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Astronomía
Aday Díaz / José Antonio Luján Astrónomo / Cronista oficial de Artenara

«Desde el mismo centro de Artenara se puede ver claramente la Vía Láctea»

El astrónomo Aday Díaz (a la izquierda) y el cronista oficial de Artenara, José Antonio Luján. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

El cielo de Artenara es, por qué no decirlo, otra de las joyas de Gran Canaria. De eso dan buena cuenta el astrónomo Aday Díaz y el cronista oficial de dicho municipio, José Antonio Luján, en el libro ‘El cielo visto desde Artenara’ en donde explican las diferentes estrellas, galaxias o constelaciones que se pueden observar con claridad desde el pueblo y cómo sus habitantes las han utilizado para predecir lluvias o tormentas.

¿Cómo surgió la idea de colaborar entre ustedes para publicar un libro sobre el cielo de Artenara?

(José Antonio Luján): Surgió en agosto del año pasado porque Aday es un conocedor del cielo al que llaman empresas turísticas para enseñar el cielo por las noches. Es algo sobre lo que se ha ido especializando con l tiempo y lo tiene como una pasión personal. También ha sido tras comprobar que hay mucho advenedizo que ha venido a descubrir ahora lo de las montañas sagradas y que no han contado con los cronistas de los municipios de esas zonas incluso ignorando el libro de toponimias que yo saqué con Gonzalo Ortega en 2008. Hemos utilizado la información oral de los lugareños, y por eso hemos subtitulado Evidencias astronómicas de las montañas sagradas de Gran Canaria. Nosotros representamos a la sociedad civil frente a la oficial.

¿De qué parte se encarga cada uno de ustedes?

(J. A. L.): Aday se encarga de la parte científica y yo, como cronista, de hablar con los pastores, que son las personas que aparecen en el libro, a sabiendas que ellos tienen un conocimiento profundo sobre la forma en la que aparecen los astros y los fenómenos meteorológicos. Salen unos trece pastores y tres vecinos del municipio. Me decían que el cielo es un libro abierto donde habían leído tanto las generaciones actuales, como las de los abuelos y bisabuelos, que se guiaban por las señales de los celajes del cielo para actuar.

¿Qué particularidades tienen el cielo de Gran Canaria?

(Aday Díaz). En primer lugar, no es lo mismo ver el cielo desde una playa que desde lo alto de Gran canaria donde, además, se modela con las sobras de los roques, las montañas, los pinares. Y, en segundo lugar, el cielo de Artenara es uno de los mejores cielos de Gran Canaria. Mientras más nos metamos en la zona centro-este de la Isla, menos contaminación lumínica tenemos porque son zonas poco pobladas y son zonas integradas dentro del destino turístico starlight que es un sello distintivo que la isla consiguió, dentro de la zona de la reserva de la biosfera en enero de 2018, y que viene a decir algo así como que Gran Canaria tiene unos cielos limpios y favorables para desarrollar actividades astronómicas. Y dentro de esas zonas hay partes de varios municipios, pero principalmente, tenemos íntegros los de La Aldea, Tejeda y Artenara. Star light parte de una fundación que cubre el Instituto de Astrofísica de Canarias y va encaminado a proteger los cielos para las actividades astronómicas cuidando la cultura y los paisajes, la biodiversidad, etc.

¿Y cómo describiría el cielo de Artenara?

(A. D.): El cielo de Artenara es unos de los más oscuros de la Isla. De hecho, desde hace como diez años para acá se han ido cambiando las iluminarias de las calles, tanto del casco del pueblo como de los barrios, para ofrecer una mayor protección y calidad de cielos oscuros. Eso hace que haya poca contaminación lumínica y desde el núcleo del municipio podamos ver el cielo con bastante claridad, lo cual lo coloca en un alto escalón en las observaciones astronómicas.

¿Es, entonces, un lugar privilegiado para el cielo nocturno?

(A. D.): Desde luego que sí. Incluso mejor que la cumbre. A la cumbre la tenemos como un ideal para la observación de estrellas, pero la cumbre, en una escala de diez, podemos tener una observación de siete aproximadamente, pero en Artenara se incrementa mucho más. Y es que en la cumbre tenemos toda la contaminación lumínica de la zona este de la Isla: Las Palmas, Telde, San Mateo.

«El cielo es un libro abierto donde leen las generaciones actuales como antes leyeron sus abuelos»

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¿Qué se ve en el cielo de Artenara que no se ve en otros puntos de la Isla?

(A. D.): Desde el centro del propio casco del pueblo, con la nueva iluminaria que tenemos, puedes ver cúmulos estelares, nebulosas, estrellas o constelaciones que no puedes ver desde las zonas más iluminadas de la Isla. Es incluso sencillo estar en el propio pueblo, mirar hacia el cielo, y ver perfectamente el manchón blanquecino de la Vía Láctea en la época de verano, de mayo hasta bien entrado octubre. Y eso pocos municipios se lo puede permitir. Ves una espina dorsal que divide el cielo en dos mitades que tiene mayor densidad de objetos, estrella y gas. La estela sale desde el norte, desde la montaña de Gáldar, y va hasta Tunte, por eso también la llaman Camino de Santiago.

¿Cómo funcionan los miradores astronómicos?

(A. D.): En Artenara se han creado de forma oficial seis miradores astronómicos. Uno está en Las Cañaditas, que es el oficial, y que se creó hace año y medio. Y luego una red de senderos integrado en el casco del municipio como el Mirador de Los Poetas, el Mirador del Corazón de Jesús, el Mirador de La Atalaya y del de Unamuno. Incluso, estando dentro del mismo casco puedes ver perfectamente el cielo de Artenara. Las visitas guiadas se hacen tras la convocatoria oficial a demanda de lo que solicite el turismo.

¿Cómo es la estructura del libro?

(J. A. L.): Hay dos grandes partes escritas por los dos. Aday hizo la parte científica para llevarlo a la divulgación. Es como una aproximación donde las personas puedan seguir indagando. La gente de Artenara, igual que conocen el barranco, el ganado, etc., conocen el cielo porque Artenara y el cielo es una hermandad. Por la propia altura, en el pueblo estás mirando el horizonte, la puesta del sol y hasta las estrellas, de una manera espontánea. No es una cuestión astronómica pura y dura, sino tiene que ver el comportamiento de la luz del cielo en el paisaje. El sol servía como reloj para sus habitantes porque dependiendo de si estaba picando Tamadaba, la montaña del Brezo o la Montaña de Las Sillas, era una hora u otra. Mii madre se guiaba de eso al margen de que tuviera reloj. Y todavía hay gente de Artenara que lo utiliza para saber también si va a llover, va a haber viento, etc. La gente sigue viendo el cielo como un libro para ver muchas señales con las que moverse por el mundo.

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