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Canarias es una de las regiones que vive expuesta a sufrir un ‘tsunami’

La probabilidad de que un maremoto afecte a las Islas es baja, pero no imposible | El Gobierno español cuenta ya con un plan específico

Recreación de un tsunami. | | LP / DLP

El Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos, dado a conocer por el Gobierno en junio de 2021, detalla el peligro al que vive sometida Canarias por su condición insular. La ventaja de contar con este instrumento es que por primera vez España dispone de un mecanismo de anticipación y alerta temprana ante este tipo de emergencias. Hasta ahora era una carencia en un país con unos 7.660 kilómetros de costa en los que reside alrededor del 58% de la población.

El director de Protección Civil y Emergencias, Leonardo Marcos, destaca que el sistema de detección temprana podría alertar, en los episodios más graves, con hasta 70 minutos de antelación de la llegada de la primera gran ola a la costa desde que se detecta el movimiento sísmico que suele preceder a los maremotos. Sería «tiempo suficiente para preparar una respuesta», señala, al tiempo que previene sobre el hecho de que la falta de información y de formación es la principal amenaza, de ahí que se contemplen campañas de difusión y programas para formar a los niños y jóvenes en cuestiones como que, llegado el caso, lo más útil es subir a una tercera planta o dirigirse hacia el interior, hacia una superficie alta.

Sin conciencia del peligro

Aunque la probabilidad de que un maremoto afecte a Canarias es muy baja, no es algo imposible, apuntan los científicos. Los tsunamis que se han documentado en la serie histórica –como el que se vivió en noviembre de 1755, consecuencia del Gran Terremoto de Lisboa– corroboran la hipótesis de que las Islas podría verse afectadas en el futuro por este tipo de fenómenos que podrían originarse tanto por terremotos lejanos, como por movimientos masivos de tierras, el que hipotéticamente podría provocar Cumbre Vieja, en La Palma. Un estudio publicado en la revista Geosciences, en el que participaron científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Museos de Tenerife y la Universidad de La Laguna, así lo pone de manifiesto, señalando a propósito la necesidad de actualizar los planes de emergencia de Canarias para prevenir posibles catástrofes a las que están expuestas las Islas. En este sentido, destacan que los habitantes no son conscientes del peligro de tsunami y no tienen conocimiento de las medidas de autoprotección, como qué hacer o adónde ir en este supuesto. Estos factores provocan que la vulnerabilidad de la potencial población expuesta, tanto de residentes como de turistas, sea muy alta. Por ello proponen habilitar campañas de información y formación para que los ciudadanos conozcan el fenómeno, cómo les puede afectar y qué deben hacer en caso de que se produzca.

Estos fenómenos se originan por terremotos lejanos o movimientos masivos de tierras

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No hay un plan específico

Canarias participó en noviembre de 2015, junto con Andalucía y los sistemas de protección civil de Portugal y Marruecos en Westsunami 2015, un simulacro de tsunami que afectaría al suroeste de la Península, Canarias y la costa atlántica de Marruecos. Lo cierto es que, a día de hoy, el Archipiélago cuenta con planes especiales por riesgo volcánico (Pevolca); riesgo sísmico (Pesican); incendios forestales (Infocan); accidentes en el transporte de mercancías peligrosas por carretera (Pemerca); riesgo radiológico (Radican) y riesgo de inundaciones (Peinca), pero nada de maremotos.

