Noelia muestra las marcas que le dejó aquella noche. Ocurría hace 6 años. Su exnovio aprovechó que ella dormía para propinarle una brutal paliza. Después, trató de asfixiarla, primero con las manos y luego, con una almohada. Al ver que se resistía, la apuñaló 8 veces. Varias de esas puñaladas fueron en la cabeza. Consiguió salvarse fingiendo estar muerta. Una auténtica pesadilla de la que arrastra secuelas. Perdió la audición de un oído y tiene problemas neurológicos. Pero es el daño psicológico el que más pesa. Hoy, tras 6 años en la cárcel, su agresor volverá a pisar la calle en su primer permiso penitenciario. Y lo peor es que viven a apenas diez minutos de distancia el uno del otro. Con él tan cerca Noelia se siente desamparada. Tiene una orden de alejamiento, pero para ella es un mero papel.
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