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Salud

El Insular mantiene la media anual de trasplantes renales a pesar de la crisis

El centro hospitalario realizó 71 intervenciones de este tipo en el transcurso del pasado año y ya suma un total de 606 desde su implantación hace 14 años

De izquierda a derecha, José Blanco, José Armas, Ernesto Fernández y Ruperto Vega. | | JUAN CASTRO

El Hospital Universitario Insular de Gran Canaria ha realizado un total de 606 trasplantes renales desde el 26 de mayo de 2007, fecha en la que tuvo lugar la primera intervención de estas características en el centro sanitario y en la Isla, gracias a la solidaridad de un donante fallecido. Cabe resaltar que el espacio ha ido incrementando el número de trasplantes efectuados hasta alcanzar una media de 70 cada año, un dato que no solo es similar al que registran otros grandes centros del territorio nacional con mayor experiencia en esta materia, sino que pudo mantenerse en 2020, a pesar de la pandemia de coronavirus. «El año pasado fue uno de los peores que se recuerdan en España para los trasplantes, pero gracias a las estrictas medidas, a los protocolos de seguridad y a la menor incidencia acumulada en nuestra comunidad, el complejo pudo mantener la actividad trasplantadora de años anteriores y alcanzar los 71, mientras que otras unidades de la Península se vieron forzadas a la suspensión temporal», informó ayer el doctor Ernesto Fernández, especialista en Nefrología y responsable del equipo de Trasplante Renal. Solo en el primer semestre de 2021 se han realizado 46.

Aunque el balance es positivo, para el personal que participa en el Programa de Trasplante Renal no ha sido fácil trabajar en plena crisis sanitaria. En este sentido, el enfermero responsable de la Unidad de Trasplantes, Ruperto Vega, señaló que la tarea más complicada que han tenido que asumir ha sido organizar a los equipos. «Todos los profesionales han hecho un gran esfuerzo y esto se ha traducido en un buen trabajo», recalcó. Para después hacer hincapié en el importante papel que desempeñan los donantes y las familias. «Sin esas personas y sus familiares, nunca hubiera sido posible llegar a los 600 trasplantes», valoró el sanitario. De hecho, el pasado año, Canarias anotó 50 donantes por cada millón de habitantes, lo que llevó a la región a ocupar la tercera posición en el ranking de comunidades españolas. Además, el Hospital Insular registró un récord de donaciones, al aunar 28.

Lo cierto es que el Programa de Trasplante Renal comenzó a gestarse en 2006, en un momento en el que solo se realizaban trasplantes de este órgano en Tenerife. «La antigua jefa de servicio de Nefrología de este complejo tuvo siempre la ilusión de poder trasplantar aquí. Según la normativa, una vez se alcanzaran los dos millones de habitantes en la comunidad, se podía optar a un segundo centro trasplantador. Ese mismo año, empezamos a preparar el dosier de nuestra candidatura», recordó el jefe de la sección de Urología, José Armas. Fue a finales de 2006 cuando el hospital logró obtener, por fin, la autorización para ser el centro de referencia de la provincia de Las Palmas. «Los que formábamos parte del equipo, tuvimos que salir fuera para formarnos. Fue un camino arduo, pero muy bonito», detalló.

Con el paso de los años, no solo han mejorado las técnicas quirúrgicas, sino que se ha logrado avanzar en las técnicas de detección de anticuerpos y en los protocolos de los tratamientos de rechazo e inmunosupresión. «Esto es parte de la evolución natural del trasplante, pero ha sido algo continuo y complejo. Nuestro objetivo es seguir evolucionando y, de momento, los resultados están respondiendo a nuestras expectativas», anotó el doctor Ernesto Fernández.

Asimismo, el urólogo José Armas celebró que, en la actualidad, es posible implantar riñones que no se encuentran en perfecto estado gracias a la cirugía de banco, una técnica que permite someter al órgano a tratamientos previos para reparar los daños antes de trasplantarlo. «Antes teníamos que rechazarlos, pero nuestra curva de aprendizaje nos facilita ahora optimizarlos y ya llegamos a desechar menos de un 5%», enfatizó.

Por lo que respecta a la supervivencia de los enfermos, Fernández comunicó que el último registro presentado en el Congreso de la Sociedad Canaria de Nefrología, es muy similar al de la Sociedad Catalana de Trasplantes, e incluso, ligeramente superior. «Hablamos de un 90% de supervivencia del paciente a los cinco años y de un 88% la del injerto renal. Esta supervivencia es casi la misma que había quedado constatada en los primeros años de nuestra actividad, pero en el Insular más de la mitad se ha hecho en los últimos seis», explicó el especialista. Por esta razón y, teniendo en cuenta que se trata de un programa que nació hace 14 años, valorar la supervivencia a 10 y 15 años después de recibir el órgano «es relativamente complicado».

Hay que decir que en las últimas décadas han cambiado tanto los perfiles de los receptores como los de los donantes. Y es que los primeros son ahora mayores y con más patologías, si bien los donantes también han incrementado su media de edad, pues ha pasado de estar cifrada en 40 años a los 60 que marcan las estadísticas actuales. «Se han producido muchísimos cambios, pero nuestro propósito es seguir creciendo y superar el número de trasplantes del año pasado», aseguró José Blanco, responsable de la coordinación de Trasplantes.

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