La falta de formación e información sobre qué hacer y cómo actuar es una de las principales amenazas

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El Teide y los megatsunamis

El Teide provocó en una de sus erupciones un megatsunami de 130 metros de altura. Pero hubo más de uno. Los datos, publicados en 2017 en la revista Nature son el resultado de tomar una serie de muestras en el suelo de Tenerife. Los científicos Rafael París, Juan J. Coello Bravo, María Martín González, Karim Kelfoun y François Nauret sostenían en aquel artículo que tenían constatado este hecho por las muestras de suelo analizadas en las laderas del noroeste de Tenerife, alrededor de la Isla Baja y Teno, que venían a demostrar que hubo al menos dos tsunamis principales que afectaron a la costa de Tenerife hace más de 170.000 años y advertían que la suma de aquellos dos acontecimientos genera ahora una previsión de nuevo escenario de riesgo que hasta ahora no existía. El tsunami más reciente se habría producido hace 178.000 años en Teno Bajo y Playa de la Arena, mientras que el otro habría tenido lugar hace 194.000 años en la zona de El Puertito. En el caso de Teno, los expertos señalan que el tsunami «no se produjo inmediatamente» después de una erupción volcánica.

Cumbre Vieja y el colapso

La hipótesis que plantea que un deslizamiento en el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, podría provocar un megatsunami que alcanzaría la costa de Nueva York genera una alarma que los científicos consideran injustificada. National Geographic dedicó el documental End Day a las cinco posibles causas del fin de los días y una de ellas era fractura del volcán palmero. Otro documental de la BBC señalaba que una de las mayores preocupaciones de los científicos es el peligro de que se repita un mega tsunami, peor que el de Ritter, procedente del volcán de Cumbre Vieja, que entró en erupción el 19 de septiembre de 2021.

La serie histórica de los maremotos


1 de noviembre de 1755. Un terremoto de 8,5 a 9,5 grados, con epicentro en algún punto del Océano Atlántico, provocó entre 50.000 y 90.000 muertes en Portugal, alrededor de 10.000 en Marruecos y 1.000 en España. La sacudida se sintió en Noruega, Gran Bretaña e incluso Groenlandia. También en el Archipiélago. Se balancearon los barcos de pesca; las Salinas del Río, en Lanzarote, resultaron dañadas; el mar se retiró en Tenerife y Gran Canaria más de un kilómetro dejando una distancia inundada poco después de cientos de metros. Los daños causados por las olas fueron escasos. 


31 de marzo de 1761. Un tsunami provocado por un terremoto de 8,5 grados de magnitud sacudió la zonas sur y oeste de Portugal, España y Marruecos. En Canarias se sintió un temblor a las 11:30 que duró alrededor de un minuto en la costa norte de Tenerife y La Laguna. Los efectos fueron casi los mismos que los reportados en el tsunami de 1755.


7 de julio de 1941. El vespertino La Tarde informó de tres grandes olas de más de dos metros que inundaron la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y San Andrés. Según el estudio, fueron provocadas por un deslizamiento de tierra cerca de la capital tinerfeña. Solo una mujer resultó herida.


25 de noviembre de 1941. Un terremoto submarino de 8,3 grados, registrado en Portugal, afectó las zonas de Marruecos, Madeira, Azores y Reino Unido. En Canarias debió sentirse poco, ya que apenas hay noticias al respecto.


28 de febrero de 1969. Se produjo en esta fecha un tsunami de baja intensidad provocado por un terremoto en el banco Gorringe, un monte submarino a 130 millas al oeste de Portugal, entre las Azores y el Estrecho de Gibraltar. Lo registraron los mareógrafos en Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, Las Palmas de Gran Canaria y Arrecife.


17 de julio de 1969. Otro terremoto, esta vez en el Atlántico, fue documentado en Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, Las Palmas de Gran Canaria y Lanzarote. La prensa local no reportó nada. 


26 de mayo de 1975. Un terremoto localizado a 200 kilómetros al sur de la Falla de Gloria provocó un tsunami que fue registrado en un mareógrafo ubicado en el puerto principal de Gran Canaria.


14 de noviembre de 2020. A las tres de la tarde, un desprendimiento en la isla de La Gomera causó un pequeño tsunami de 0,5 metros cerca de la costa. No se lamentaron daños. Algunos turistas afirmaron haber visto cómo la ola movió varias embarcaciones a menos de 400 metros de la playa. 

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