Laura Cabello, una malagueña de Alhaurín de la Torre de 23 años, lleva confinada en Sicilia, donde estaba de vacaciones, desde el lunes después de dar positivo en hasta dos test de antígenos. En sus redes sociales ha denunciado las pésimas condiciones en las que está confinadarecluida en un hotel, supuestamente medicalizado para casos de Covid-19, pero en un estado de total abandono.

Esta enfermera veterinaria y voluntaria en la Protectora, según cuenta a este periódico, decidió aprovechar sus 15 días de vacaciones para ir a la isla italiana a visitar a unas amigas que viven allí. En Málaga se hizo un test de antígenos que resultó negativo, por lo que pudo coger un avión sin problemas. Sería un viaje de unos días, desde la noche del sábado hasta el martes que salía el avión de vuelta.

Este lunes, Laura acudió a una clínica italiana para realizarse el test de antígenos que necesitaba para coger un avión de vuelta a España. La prueba arrojó un resultado positivo que, en un principio, le extrañó, ya que se encontraba bien y, además, ya había pasado la Covid-19 el pasado agosto. Por ello, decidió hacerse un segundo test que confirmó que estaba contagiada. "De muy malos modales, me echaron de esa clínica y me mandaron a aislarme en un hotel", cuenta.

Sus amigas, educadoras voluntarias en Sicilia, dieron negativo por lo que decidió pagar un hotel y confinarse sola. Allí pasó dos días aislada, sin recibir ningún tipo de información y prácticamente sin comida ni artículos de primera necesidad. "Estoy con la menstruación y no tenía ningún producto de higiene femenina para cambiarme. Estuve con toallas, lavándolas en el lavabo hasta que unas compañeras me trajeron una bolsa a la puerta".

Por mediación de sus amigas y familiares consiguió que le hicieran una PCR, que también salió positiva. Después de numerosas discusiones en presencia de ella sobre qué debían hacer y dónde debían trasladarla, le comunicaron que la instalarían en un "hotel medicalizado" para atender a turistas contagiados, donde está confinada desde ayer.

Tal y como ha mostrado a través de fotos y vídeos, el supuesto alojamiento medicalizado está prácticamente abandonado, polvoriento, con camas sin colchones y con sillas encima... A Laura Cabello, la única huésped, la alojaron en una habitación sucia, con toallas repletas de polvo, sin agua en la cisterna, desprovista de productos de higiene y con un gel hidroalcohólico ya usado. Cuando intentó ducharse, se topó con que de los grifos solo sale agua fría y amarillenta.

Durante la noche le atendió un chico, el cual decía ser enfermero aunque en ningún momento aportó un documento que así lo acreditase, que se paseaba sin mascarilla y sin guantes por el pasillo. "Yo tenía bastante miedo, no he podido dormir nada. Es terrorífico, todas las habitaciones están abandonadas", explica Laura. "El hombre paseaba pegado a mi puerta; salí y me lo encontré de frente en la puerta de mi habitación, no sé si estaba vigilándome".

Esta mañana ha venido un sanitario vestido con EPI, también sin identificarse, del que solo sabía que era el "doctor" porque la enfermera del turno de mañana así se lo ha informado. "El doctor le ha preguntado por mis constantes, la temperatura, saturación, tensión... ella le ha dicho que todo bien, todo normal y a mí no me había tomado nada". El facultativo finalmente ha acabado comprobando sus valores porque la sanitaria respondía a las preguntas con generalidades.

Laura es asmática aunque, afortunadamente, el contagio solo le ha producido ciertos dolores de cabeza que no la incapacitan. "Por esa parte, menos mal. Si llego a estar mala o a pasarme algo... aquí lo único que tienen es Paracetamol, las neveras están vacías".

Las últimas indicaciones que le han dado son que debe encargarse de limpiar de su cuarto porque no cuentan con "servicio de habitaciones" y que, si tiene opción, sus conocidos pueden acercarse a traerle comida o productos de limpieza.

Sin ayuda del consulado

Laura decidió contactar con el consulado español en Palermo. Pese a las serias dificultades para comunicarse ya que no hablaban español ni inglés, esta malagueña consiguió explicar la situación en la que se encuentra y pedir ayuda. "Me han dicho que la situación en Italia es así, que no se puede hacer nada, que van a llamar para que venga el médico pero que no pueden hacer nada más".

"Yo no estoy pidiendo volver, quiero volver cuando no ponga en riesgo a nadie y tenga mi PCR negativa. Pero no creo que estas sean unas condiciones óptimas para alojarme, ni un cuidado", reclama esta malagueña, que solo sabe que tendrá que guardar cuarentena mínimo durante ocho días y volver a repetirse la prueba. "No sé hasta cuando me voy a quedar, porque si sigo dando positivo no puedo sacar un vuelo con una fecha determinada".