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El barco con sonar para buscar a Anna y Olivia, rumbo a Canarias

Los equipos se incorporarán a finales de semana para ayudar a las tareas de búsqueda de las dos hermanas desaparecidas junto a su padre en Tenerife

El buque Ángeles Alvariño, en navegación.

El buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía (IEO) que está equipado con un sonar de barrido lateral y un robot submarino, ya está camino de Tenerife para incorporarse al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril en la isla de Tenerife.

El buque Ángeles Alvariño, está registrado en Santa Cruz de Tenerife y en estos momentos se encuentra realizando tareas propias del Instituto de Oceanografía frente a las costas de Lisboa, en Portugal, y todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo llegará a Tenerife.

La incorporación de este buque a las labores de búsqueda de Anna, Olivia y Tomás Gimeno fue anunciada el pasado 17 de mayo por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, quien indicó que se estaba en conversaciones con el Instituto Español de Oceanografía para poder contar con sus medios de rastreo.

Trayectoria del buque Ángeles Alvariño

El 'Ángeles Alvariño' participó en las tareas de exploración de la erupción submarina de El Hierro en 2011. Cuenta con un sonar de barrido lateral, un aparato que usa la propagación del sonido bajo el agua para obtener imágenes digitales de la superficie del fondo marino. Las señales acústicas emitidas rebotan en el fondo creando una imagen del mismo. Sus aplicaciones más comunes incluyen la cartografía detallada de comunidades de los fondos marinos, localización de tuberías, viaductos o cables, la búsqueda de objetos o yacimientos arqueológicos sumergidos, entre otros.

El buque también está dotado de un robot submarino, el ROV Liropus 2000, propiedad del Instituto Español de Oceanografía, capaz de recuperar objetos en el mar hasta los 2.000 metros de profundidad.

Una vez se sume al dispositivo de búsqueda, el 'Ángeles Alvariño' tiene previsto rastrear la zona donde la lancha propiedad de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva, a una milla náutica del Puertito de Güímar. Ahí hará una radiografía del fondo marino con el sonar para tratar de identificar algún objeto extraño y, si es posible, subirlo luego a la superficie con el robot submarino.

La exploración de la zona marina se producirá más de un mes después e la desaparición de Tomás Gimeno y sus hijas y tras la búsqueda infructuosa de los tres. Las últimas investigaciones se realizaron en la finca que fue el último domicilio del matrimonio y las niñas antes de la separación.

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