¿Qué ocurre cuando uno de los padres no quiere que su hijo menor de edad se ponga la vacuna de la covid? Es el dilema que están enfrentando las salas de Familia de la Comunitat Valenciana desde que la Generalitat anunció que quiere tener vacunado a este grupo de población con al menos con una dosis antes de que empiecen de nuevo las clases. Las demandas ya están llegando a las mesas de los abogados de familia, ahora la decisión final la tienen los jueces.

"Lo que está ocurriendo es una controversia en el ejercicio de la patria potestad sobre los hijos menores. Las decisiones sanitarias o educativas tienen que resolverse de mutuo acuerdo entre los padres. Si no, el juez da la capacidad de decidir a uno de los dos", explica José Gabriel Ortolá, abogado de familia. "Este tipo de conflictos se suelen dar al decidir el centro escolar del niño, alguna cuestión médica sobre una intervención o un tratamiento médico que debe seguir, por ejemplo", explica.

Los jueces ya se han pronunciado en varios autos, según afirma Ortolá, y siempre a favor de la vacunación del menor. "El juez da una justificación basada en razones médicas y por conveniencia del niño, para que no contraiga la enfermedad. No va a escoger un postulado negacionista y menos si desde salud pública se está solicitando la vacunación, sería absurdo desde el punto de vista lógico", cuenta.

Oscar Martínez, vocal de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa) en València, también se pronuncia en este sentido: "Los jueces casi siempre van a ser favorables porque es una decisión guiada por criterios médicos. Si es bueno para el niño que le vacunen, el juez siempre dictará que sí. Se trata del interés superior del menor y la salud del mismo". El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) todavía no tiene datos registrados, ya que es un fenómeno todavía muy reciente, sin embargo los abogados ya están apreciando un aumento de demandas a medida que se acerca el curso escolar.

"No es que uno de los padres sea antivacunas, eso no tengo constancia de que haya ocurrido, se trata normalmente de progenitores que no se fían del todo, o tienen dudas porque la vacuna se ha desarrollado demasiado rápido y eso les genera desconfianza. Ahí es cuando surge el conflicto", cuenta Martínez sobre los casos que han llegado a sus manos.

Pese a todo, el vocal de la Aeafa hace un llamamiento a no acudir a la vía judicial; "si hay cualquier duda los progenitores pueden ir al pediatra a que les resuelva las cuestiones médicas sobre la vacunación", apunta.

Pero en la cola del vacunódromo, todo cambia. Sanidad está mandando SMS para dar cita, y pide la presencia de uno de los padres, "se presume que el otro está conforme", dice Martínez.

Autonomía a los 16 años

Si hablamos del menor, la situación también es distinta dependiendo de su edad. Si tiene 16 años puede decidir por sí mismo, sin consentimiento paterno. "El propio menor puede acudir al centro sanitario y vacunarse, según la Ley de Autonomía del Paciente, que dice que a partir de 16 años es mayor de edad a efectos sanitarios". Si tiene más de doce años, en cambio, el menor no puede decidir por su cuenta, pero tiene derecho a ser escuchado en la comparecencia, donde el juez cita a los dos progenitores para que expongan sus razones.

Pese a todo, recuerda Martínez, "estos casos no empezaron con la covid". "Hay progenitores que no quieren vacunar a sus hijos de nada". El procedimiento es muy similar, la última palabra la tiene el juez, que siempre bajo criterios médicos, decide si se pone o no la vacuna.