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Medioambiente

Gran Canaria, sol y charcos

El litoral alberga 42 piscinas de naturaleza volcánica, la mayoría fruto del ingenio local | Luengo aboga por controlar el aforo y ser «humildes» en su intervención

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Charcos de marea de Gran Canaria Juan Carlos Castro

Gran Canaria tiene catalogados 24 charcos de marea repartidos a lo largo de su litoral, aunque es la costa de Gáldar la que concentra su mayor riqueza. A diferencia de otras islas, una de sus singularidades es que son en su mayoría construidos, no naturales, fruto de un «ingenio local» tremendamente respetuoso con el paisaje. Así lo asegura el arquitecto Alberto Luengo, uno de los mayores especialistas en estos espacios de naturaleza volcánica del Archipiélago, que ha plasmado décadas de pormenorizado estudio en el libro Charcos de marea de Canarias, editado por la Consejería de Turismo del Gobierno Autónomo, para dar a conocer a la población y poner en valor esta riqueza patrimonial de la costa canaria.

«Los charcos de marea no son una asignatura que se da en la universidad porque, tradicionalmente, en Canarias los ha construido el ingenio local, la sabiduría empírica de los vecinos de cada núcleo costero, con unos recursos muy limitados y con resultados sorprendentes. A nivel de funcionamiento hidráulico, son una maravilla».

Charcones del Puertillo. Juan Castro

Luengo cita como ejemplo más singular de charcos construidos en Canarias, la costa norte de Gran Canaria, principalmente Gáldar, que cuenta con más de 20 charcos, construidos en su mayoría, «con un poco de obra y súper bien adaptados al lugar», señala el arquitecto. «El último que se construyó en Gran Canaria es el de Las Salinas en Agaete, donde hay intervención de profesionales, pero los charcos locales no tienen que envidiar nada a los profesionales, están perfectamente adaptados al paisaje. Para mi son una isla dentro de otra isla, totalmente desconocida, a lo mejor hay un cierto caos y desorden urbanístico, pero en el caso de los charcos están súper bien ejecutados».

El plan director de charcos de marea de Canarias, desarrollado por Turismo, contempla la intervención de 117 charcos de marea repartidos por toda Canarias, de los cuales 10 están en Gran Canaria. En este sentido, Alberto Luengo, que agradece a la Dirección General de Ordenación Turística del Gobierno de Canarias el interés prestado a los charcos de marea, señala la necesidad de ser «muy cautos» con el nivel de intervención en estos espacios costeros. «Hay que tener mucho cuidado porque corremos el riesgo de morir de éxito. La clave está en no introducir un exceso de obra, ser tan humildes como los locales que hicieron los charcos».

El Romancillo.

La medida que, a su juicio se debe poner en marcha, es la del control del aforo a los charcos. «Por ejemplo, en los Charcones de Bañaderos en verano pueden pasar al día dos y tres mil personas; y en San Cristóbal cientos de personas». De resto, «salvo resolver algún problema de acceso, no se deben intervenir». Comentó el caso singular de Los Charcones en Lanzarote, «un paisaje de interés mundial, con 150 charcos con todo tipo de formas, colores y tamaños, donde no hay que intervenir de ninguna manera».

Luengo, por otra parte, es partidario de ofrecer alternativas de charcos nuevos. «Aparte de los que hay, existen situaciones en el litoral canario que permiten consolidar nuevos charcos sin necesidad de grandes inversiones». Puso como ejemplo el caso más reciente que son los tres vasos de los charcos de la playa de La Laja, construidos sobre la playa fósil. «Al inicio los surfistas se opusieron, pero ahí no pasa nada, porque lo que se hizo fue excavar, no se metió obra que alterara el trazado de la ola. Tal es así que al día hay cientos de personas que disfrutan de ese charco, construido hace unos seis años», apunta el experto, que ha propuesto para Tenerife la construcción del charco de Las Américas, «un caso idéntico al de la playa de La Laja, que es simplemente excavar la playa fósil».

El Charcón de Gáldar.

En Gran Canaria, hay 42 charcos de marea, con 60 vasos, que se dividen entre los naturales (19), que no tiene ningún tipo de intervención -«entiendo que se deben mantener en su estado original»-; los mixtos (17), que mantienen sus fondos originales pero se han cerrado con un muro, -«mantienen la biología del charco original»-; y, por último, el charco artificial (6), «en el que el fondo se hormigona, con lo cual la biología del interior del charco desaparece».

La zona con más piscinas de origen volcánico es el Noroeste de la Isla, con 24 piscinas y 38 vasos. Destacan desde el Charco de La Aldea (natural), que tiene una masiva afluencia de visitantes el 11 de septiembre, día en la que se celebra la famosa Fiesta del Charco.

El Charco de las Salinas en el Puerto de Las Nieves en Agaete (artificial de rebosadero y estancadero con 3 vasos), es el de más reciente creación, con una intensidad de uso alta.

