Alcanzar mayores profundidades estimadas en 6.000 metros frente a los 1.000 actuales; e incluir sistemas de navegación más precisos y autónomos, que incluso permitan la toma de decisiones basándose en herramientas de inteligencia artificial. Estos son algunos de los avances que se avecinan en los próximos diez años de la robótica marina en red en la exploración del Atlántico, presentados por la Plataforma Oceánica de Canarias-Plocan, a través de Carlos Barrera, en el marco de la Conferencia Ministerial de Alto Nivel y Partes Interesadas 2021 Investigación e Innovación para un Océano Atlántico Sostenible que se celebra esta semana en Azores (Portugal) con el objetivo de fortalecer la cooperación científica y tecnológica en el océano Atlántico, desde el Polo Norte -Ártico-, hasta el Sur -Antártida-.
Bajo el lema 'Conectando, actuando, cooperando', el evento que se celebra en Punta Delgada hasta mañana, 4 de junio, coincidiendo con la presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea, reúne a ministerios, representantes de alto nivel y líderes en el ámbito oceánico, junto a investigadores, empresarios y académicos. Un encuentro que representa un paso adelante en el trabajo desarrollado por la denominada Alianza Global sobre Investigación Oceánica para el Atlántico, que se ha iniciado desde el proyecto Aanchor, del que Plocan es socio, en colaboración con otras acciones de I+D+I sobre el Atlántico financiadas por la Comisión Europea.
En este escenario, Plocan ha tenido un papel relevante, con la celebración ayer, del evento paralelo Red de infraestructuras robóticas marinas: lecciones aprendidas y desarrollos futuros, en el que Carlos Barrera, investigador del Área de Vehículos Autónomos Marinos hizo balance del proyecto H2020 EU Marine Robots e impulsó el debate sobre el futuro de las infraestructuras robóticas marinas en red, de cara a la exploración, observación, explotación sostenible y nuevas ciencias y servicios en el Atlántico, gracias a la innovación tecnológica en marcha.
«La observación robótica marina se hace mediante diferentes plataformas tecnológicas, entre las cuales una de las más relevantes son los glider, que permiten conectar capacidades e infraestructuras en distintos puntos del Atlántico de una manera mucho más sostenible», indicó Barrera, que trabaja desde hace más de una década en estos vehículos autónomos, tanto submarinos como los que operan en la superficie de los océanos. «Los glider nos permiten, a unos costes de operación bastante reducidos, permanecer en el océano, durante largos períodos de tiempo. Y eso va estrechamente ligado con la sostenibilidad, uno de los grandes objetivos de la observación oceánica mundial».
Retos
Según indicó Carlos Barrera, los principales retos para la tecnología robótica glider en los próximos diez años, pasan por alcanzar mayores profundidades marinas, estimadas en unos 6.000 metros frente a los mil metros actuales.
Se trabaja también en incluir sistemas de navegación más precisos, que permitan la toma de decisiones basándose en herramientas de inteligencia artificial. «Esto a su vez implicará una menor interacción humana, dado que los sistemas robóticos dispondrán de mayores capacidades», apuntó el investigador de la Plataforma Oceánica.
La tecnología avanza en precisión, autonomía y acceso a mayores profundidades
De aquí al 2030 también se contempla la operación y pilotaje de «flotas» de gliders, con capacidad de interactuar entre ellos para la toma de decisiones y actuación según las necesidades que se vayan presentando en la misión de observación oceánica. Avanzan hacia la interoperabilidad de diferentes plataformas y tecnologías, trabajando a modo de sistema único con objetivos comunes. «Desde Canarias ya podemos hacer misiones y conectar, por ejemplo, con Azores, o mandar un glider a Estados Unidos o desde el Atlántico Sur pueden enviar uno que navegue hasta Cabo Verde y de ahí hasta Canarias. Esas unidades móviles nos permite justamente poder conectar en red, diferentes infraestructuras en el marco Atlántico. Eso tiene una potencialidad tremenda a la hora de trabajar en cooperación a escala internacional, y a escalas espaciales y temporales hasta ahora no utilizadas», subrayó Barrera.
Portugal, sede del evento para reforzar la alianza global en investigación oceánica
Otra de las innovaciones en las que se trabaja es en incluir en los glider, sensórica miniaturizada, con menor consumo energético y mayor grado de eficiencia. «Todos estos avances contribuirán a poder permanecer en el océano durante mayor cantidad de tiempo, a elevar la fiabilidad y aumentar la cantidad de datos recabados o lo que es lo mismo, la información requerida por el usuario», señaló el especialista, junto con el objetivo de lograr la disponibilidad de más centros de operación o infraestructuras de alta especialización -operación y formación-, que permita crear «redes más solventes y capacitadas».
Un escenario futuro expuesto por Plocan en la conferencia internacional que se celebra esta semana en Portugal, cuyo objetivo último es «lanzar una plataforma de compromiso global para el Atlántico» como un nuevo enfoque a la cooperación ya existente, ofreciendo soluciones para acelerar las transiciones gemelas verde y digital. «Los debates sobre las nuevas metodologías para la observación de los océanos y sobre la gestión de los ecosistemas que están vinculados a los procesos de digitalización, representan un importante paso innovador hacia la integración del nexo entre océano, espacio, clima y alimentos, contribuyendo a la sostenibilidad de los océanos».
Soluciones sostenibles
El director de Plocan, José Joaquín_Hernández Brito intervendrá mañana, 4 de junio, en la Conferencia Ministerial de Alto Nivel y Partes Interesadas 2021 sobre Investigación e Innovación para un Océano Atlántico Sostenible. Concretamente participará en la sesión dirigida a promover el desarrollo de nuevas tecnologías, soluciones impactantes e innovación disruptiva, en el apartado Soluciones en investigación e innovación para una economía azul sostenible, y en el debate posterior. La conferencia también integra eventos paralelos autoorganizados bajo el epígrafe Corredor Azul, donde se abordan las seis áreas temáticas prioritarias de las Declaraciones de Galway para el Atlántico Norte y Belém para el Atlántico Sur. | M. J. H.
