El doctor Julián Tamayo, de la Unidad de Endocrinología, Nutrición y Metabolismo de Hospital Perpetuo Socorro, considera que nuevos tratamientos inyectables como la Liraglutida son aliados eficaces para la pérdida de peso en pacientes con obesidad.

Se estima que para 2030, alrededor de 27 millones de adultos españoles, el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres, tendrá problemas de obesidad o sobrepeso. Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Asturias es la región española con la tasa de obesidad en adultos más alta (26%) e Islas Baleares con la más baja (10%). En el caso de Canarias (20%), uno de cada cinco adultos padece obesidad.

Si bien la cirugía bariátrica es por el momento la técnica quirúrgica más extendida para los tratamientos de pérdida de peso, el avance médico-científico ha permitido el desarrollo de los primeros fármacos altamente eficaces para la eliminación de grasa y que representan una alternativa real a la cirugía.   

“Los nuevos tratamientos inyectables como la Liraglutida abordan la hormona GLP-1, la que regula, entre otras cosas, la sensación de placer que nos producen ciertos alimentos, por lo que han demostrado ser aliados eficaces para la pérdida de peso en pacientes con obesidad, ofreciendo un refuerzo al plan y facilitando la eliminación de grasa de forma más rápida al tener ese control sobre el apetito”, señala el doctor Julián Tamayo, especialista de la Unidad de Endocrinología del Hospital Perpetuo Socorro.

“En HPS, la tasa de éxito de este medicamento dentro del plan de pérdida de peso supera el 70% y puede, en algunos casos, llegar a ser incluso tan efectivo como algunas técnicas quirúrgicas para algunos pacientes”, explica el especialista. 

Es el medicamento más efectivo que existe hoy en Europa para la pérdida de peso

En su experiencia como endocrino ha visto pérdidas de peso de más de un 15% del peso graso y de hasta 50 kilos con este tratamiento, acompañado siempre de un equipo de profesionales en salud para llevar a cabo un tratamiento integral. Y es que este último aspecto es precisamente algo a destacar de Hospital Perpetuo Socorro, ya que, como asegura Tamayo, la existencia de un equipo multidisciplinar formado además de por el endocrino, por especialistas en nutrición y psicología es “algo importantísimo y que debería ser fundamental en todos los centros donde se llevan a cabo este tipo de tratamientos”.

Con sesiones individuales y personalizadas, el equipo aborda desde factores que tienen que ver con la ansiedad, hasta hábitos comportamentales o formas de cocinar, de manera que el paciente pueda resolver los problemas que pueden contribuir a la ganancia de peso. El doctor Tamayo hace énfasis en la importancia del seguimiento y acompañamiento de cada caso individual: “La labor de los especialistas es fundamental en este tipo de tratamientos porque debe ser siempre el médico el que indica la dosis adecuada en cada momento y en función de la evolución y los progresos del paciente”, subraya. 

Todavía hay muy pocos tratamientos inyectables aprobados, por lo que la Liraglutida es “de los más efectivos que actualmente existen en Europa”, asegura el doctor Tamayo, ya que junto al asesoramiento y acompañamiento de un buen equipo médico es de gran utilidad para tratar de forma efectiva la obesidad y favorecer unos hábitos de vida saludables. 

Vida saludable

Más allá de la pérdida de peso se trata de que aquellos pacientes que padecen obesidad tengan el objetivo de alcanzar unos hábitos saludables que contribuyan a proteger su salud. Por ello el compromiso del paciente es muy importante ya que los planes de pérdida de peso constan de cuatro pilares clave: la dieta, el ejercicio físico, el medicamento y la constancia. En este sentido, “hay que tener en cuenta que cuando empieza a fallar algunos de los cuatro comienza a fallar a su vez el tratamiento”, advierte Tamayo.

El deporte es un factor “clave”, asegura, para el éxito de este tratamiento conjunto: “Una buena proporción de los casos que fracasan es porque el paciente no inicia la actividad física y la vida saludable”, recalca.

El adelgazamiento acompañado de ejercicios de fuerza, ya sea funcionales, con bandas elásticas y pesas, “ayuda a un resultado más perdurable en el tiempo y más estético” ya que la piel se adhiere mejor al músculo y se elimina parte de la flacidez. Aunque “con lo que se pierde peso en un primer momento es con la dieta, quien lo mantiene a largo plazo es el ejercicio, principalmente de fuerza muscular”, insiste el especialista de HPS.

Cómo actúa la Liraglutida 

La Liraglutida surgió para el tratamiento de pacientes diabéticos porque ayuda a controlar los niveles de azúcar, pero en estudios posteriores se descubrió que también tiene efectos importantes en el control del apetito, la ansiedad y en la pérdida de peso, principalmente de la grasa visceral del paciente.

El medicamento actúa a varios niveles, en el cerebro, sobre los centros de recompensa positiva en los que funcionan los alimentos altamente calóricos, por lo que el paciente siente menos necesidad de ellos.

Otro de los aspectos positivos de este medicamento es que ayuda a mejorar marcadores de inflamación, protege el corazón y sirve para disminuir la grasa visceral, aquella que se encuentra en los órganos y que causa, por ejemplo, las complicaciones cardiovasculares.

Este fármaco, aprobado por la Agencia Europea del Medicamento para la obesidad en 2016 y que comenzó a comercializarse en 2017, es especialmente efectivo para aquellas personas con obesidad que son “grandes picoteadores y que comen grandes volúmenes”, indica Tamayo. Además, ayuda a que el intestino se mueva más lentamente, lo que produce que el paciente se sienta saciado la mayor parte del día y, por lo tanto, “ingiere menos cantidad de alimentos y menos calorías”, añade.

HPS aplica un tratamiento integral, con un equipo médico multidisciplinar

El número de dosis y la duración del tratamiento depende de cada caso concreto y es analizado por diferentes especialistas antes de comenzar. Se administra en dosis que se inyectan una vez al día, a nivel subcutáneo y de forma similar a la insulina, con una aguja microscópica de apenas 6 milímetros que no producen dolor. Al paciente se le explica cómo hacerlo para que, una vez administrada la primera dosis, pueda continuar en su casa. 

La duración del tratamiento es variable y puede oscilar entre 6 meses y año y medio, según cada caso. El Doctor Tamayo incide en la necesidad de desarrollar el tratamiento de una forma “integral” porque “cuando el paciente entiende los hábitos de vida, el tratamiento no solo va más rápido, sino que se mantiene en el largo plazo”. 

Aunque la eficacia del medicamento depende del peso del paciente, un buen porcentaje de ellos pierde más del 15% de su peso total, llegando en algunos casos hasta el 40%, asegura el Doctor Tamayo. Como con casi cualquier técnica para la pérdida de peso, puede existir efecto rebote leve, por ello es fundamental el trabajo del equipo multidisciplinar para ayudar al paciente a mantener un ritmo de vida saludable: “Lo normal es que continúe perdiendo peso incluso después de suspender el tratamiento”, indica el especialista.

La obesidad es todo un fenómeno complejo que involucra una respuesta del cerebro a los niveles hormonales, picos de insulina, alteraciones en la digestión y otras señales neurogénicas. El tratamiento integral logra llevar de manera consciente la alimentación y la vida saludable a otro nivel y, según Tamayo, “el cerebro es el mejor aliado para la pérdida de peso, por lo que entrenarlo y trabajarlo es vital”.  

En definitiva, interiorizar buenos hábitos y un asesoramiento y acompañamiento hasta que el paciente “se siente seguro para asimilar el cambio y seguir solo, con un nuevo modo de vida saludable”, concluye.