Los más importantes se ubican en el municipio de Gáldar: desde el Charcón, mixto de rebosadero, ubicado en Punta de Gáldar, con 3 vasos, ligado al núcleo urbano, al borde del acantilado de unos 20 metros de altura, con una intensidad alta de uso. El Charco de La Furnia, mixto de rebosadero, con una intensidad de uso media, aunque se intensifica en verano. También destaca el Charco Bocabarranco, mixto de rebosadero, en la zona de El Agujero, con una intensidad de uso alta; o el Charco del Agujero, mixto de rebosadero, también muy frecuentado.

En Santa María de Guía sobresale el Charco Roque Prieto, mixto de rebosadero con dos vasos, ubicado al este de la Punta de Guanarteme y encajonado entre un acantilado y el Risco de Roque Prieto. Es uno de los más importantes de la costa norte.

En la zona noreste, hay contabilizados siete charcos y nueve vasos. De éstos sobresalen, entre otros, el del Altillo, en el municipio de Moya, mixto de rebosadero, con una intensidad media de uso, situado en el frente del asentamiento litoral del Altillo. Se accede a través de un callejón entre edificaciones disponiendo de un solario en solera en la trasera del charco. Aunque en dicha zona se haya el más conocido y concurridos en verano -puede concentrar miles de usuarios al día-. Se trata de los Charcones del Puertillo, en Bañaderos (Arucas), mixto con dos vasos.

De la zona Este y Sur, cabe resaltar el más joven de todos, los Charcos de La Laja en la capital grancanaria. Artificial, cuenta con tres vasos, dos de ellos de forma rectangular están calzados al interior con obra de hormigón en masa, y el charco superior de menor fondo se utiliza para los niños, disponiendo de solario de hormigón y una gran zona verde, estando sin restaurar el talud superior.

Entre los charcos naturales está el de La Restinga, en Jinámar (Telde), situado debajo de la playa de Bocabarranco. Se trata de un espacio circular en rada longitudinal, de baja intensidad de uso, al que se accede por el viario rodado del centro comercial desde el enlace a la GC-1 en Jinámar. Cuando hay mala mar es peligroso.

En el municipio de Agüimes, en Arinaga, se encuentra el Charcón de Arinaga o Soco del Negro, un espacio mixto, que conserva en su interior el fondo natural de la rasa y en su cola hay una playita de arena negra que se llena a la pleamar.

En el Sur, los más conocidos son la Charca de Maspalomas (natural); o el Charco de Arguineguín, artificial con playa de arena.

Naturales, mixtos y artificiales

 ZONA NOROESTE

Charco de La Aldea, en San Nicolás (natural); Charco de Las Salinas, en Puerto de Las Nieves en Agaete (artificial); Charco Playa Canaria en Gáldar (mixto); Charco Punta Sardina en Gáldar (natural); Charco de Los Espejos, en Barranquillo del Vino, Gáldar (natural); Charco del Roquete en Barranquillo del Vino, Gáldar (natural); Charco del Burgadito en Barranquillo del Vino, Gáldar (mixto); Charco del Vino en Barranco del Vino, Gáldar (natural); Charco del Espejo o del Hoyo en Barranquillo del Vino, Gáldar (natural); Charco del Sobradillo en Gáldar (natural); Charcos Baja de Ortiz en Punta de Gáldas, Gáldar (natural); Charco del Charcón de Gáldar en Punta de Gáldar, Gáldar (mixto); Charco El Romancillo en Punta de Gáldar, Gáldar (mixto); Charco El Bufadero en Punta de Gáldar, Gáldar, (mixto); Charco Los Hoyos en Punta de Gáldar (artificial); Charco del Clavo en Gáldar (natural); Charco La Furnia en Gáldar (mixto); Charco Cueva de La Furnia en Gáldar (mixto); Charco de los Dos Roques en Gáldar (mixto); Charco de Bocabarranco, en el Agujero, Gáldar (mixto); El Charquito del Agujero en Gáldar (mixto); Charco del Agujero en el Agujero, Gáldar (mixto); Charco del Estrecho en Santa María de Guía (natural); Charco Roque Prieto en Santa María de Guía (mixto).

ZONA NORESTE

Charco del Salado en San Felipe, Santa María de Guía (natural); Charco de San Lorenzo en Moya (mixto); Charco del Altillo en Moya (mixto); Charco de Bocabarranco, en San Andrés, Moya (mixto); Charcones del Puertillo en Bañaderos, Arucas (mixto); Charco del Sombrero en Costa Bañaderos, en Arucas (natural); Charco de la Baja del Soldado, en Las Coloradas en La Isleta, Las Palmas de Gran Canaria (natural).

ZONA ESTE Y SUR

Charcos de La Laja, en Las Palmas de Gran Canaria (artificial); Charco La Restinga en Jinámar, Telde (natural); Charco Punta de la Mareta, La Garita 1, Telde (natural); Charco de la Garita, La Garita 2, Telde (natural); Charco del Cura y Bufadero de La Garita, en La Garita, Telde (natural); Charco de las Clavellinas en Melenara, Telde (mixto); Charco de Punta de las Monjas en Arinaga, Agüimes (natural); Charcón de Arinaga o Soco del Negro en Arinaga, Agüimes (artificial); Charcos Castillo del Romeral en San Bartolomé (artificial); Charca de Maspalomas en San Bartolomé (natural); Charco de Arguineguín, en Mogán (artificial).

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