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Crisis del coronavirus | Situación sanitaria en Canarias

La estancia media de los pacientes intubados en UMI es de tres semanas

Los profesionales del Hospital Insular hacen un llamamiento a la vacunación tras registrar el pico máximo de asistencia en el área, donde hay 27 enfermos covid

Una sanitaria atendiendo ayer a una paciente con coronavirus en la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Los efectos de la quinta oleada no han pasado inadvertidos en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, que vive el pico máximo de asistencia desde el inicio de la pandemia con un perfil de pacientes aquejados de coronavirus cada vez más joven. La estancia media de los que precisan intubación ronda las tres semanas, mientras que aquellos que pueden mantener la capacidad de oxigenar con la ayuda de ventilación de alto flujo pasan menos de siete días en el área. Ahora mismo, más del 50% de los ingresados forma parte del primer grupo.

El espacio está saturado, por lo que el centro ya ha activado el nivel 3 del plan de contingencia. Y es que, hasta ayer, de las 32 camas que hay en la Unidad, 27 las ocupaban enfermos con la infección por SARS-CoV-2 –los dos últimos ingresaron durante la mañana–, lo que ha vuelto a obligar a hacer uso del área de Reanimación y Despertar para asistir a las personas que sufren otras complicaciones. Ahí había este jueves cinco pacientes.

Ya desde la pasada semana, el hospital vivía una situación compleja. De hecho, la noche del miércoles, 28 de julio, hubo que poner en marcha el nivel 2 del plan. Sin embargo, el número de altas registradas en el transcurso de 24 horas permitió retroceder al día siguiente al nivel más bajo, a pesar de que había 21 personas afectadas por el microorganismo en críticos. En Reanimación permanecían otras seis por causas ajenas al covid.

Nueve de cada diez enfermos que ocupan una cama de críticos no están inmunizados

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«El plan de contingencia funciona muy bien e incluye una coordinación muy estrecha entre el servicio de Anestesia y la UMI. Esto nos permite derivar pacientes a Reanimación a medida que ingresan enfermos con covid, lo que hace posible mantener una asistencia digna para todos los pacientes críticos del hospital», detalló Juan Carlos Martín González, jefe del servicio de Medicina Intensiva del complejo grancanario.

No obstante, según precisó José Ángel Alcaraz Jiménez, supervisor de Enfermería de la UMI, está acción tiene repercusiones en la actividad hospitalaria. «El hecho de trasladar a un paciente que tiene que estar en intensivos a la zona de Reanimación y Despertar significa limitar las posibilidades de someterse a una intervención quirúrgica a las personas que pueden necesitarla. Esto es importante reflejarlo, ya que la sociedad tiene que conocer esto», acentuó el profesional. Desde el centro garantizaron ayer que se han mantenido las operaciones urgentes y las oncológicas. Otras, en cambio, han tenido que ser reprogramadas para poder responder a la demanda asistencial.

La vacunación, sumada a las medidas de seguridad, se ha consolidado como la mejor arma para combatir el virus. Por esta razón, uno de los datos que más preocupa a los sanitarios es que nueve de cada diez pacientes que precisan ingreso en la UMI del hospital por la actividad del microorganismo no están vacunados contra el patógeno, o bien, no han completado la pauta pertinente para estar inmunizados frente a la afección que provoca. «Algunos no han tenido la oportunidad de hacerlo, pero otros no lo han hecho porque no han querido», explicó el intensivista, que no dudó en poner en valor las ventajas que tiene la vacunación. «Es muy difícil que los pacientes vacunados con pauta completa lleguen a intensivos y, cuando lo hacen, generalmente es porque el cuadro clínico va asociado a otros factores de riesgo», advirtió el doctor.

Asimismo, la llegada de pacientes jóvenes es una de las experiencias que más capta la atención del gremio. «Estamos atendiendo a muchísimas personas de entre 30 y 50 años y cada vez baja más la edad. Nos sorprende que tengan que llegar a cuidados intensivos personas jóvenes por no cuidarse, sabiendo que las medidas de protección están claras y que la vacuna está ahí para quien la quiera», subrayó el supervisor de Enfermería.

Hay que señalar que la obesidad es uno de los factores de riesgo que se está observando entre este colectivo y que inquieta a los que cada día trabajan en la Unidad, ya que dificulta en muchas ocasiones la mejoría de los enfermos. «En general, los más jóvenes tienen una mejor respuesta que los mayores, pero eso no impide que haya algunos que puedan entrar en un estado muy grave y que lleguen, incluso, a fallecer. La obesidad se está convirtiendo en un factor devastador y hay muchos jóvenes obesos que están muy mal», informó el jefe del servicio. «Puede parecer que los jóvenes son inmunes, pero no lo son», recordó.

El colectivo ya suma casi un año y medio de batalla, por lo que el cansancio ya pesa. Conscientes de que ahora están viviendo «la peor ola», los profesionales apelaron a la responsabilidad social para poder frenar los contagios y, por ende, los ingresos. «Esta oleada nos pilla agotados y con parte del personal de vacaciones. Solo pedimos a la gente que se proteja y que se vacune porque tenemos a muchos pacientes debatiéndose entre la vida y la muerte y algunos se han arrepentido de no haber recurrido a la inyección en el momento de ingresar», recalcó Martín.

Alcaraz asegura que el escenario «hubiera sido apocalíptico» si Delta hubiera llegado sin vacunas

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Las previsiones no son optimistas. Al menos, a corto plazo. «Esta avalancha va a tener repercusiones. Es posible que a nivel epidemiológico hayamos alcanzado el pico, pero en intensivos esto se vive unos 15 días más tarde, por lo que puedo prever que vamos a estar un mes más con mucha presión», apostilló el especialista del Hospital Insular.

Unas palabras que secundó Alcaraz, que además remarcó que, si la variante Delta hubiera llegado cuando aún no se había iniciado la campaña de vacunación, «el escenario actual podría haber sido apocalíptico».

DATOS

84% Enfermos con covid

Hasta ayer, de las 32 camas que hay en el área de críticos del Hospital Insular, 27 las ocupaban pacientes con Covid-19, lo que se traduce en el 84% de la capacidad de la Unidad. 

50% Pacientes intubados

Más del 50% de los enfermos con la infección por SARS-CoV-2 que permanece en la UMI del Insular precisa intubación para poder respirar. El resto necesita ventilación de alto flujo. 

30-50 Años

Según indican los sanitarios, cada vez es más reducida la edad de las personas que sufren la afección y llegan a la UMI. La franja predominante oscila entre los 30 y los 50 años. 

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