Manipulación, extorsión y mentiras. Las estrategias de los acosadores sexuales de menores son, por lo común, conocidas por la sociedad. Pero una investigación en la que colaboran la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universitat de València (UV) ahonda en las estrategias de los acosadores y se prepara para combatirlas, después de que este tipo de delitos hayan crecido en España un 79 % desde 2019, según la Fundación Anar.

«Son maestros del engaño», explica la coordinadora del proyecto Stoponsexgroom e investigadora del Departamento de Lingüística Aplicada de la UPV, Carmen Pérez. Lo que han hecho ella y su equipo de lingüistas es estudiar decenas de sentencias judiciales de casos de acoso sexual y chats anonimizados entre adultos y menores para así ver patrones que se repitan.

Se inspiran en la universidad galesa de Swansea, que desarrolló el mismo estudio en inglés. La investigación valenciana, encomendada por la Generalitat, pretende ver si las «estrategias comunicativas» de los delincuentes angloparlantes se desarrollan de la misma manera en lenguas como el castellano en el ámbito de internet.

«Hemos descubierto que hay un énfasis en la construcción de una realidad común, hay una especie de chantaje emocional», recalca Pérez. El término inglés para esta farsa de cortejo es grooming y en él se mezclan «cumplidos de índole sexual pero también manifestaciones de cariño» junto a promesas de futuro y preocupaciones puntuales por la vida del acosado.

Poco a poco, llegan las peticiones de contenido sexual, que pueden derivar en abuso o en derivación a redes de pederastia. Más tarde es el turno de la manipulación —los acosadores se suelen mostrar decepcionados con la víctima cuando esta no envía el contenido deseado— y el chantaje, afirmando que le contarán todo a sus padres si no acceden a sus peticiones.

«¿Y qué hacemos con esto? El segundo paso del proyecto es elaborar materiales de prevención para que realmente los jóvenes sepan cómo funcionan estas cosas. En un futuro proyecto, creáremos herramientas de detección de estos delitos», subraya Pérez.

En España, cualquier relación con un menor de 16 años es delito y desde 2013 hasta ahora aquellos relacionados con grooming, sexting y abuso sexual han crecido al tiempo que se han reducido, por ejemplo, la prostitución infantil y la pornografía.

Además, Pérez apunta que el 40 % de los casos de acoso sexual en línea no se denuncian cuando son descubiertos por los padres. A ellos, les dice que deben estar atentos a este tipo de situaciones, en las que el menor, que puede ser captado por acosadores en redes sociales, cambia de comportamiento.

Según la asociación Protégeles, el 44 % de los menores afirma haberse sentido acosado en internet. Las niñas sufren más ataques que los niños, aunque estos también son objetivo de acosadores y pederastas. Según Anar, en 2018 se atendieron 161 llamadas por casos de grooming, un 419,3 % más que en 2017. Y a partir de ahí crecieron todavía un pico más.

Por ello, Stoponsexgroom llevará a los institutos valencianos sus resultados para exponérselos a los menores que pudieran ser objetivo de acosadores. «Deben estar atentos a quién aceptan en Instagram o TikTok e incluso en los chats de videojuegos como Fortnite, donde también van estos acosadores», asevera Pérez, quien se muestra partidaria de redes sociales y videojuegos pero con precaución al usarlos.

La pandemia agrava los casos de acoso sexual en internet

La pandemia de covid-19 ha sido un campo de caza para los acosadores de menores en internet. «Este tipo de delito se ha incrementado muchísimo, sobre todo durante la pandemia. Como los niños no iban al colegio, su ventana al mundo era internet, y eso lo aprovechaban los acosadores para acorralar a la víctima y convencerla para que hagan lo que ellos quieran», cuenta Pérez. Para la lingüista, para atraparlos hay que estudiar sus estrategias comunicativas.