos centros educativos para adultos, con 500 profesores y 50.000 alumnos en Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Palma y Lanzarote. El acto de ayer resulta de un proceso de investigación e implantación en las aulas, tras una formación virtual.
