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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Canarias estudia retrasar el cierre de bares y restaurantes hasta la una

El Gobierno aprobará medidas de desescalada la próxima semana según evolucionen los datos | Lanzarote y Tenerife se mantienen en nivel 2

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Terrazas en el entorno de Guanarteme Andrés Cruz

Canarias estudiará retrasar hasta la una el toque de queda en bares y restaurantes la próxima semana, en un Consejo de Gobierno en el que también se debatirá la posibilidad de flexibilizar las medidas de contención del coronavirus con objeto de comenzar la segunda «desescalada» nacional de la pandemia. «No hemos hablado de eso, pero no es impensable que pueda modificarse», afirmó el portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, en relación a la posibilidad de retrasar este particular toque de queda que afecta a bares y restaurantes. Actualmente, estos establecimientos pueden abrir sus puertas hasta la medianoche.

El también consejero de Administraciones Públicas explicó que el próximo jueves los miembros del Gobierno tomarán alguna decisión con respecto a las medidas restrictivas impuestas actualmente en el Archipiélago. Pérez hizo alusión al Consejo Interterritorial de Sanidad que el pasado miércoles decidió que todas las comunidades adoptaran medidas comunes para la nueva desescalada y que se adapten a la situación epidemiológica actual. Para ello, tendrán en cuenta tanto la reducción en el índice de contagios que está generándose en buena parte del país, así como el avance en la campaña de vacunación.

Semáforo sin variaciones.

El semáforo de restricciones isleño permanecerá una semana más sin variación, lo que supone que Gran Canaria se mantiene en el nivel 1, y que tanto Lanzarote como Tenerife seguirán en el 2. «En estas islas no ha descendido tanto los contagios, por tanto la situación no es tan buena como para que el Gobierno decida bajarlos», señaló Pérez. Y es que ambas islas han mostrado una evolución a menudo errática y que no responde a una tendencia clara. Es el caso de Tenerife que, tras dos semanas de descenso continuo de su curva epidémica, ha mostrado una señal de repunte en los últimos dos días. De esta forma, en el día de ayer, tras sumar 83 casos nuevos, el cómputo semanal ascendió un 2,5% con respecto a la semana previa. En lo que se refiere a Lanzarote, aunque ha logrado reducir considerablemente el número de positivos semanales y diarios diagnosticados –como consecuencia del control del foco principal de infección acaecido en un gimnasio–, su presión asistencial continúa aumentando. En el día de ayer, dos pacientes nuevos ingresaron en el Hospital Molina Orosa, llegando a cinco. En todo caso, los indicadores de ocupación continúan en un nivel de bajo riesgo.

El caso de Gran Canaria.

El portavoz del Gobierno dedicó parte de su intervención a mencionar la situación epidemiológica de Gran Canaria, dado que «una vez que se ha pasado a nivel 1, ha seguido mejorando». La isla acumuló en el día de ayer 34 nuevos casos, lo que supone que ha acumulado tan solo 150 casos en la última semana. De esta manera, la isla mantiene una reducción del 24,6% de sus casos semanales, que ya de por sí son muy bajos. La última vez que la isla notificaba esta cantidad de casos semanales fue a principios de diciembre, justo antes de que se dispararan los contagios.

¿Qué ocurre en Tenerife?

El consejero trató de responder a dicha pregunta aunque, como en otras ocasiones, no pudo dar una respuesta concreta. No obstante, sí señaló que el perfil epidemiológico en la isla se basaba en brotes no relacionados entre sí y muy dispersos por toda la Isla. «Hay que mantener el control», señaló.

Canarias en nivel 1.

Con respecto al conjunto de la Comunidad Autónoma, el informe recoge que globalmente los indicadores apuntan una evolución cada vez más positiva. Así, aunque la Incidencia Acumulada a siete días para el conjunto de edades aún se encuentra en riesgo medio, el impacto sobre el grupo de 65 y más años se encuentra en nivel de riesgo bajo y el resto de indicadores complementarios para la evaluación del nivel de transmisión y los de utilización de servicios asistenciales se encuentran en riesgo bajo o mínimo. Por ello, se propone que continúe en nivel de alerta 1. Esto permitirá a la comunidad autónoma aprovechar algunas de las medidas de desescalada que se impongan desde el Gobierno central. Por otro lado, para Reino Unido esto no ha sido suficiente, y mantendrá a Canarias en su semáforo ámbar de países a los que viajar.

Mascarillas vigentes.

A pesar de las declaraciones que ha realizado en distintas ocasiones el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, Canarias no se plantea aún relajar el uso de mascarilla. «No es el momento de pensar en una excepción», señaló Pérez, quien admitió que en algunos países ya se ha tomado la decisión de abandonarla. Sin embargo, esta relajación ha venido condicionada con «reglas más estrictas». «Iremos poco a poco», subrayó.

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