Ha muerto nuestro compañero Heriberto Suárez Falcón, profesor del área de Economía Financiera y Contabilidad.

Aunque apenas he tenido la oportunidad de compartir mucho tiempo con Heriberto Suárez, ha sido suficiente para conocer el inmenso capital humano con el que cuenta nuestra ULPGC.

Jin Taira me avisó a primera hora de ayer sábado; sabía desde la noche anterior que su fin era cuestión de horas. Como consecuencia de una fibrosis pulmonar en fase terminal, pendiente de entrar en un programa de trasplante de pulmón. Ha muerto renunciando a la invalidez y obviando bajas, y siempre trabajando. Corrigiendo exámenes hasta hace pocos días con una bombona de oxígeno que le acompañaba a todas partes, ya que apenas tenía capacidad de respirar. Nadie se explica, ni yo como médico, como ha sido capaz de estar trabajando hasta el final de sus días en este curso 2020-21.

Era un excelente docente, de los mejores, muy querido por sus estudiantes y compañeros de Departamento y Facultad, a la vez vinculado con la gestión de la investigación a través del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Sostenible (TIDES), donde también le adoraban.

Ayer acudí a El Palmar, en Teror, con José Luis Trenzado y Tania Pérez Yánez, cuya familia está muy unida a la de Heri, a visitar a los padres en su finca. Y tuve la oportunidad de hablar con sus padres Paco y Paca que, con más de 80 años, estaban lógicamente muy consternados; sobre todo él, aunque para ella la procesión iba seguro por dentro. Tras un abrazo, que nunca olvidaré, estuvimos un buen rato hablando y conversando sobre su hijo, el amor a su trabajo y a la ULPGC, Guaguas Municipales, a las que el patriarca dedico su vida y dónde también trabajó y continuaba vinculado Heriberto, el campo y las papas, la Virgen del Pino y la vida en general, intercambiando también con otros familiares y amigos, en ese marco incomparable del Palmar.

Más tarde, en el Tanatorio coincidimos con compañeros de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, incluidos el Decano, Juan Manuel Benítez, y la vicedecana María Victoria Ruiz, así como del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad, incluida su directora Manuela Hernández y su secretario José Juan Déniz, con quienes entramos en el velatorio. También había compañeros del TIDES y todos coincidíamos en la necesidad de hacerle un gran homenaje.

Su mujer, Loli, me recibió emocionada, me transmitió fortaleza, confianza, y su hermano Fernando estaba muy afectado, casi como su padre Paco. Ellos me contaron el calvario del pobre Heriberto en los últimos tiempos, pero también su carácter jovial, la eterna sonrisa que mostraba y su inmensa humanidad. Toda la familia, amigos y compañeros le han empezado a mostrar masivamente su afecto y a lo largo del día de hoy el tanatorio ha sido una cola interminable de allegados que querían despedirse de Heri, que continuará hasta pasadas las diez de la noche de hoy.

Me he dado cuenta de la fuerza y tenacidad de Heriberto y de su gran capacidad de trabajo, un hombre canario bueno, un docente excepcional y una persona extraordinaria. La ULPGC ha sufrido una gran pérdida. Me siento muy afectado y creo que es un día muy triste para nuestra comunidad universitaria. Tenemos que perpetuar la memoria de profesores como Heriberto Suárez Falcón que saben cómo transmitir el valor de la enseñanza y son capaces de morir con la tiza (o el teclado) en la mano y son tan queridos por todos los de su entorno.

La ULPGC nunca olvida a sus héroes. Tus órganos, me cuentan, ya han empezado a iluminar otras vidas.

Sean estas palabras una muestra del pésame de todo el equipo Rectoral para su esposa Loli, sus padres Paco y Paca, su hermano Fernando, cuñada, sobrinos, familiares, amigos, amigas, compañeros, compañeras y estudiantes. Descansa en paz querido Heri.