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Análisis

Marginados digitales

La alfabetización digital es la capacidad que tenemos los humanos para desenvolvernos en el ámbito tecnológico. Esto implicaría buscar y analizar información usando las TIC, así como ser capaces de responder utilizando esos mismos medios digitales. Y con esto me estoy refiriendo al aspecto más básico y no al profesional, el de andar por casa, el de usuario y ciudadano.

La semana pasada me llamó angustiado un familiar que tenía que realizar el pago de la matrícula de su hijo y no sabía cómo hacerlo. El caso suyo no es único, muchas familias se las están viendo «canutas» para realizar trámites que para la Administración y la banca parecen sencillos pero que para muchas personas no lo son tanto. Mi mujer fue a la delegación de una empresa de una máquina que se utiliza mucho en nuestras cocinas y cual fue la sorpresa que ya dejaba de vender los repuestos en el local sino que había que hacerlo a través de la tienda online. Y de la Sanidad, donde muchas patologías son atendidas telefónicamente y sin salir de casa, «encubriendo» en muchas ocasiones patologías más graves que nunca pueden ser descubiertas a través de la línea telefónica. En Educación, donde con el fin de garantizar el derecho a la educación de todo el alumnado, de evitar situaciones de desigualdad y proporcionar una enseñanza de calidad dentro de un modelo de escuela inclusiva, la Administración ha creado el Proyecto Integrado de Enseñanza en Línea, para la atención educativa al alumnado con alguna enfermedad o impedimento para asistir presencialmente a clase. Un proyecto que me parece fantástico.

Pero estamos convirtiendo todo «en línea» sin darnos la oportunidad de adaptarnos a ello. ¿Nos hemos planteado si todo lo online es lo más adecuado? ¿La escuela es más inclusiva si somos capaces de atender a los alumnos que no pueden asistir a través de una cámara? ¿Y la presencialidad? ¿Es mejor hacer nuestras gestiones administrativas y bancarias a través de lo digital? ¿Estamos preparados para asumir estos retos? ¿Alguien ha formado a la sociedad o los cambios van por delante de la sociedad?

Indiscutiblemente ni las familias están preparadas para las clases semipresenciales y online, ni están formadas para poder resolver la burocracia de la Administración y de la Banca sin alguien que les atienda, las guíe, las acompañe en esos trámites. Muchas de ellas no son capaces de gestionar de forma autónoma sus necesidades, apenas seleccionan y filtran canales de información porque no saben ni distinguir las «fake news» ni conocen las herramientas y los soportes que necesitan para ello.

Esto está acarreando que el número de «marginados digitales» cada día vaya creciendo, porque no es que estas personas no sepan utilizar un dispositivo móvil, sino que no están preparados, ni han sido formados para otros menesteres más que para dar me gusta o compartir mensajes. Estos marginados digitales no son nada más y nada menos que analfabetos digitales, porque nadie antes les ha formado.

La UNESCO define la alfabetización mediática e informacional como aquella formación que nos da respuestas a preguntas como estas: ¿Cómo podemos acceder, buscar, evaluar críticamente, usar y aportar contenido de manera inteligente, tanto en línea como fuera de línea? ¿Cuáles son nuestros derechos en línea y fuera de línea? ¿Cuáles son los problemas éticos que rodean el acceso y uso de la información? ¿Cómo podemos relacionarnos con los medios y las TIC para promover la igualdad, el diálogo intercultural e interreligioso, la paz, la libertad de expresión y el acceso a la información?

La Unesco afirma también que «hay que dotar a los ciudadanos de los conocimientos básicos sobre el papel de los medios de comunicación y los dispositivos de información en las sociedades democráticas, siempre que esa función esté correctamente desempeñada y los ciudadanos puedan evaluar de forma crítica la calidad de los contenidos que se transmiten. Además, la alfabetización mediática e informacional abarca un conjunto de competencias y conocimientos esenciales para los ciudadanos del siglo XXI: les dará, en efecto, la posibilidad de participar en el sistema mediático, desarrollar su espíritu crítico y adquirir conocimientos a lo largo de la vida para participar en el desarrollo de la sociedad y convertirse en ciudadanos activo».

¿No creen ustedes que nos queda mucho por andar? ¿No tendremos que preparar bien a los ciudadanos antes de lanzarlos al mundo virtual sin paracaídas?

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