Los científicos de la Red Geodésica Canaria han registrado un proceso de deflación en las últimas 24 horas en la zona del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, lo que indicaría una disminución de la presión en el sistema magmático.

Así lo ha informado el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), que ha matizado que estos datos no implican que la erupción se esté acercando a su finalización.

En cualquier caso, Instituto Volcanológico de Canarias ha señalado que precisan recabar más datos y de diferentes parámetros para poder hacer previsiones correctas sobre la evolución a medio plazo de la actividad eruptiva del nuevo volcán de La Palma. Una actividad que se inició el pasado domingo 19 de septiembre.

El gran cono del volcán de La Palma, que ha llegado a medir más de 200 metros, emite cada día miles de toneladas de gases tóxicos y cenizas. Estas últimas, en un principio apenas eran perceptibles a pocos kilómetros del volcán, pero ya invaden todas las calles de La Palma y empiezan a desplazarse fuera del Archipiélago.

Este volcán estromboliano cada día amanece mostrando diferentes rostros. Durante la semana que ha estado conviviendo con los palmeros, el volcán ha tenido días en los que parecía marchitarse y otros en los que ha estado expulsando ferozmente la lava que se encuentra en su interior. En los últimos días la población se ha encontrado con un volcán violento que, además de echar fuego sin freno, ruge con tal fuerza que puede crear ondas expansivas con sus explosiones que se expanden a kilómetros de distancia.

Según Eduardo Suárez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), todos estos cambios son «normales». «Veremos etapas de mayor actividad en la fuente, es decir, más piroclastos y ceniza que flujo de lavas, y otros en los que haya más lavas y poca actividad en la fuente», resume. «Si se estabiliza, seguirá así».