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Salud

Un canario aplica en Arabia Saudí una técnica eficaz para el cáncer de pleura

El doctor Norberto Santana logra aumentar la supervivencia de los enfermos con quimioterapia a altas temperaturas | El tratamiento no se emplea aún en España

En el centro de la imagen, el doctor Norberto Santana, junto con su equipo, en un quirófano del Hospital King Faisal Specialist and Research Center, en Arabia Saudí. | | LP/DLP

Mejorar la supervivencia de los pacientes aquejados de cánceres que afectan a la pleura. Este es el objetivo que persigue el doctor grancanario Norberto Santana, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital King Faisal Specialist and Research Center, en Riad –Arabia Saudí–, junto con su equipo. Y es que el centro aplica desde 2019 la quimioterapia intratorácica hipertérmica, un tratamiento que aún no se emplea en España y que permite administrar fármacos en el interior de la cavidad pleural. El profesional presentó sus características el pasado lunes, 28 de junio, en el marco de una conferencia virtual organizada por el Hospital Universitario de Santiago de Compostela, bajo el paraguas del programa Compostela Thorax.

La pleura es una membrana que recubre los pulmones y la cavidad torácica y, según explica el facultativo, es muy rica en vasos sanguíneos, por lo que es frecuente que en ella se produzcan metástasis de tumores que proceden de otros órganos. «Para abordar las neoplasias, hemos puesto en marcha un programa que se basa en cirugía de citorreducción y que posibilita quitar todo lo que se pueda de masa tumoral. Normalmente, hay que hacer una pleurectomía –extirpar parte de la pleura–, pero a veces es necesario quitar también el diafragma y reconstruirlo o, incluso, el pericardio», apunta el cirujano.

Posteriormente, se procede a administrar la quimioterapia intratorácica. «Colocamos cuatro tubos. Dos de ellos, llevan la quimioterapia al interior de la pleura, pues se suministra a través de una bomba, que es la que la va inyectando y calentando a temperaturas que oscilan entre los 41 y los 43 grados centígrados, lo que altera las membranas celulares, sobre todo las de las células malignas. Las normales, en cambio, pueden resistir temperaturas más elevadas», detalla. Este efecto hace que los medicamentos penetren más fácilmente.

Los otros dos tubos se encargan de extraer el líquido, de tal forma que se pueda mantener un circuito de calentamiento, entrada y salida, durante, aproximadamente, 90 minutos. «También colocamos dos termómetros dentro de la cavidad pleural que monitorizan constantemente la temperatura a la que entra y sale la quimioterapia», añade.

Con estos tratamientos se intenta mejorar la calidad de vida de los afectados, pero para potenciar sus beneficios, pueden ser combinados con la quimioterapia intravenosa. De hecho, los enfermos suelen recibir primero cuatro ciclos de esta última para después pasar a la cirugía y, a partir de ahí, acceder a la quimioterapia intratorácica. «El siguiente paso es continuar con la radioterapia, aunque cada vez es más frecuente recurrir a los tratamientos personalizados o dirigidos hacia un gen determinado. Todo esto está formando un conglomerado de terapias que, hasta ahora, no se estaban utilizando para esta clase de enfermedades y que están dando buenos resultados», sostiene el experto, quien también advierte que, a pesar de que se está abriendo una nueva vía esperanzadora para los afectados, «aún hace falta investigar».

El facultativo cree que las Islas cuentan con los requisitos necesarios para implantar la terapia

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Hasta el momento, han sido tratados ocho pacientes, pues los criterios de selección son bastante estrictos. «Deben ser personas menores de 70 años que presenten un buen estado nutricional. Hay que tener en cuenta que, en el caso de los pacientes que tienen enfermedades oncológicas de este tipo, es difícil cumplir estos requisitos» apunta el especialista. Además, la técnica está fundamentalmente dirigida a las personas que tienen tumores primarios en la pleura, como pueden ser los mesoteliomas, que son muy agresivos, pero también es apta para los cánceres que afectan a la membrana y que se originan en otros órganos como los pulmones, las mamas o los ovarios.

No obstante, el King Faisal Specialist Hospital and Research Center ha puesto en marcha un ensayo con personas jóvenes que tienen afectación en la pleura como consecuencia de un sarcoma, un tumor que se origina en los huesos y en partes blandas. «Cuando finalicemos, será muy importante evaluar los resultados a largo plazo», apunta el médico grancanario.

A juicio del doctor Santana, Canarias es un sitio ideal para implantar la quimioterapia intratorácica hipertérmica, ya que su manejo solo requiere contar con centros especializados, cirujanos torácicos interesados en realizar la técnica y equipos de oncología dispuestos a colaborar en los tratamientos. «Las Islas tienen hospitales muy bien preparados y en ellos trabajan profesionales excelentes, por lo que pienso que no sería complicado», asevera.

Los pacientes deben ser menores de 70 años y presentar un buen estado nutricional

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Cabe resaltar que, tal y como asegura Santana, no se trata de una técnica nueva. En realidad, ya han pasado más de dos décadas desde su nacimiento, pero no ha habido demasiados ensayos clínicos que contribuyan a evidenciar su grandes beneficios. «A pesar de que ha pasado mucho tiempo, sigue siendo una gran desconocida. Afortunadamente, parece que cada día se está avanzando un poco más en esta materia y, por mi propia experiencia, puedo decir que es un tratamiento seguro y capaz de mejorar la supervivencia», subraya.

Los pacientes que sufren neoplasias malignas en la pleura tienen una esperanza de vida bastante reducida y, dependiendo de los tratamientos y del tumor que padezcan, la supervivencia puede rondar entre los tres y los 18 meses. «Desgraciadamente, son patologías más frecuentes de lo que se cree. En España se desconoce cuál es exactamente la cifra de afectados, pero en Estados Unidos se estima que cada año se detectan más de 150.000 casos», sostiene el sanitario.

Consciente de que la curación aún no es posible, el médico se muestra contundente al decir que no se pueden ofrecer «falsas esperanzas», por lo que es fundamental explicarles a los enfermos que el tratamiento está destinado a prolongar su supervivencia. «Sabemos que no vamos a curar a ningún paciente, pero sí podemos alargar su esperanza de vida. Por tanto, es necesario que comprendan en qué consiste la terapia», apunta.

Un programa en desarrollo

El programa de Quimioterapia Hipertérmica Intraperitoneal (Hipec) fue introducido en el Hospital King Faisal por el doctor Tarek Amin, quien enseñó la técnica al cirujano Norberto Santana. «Cuando adquirí los conocimientos, implanté un nuevo programa de cirugía de citorreducción combinado con la quimioterapia intratorácica hipertérmica», explica el facultativo grancanario. «Lo que queremos es que el programa vaya creciendo. Esta semana he tratado a dos pacientes con mesotelioma y a otro con sarcoma y no ha habido complicaciones», agrega. | LP/DLP

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