Un vehículo submarino no tripulado, con una capacidad de inmersión de 2.000 metros, buscará en el fondo marino de Tenerife a partir del lunes a las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, desde el pasado 27 de abril. La información ha sido confirmada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo al que pertenece el Instituto Español de Oceanografía (IEO), titular de este 'artilugio' llamado Liropus 2020.

Los responsables de esta operación han declinado hacer comentarios sobre cómo van a enfocar la búsqueda. "No van a decir nada mientras siga abierta la investigación", han declarado desde el CSIC. La búsqueda, no obstante, comenzará en la zona marítima en la que se registró por última vez la señal del teléfono móvil de Tomás Gimeno aquella aciaga madrugada en la que desapareció junto a sus pequeñas, Anna y Olivia.

Liropus, con capacidad para sumergirse más de 2.000 metros, grabará, medirá y recogerá muestras del fondo marino para tratar de dilucidar qué sucedio con las pequeñas y su padre, quien llamó a la madre antes de esfumarse para decirle que "no iba a ver más a sus hijas".

El vehículo está enganchado a un buque mediante del que se descolgará lentamente para otear las profundidades del océano Atlántico. "Cuenta con 6 motores, combina una gran potencia y una gran capacidad de carga que le permite llevar, además de seis tipos de cámaras, instrumentos de medición y toma de muestras", explica el IEO en su documento de presentación del Liropus, una herramienta esencial para conocer mejor nuestros mares que costó un millón y medio de euros y ahora tratará de encontrar a Olivia y Anna.