El Gobierno británico ha aplazado este lunes la movilización del Ejército en la llamada Operación Escalin para atajar la crisis de combustible, que ha dejado con los tanques vacíos a los automovilistas británicos. El plan fue diseñado hace dos años por el Ministerio de Defensa por si la entrada en vigor del Brexit resultaba caótica y precisaba reforzar con soldados los camiones de transporte de mercancías. Los medios británicos insisten en que tal opción no está totalmente descartada. La escasez de gasolina y gasoilespecialmente grave en los surtidores de Inglaterra, se viene arrastrando desde hace días y se ha agravado al inicio de la semana afectando en algunas zonas al 90% de las gasolineras. La actual emergencia durará aún varios días.

El Gobierno ha suspendido temporalmente la Ley de Competencia en el sector para que compañías rivales puedan colaborar y dando prioridad en el suministro a las zonas donde la escasez es más acuciante. Grandes firmas como Shell y BP podrán intercambiar información e incluso conductores. Ciertas gasolineras están dando prioridad a los depósitos de ambulancias y a trabajadores de la sanidad pública.  

Dejadez del Gobierno

Tanto representantes del sector como el ministro para los Negocios, Kwasi Kwarteng, repiten que no hay una escasez nacional de carburante y culpan de la crisis a al pánico de los conductores que desde hace días protagonizan largas colas, en ocasiones de hasta seis horas, para conseguir gasolina y diésel. “Siempre ha habido combustible en las refinerías y terminales, pero somos conscientes de algunos problemas en las cadenas de suministro”, afirma Kwasi.

Brian Maddrson, presidente de la Asociación de Minoristas de Combustible confirma que la demanda aumentó “un 500% por encima del nivel normal”, el pasado sábado. Pero en declaraciones al Financial Times aclara que, si bien a corto plazo la causa de la actual situación se debe al miedo de los conductores, la raíz del problema “es que el Gobierno ha venido dejando de lado el asunto del número de transportistas en activo”. 

Brexit y covid

De la falta de conductores de los camiones cisterna, origen de la crisis, es responsable en parte la pandemia, pero muy especialmente el Brexit. El Gobierno ha anunciado 5.000 visados hasta diciembre para contratar camioneros extranjeros y evitar un colapso en Navidad. No está claro que los transportistas europeos quieran volver en las actuales condiciones. Unos 20.000 camioneros de la UE que retornaron a sus países cuando comenzó la pandemia no han podido volver al Reino unido debido a la nueva regulación de inmigración que entró en vigor con el Brexit.

 A los bajos salarios y unas condiciones peores que en Europa, hay que añadir la burocracia. Elizabeth Jones, directora de Logistics UK, una de las asociaciones de transporte de mercancías más grande del Reino Unido advirtió en la BBC que antes de poder comenzar a tramitar esos permisos transcurrirán “días e incluso semanas”. La industria quiere visados para largos periodos y cubrir las 100.000 plazas actualmente vacantes. El Gobierno insiste en que uno de los objetivos de dejar la Unión Europea era dar prioridad laboral a los británicos, en lugar de importar una mano de obra foránea.

El covid también impidió que se pudieran realizar durante meses exámenes para obtener el permiso de conducir. Ahora se han puesto en marcha planes para entrenar urgentemente a 4.000 nuevos camioneros. Al mismo tiempo el Gobierno está enviando un millón de cartas a los antiguos conductores de vehículos pesados que han dejado la profesión, para que vuelvan al trabajo. Es un sector laboral envejecido que no atrae a los jóvenes. La media de edad de los conductores es de 55 años. 

La escasez se deja sentir en la falta de ciertos alimentos y productos en supermercados, pero también en las farmacias. Además de los visados temporales para los camioneros el gobierno ha autorizados otros 5.000 permisos para trabajadores extranjeros en mataderos avícolas, ante el miedo de que el pavo este ausente este año en la mesa navideña.