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Crisis del coronavirus | Lo que está por venir

La vacunación masiva convertirá las olas de covid en brotes durante 2022

Los médicos esperan tener el control de la epidemia en los próximos meses si no aparece una variante | Asumen que la inmunidad de grupo es improbable

Vacunación de una joven en Gran Canaria. | | José Carlos Guerra

A estas alturas de la pandemia, hablar de inmunidad grupal o de rebaño (el momento en que la población se hace inmune a una enfermedad al tener a un determinado número de personas vacunadas) es engañoso en el caso del covid-19. No bastará con tener vacunada al 70% de la ciudadanía, como se dijo al principio, ni tampoco al 85%, como se dijo después. La variante delta, más contagiosa y con mayor carga viral, ha marcado un antes y un después: es capaz de propagarse, aunque a niveles menores, también en personas vacunadas. Los expertos, aunque instan a seguir pinchando al mayor número de personas, piden no marcarse umbrales de inmunidad grupal.

«Con esta variante es más probable que no alcancemos la inmunidad grupal. No es ningún drama ni cambiará la estrategia de lucha: hay que seguir vacunando al mayor número de personas porque, aunque no alcancemos una protección global, sí nos permite hacer un control funcional de la pandemia», según el epidemiólogo Antoni Trilla. El mensaje instilado es: incluso cuando se alcancen las máximas tasas de vacunación, las restricciones, aunque se suavicen, seguirán.

Rt estable y por debajo de 1

Cuando una población alcanza la inmunidad de grupo en una determinada enfermedad, el índice de reproducción (Rt) se sitúa de manera estable y mantenida en el tiempo por debajo de 1, como explica Trilla. Eso quiere decir que la enfermedad deja de transmitirse. Y basta para ello una vacuna. «Ocurrió con el sarampión [más contagioso que el covid], por ejemplo. El del sarampión un virus que desde hace años no cambia y la vacuna protege, desde niños, en un 95%. Así logramos eliminarlo y solo se dan ya pequeños brotes», cuenta.

Pero no ocurre lo mismo con el coronavirus, un virus cambiante y ante el cual las vacunas, muy eficaces para prevenir la enfermedad grave y la muerte, no evitan la infección. Y hay otro factor: «La población se mueve y Canarias no es impermeable a ello. Además, aparecerán variantes que se transmitirán cada vez con más facilidad y rapidez», añade el epidemiólogo. Por eso insiste en inmunizar al máximo de personas, porque la vacuna sí dificulta la circulación del virus, lo que permitirá retirar poco a poco medidas de prevención. «Así llegaremos, si no aparece una variante peligrosa, a una situación endémica: el virus vivirá entre nosotros e infectará de vez en cuando a algunas personas, como la gripe». El covid dejará de ser «la enfermedad» para ser «una enfermedad más».

La vacuna dificulta la circulación del virus, lo que permite retirar poco a poco las restricciones

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Tanto en Canarias como en toda España ya hay un 70% de personas con la doble pauta y, si el ritmo vuelve a ser el que era antes del parón de agosto, es previsible que en octubre ya estén vacunados el 90% de los canarios y españoles.

Según la inmunóloga e investigadora del CSIC Matilde Cañelles, desde el momento en que se ha demostrado que la persona vacunada sí puede transmitir el virus y que la inmunidad decrece con el tiempo, «es difícil hablar de qué porcentaje de la población hay que tener vacunado para alcanzar la inmunidad grupal». «Se nos escapa de las manos», reconoce, pero sí ve «lógico» que los países se marquen objetivos.

«Era lógico marcarse el reto de tener al 70% de la población vacunada en verano. En este aspecto, soy relativamente optimista: en esta quinta ola, pese a esta variante, han descendido muchísimo las hospitalizaciones y las muertes, el principal objetivo a alcanzar», cuenta. Por eso, igual que hace Trilla, llama a seguir vacunando. Y no solo eso: «Ya es momento de empezar a poner una tercera dosis a los mayores de 65 años porque pueden estar perdiendo la protección», subraya.

Esta inmunóloga estima que, en los próximos meses, España mantendrá el virus «controlado» gracias a la vacuna, pero este no desaparecerá. Augura que al menos los mayores de 65 años tendrán que vacunarse periódicamente.

La mayor parte de la humanidad sigue sin estar vacunada, lo que eleva el riesgo de nuevas variantes

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Cree que «probablemente a mediados del año que viene» dejará de haber «olas» y empezará a haber «brotes epidémicos». «A no ser que surja una variante que invalide la inmunidad», precisa. Y, aunque cree que este otoño será mejor que el anterior, no será todo tan rápido como se pensaba. «Decían que con el 70% vacunado [reto alcanzado ya en España] se acabaría el problema, y no», explica.

La sexta ola, previsible

El epidemiólogo y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) Joan Caylá señala que lo que ocurre en el Reino Unido e Israel, de nuevo con elevadas tasas de contagios porque levantaron restricciones precipitadamente, demuestra que tener vacunada a mucha gente no evita la transmisión del virus. «Gracias a las vacunas, hace casi 10 años que no hay casos de sarampión, solo pequeños brotes por casos importados. Con el covid se espera un comportamiento similar. Pero faltan años. Es previsible una sexta ola, pero inferior a la quinta. Y poco a poco habrá brotes epidémicos», explica Caylá, quien ve «prioritario» tener al menos al 90% de la población vacunada.

La vacunación masiva convertirá las olas de covid en brotes durante 2022

La vacunación masiva convertirá las olas de covid en brotes durante 2022 Beatriz Pérez

Para el investigador del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos Daniel López-Codina, el concepto de inmunidad de grupo «sigue siendo válido» porque es un indicador de cómo evoluciona la pandemia. «A medida que aumenta la inmunidad de grupo, también disminuye la velocidad a la que se transmite, por lo que la estrategia debe ser aumentar la inmunidad de grupo. Si llegamos a modelos muy altos, podemos levantar algunas medidas. Pero ahora toca, como mínimo, mantenerlas como hasta ahora», opina López-Codina.

Aunque es imposible hacer predicciones sobre la pandemia, un escenario posible es que el covid, como la gripe, se vuelva estacional. Pero, para eso, hay que seguir vacunando porque, con porcentajes de inmunización muy altos, «el control de la pandemia será progresivamente más fácil», insiste.

Este otoño será mejor que el anterior, pero en ningún caso será todo tan rápido como se pensaba

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Refuerza la idea Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas). «La perspectiva ha cambiado porque, a medida que ha aumentando el conocimiento, hemos visto que la vacuna, aunque tiene efectos, no evita la transmisión. Eso hace que los parámetros de reproducción del virus no vayan a cero, sobre todo por la variante delta», explica.

Según él, «es bastante improbable que alcancemos pronto una inmunidad de rebaño». Pero, como sus colegas, insiste: «Hay que seguir vacunando». «Hay un objetivo indudable que sigue estando ahí: que los servicios sanitarios recobren sus capacidades», destaca, y llama a reforzar los servicios de salud pública de España, los cuales han estado siempre infradotados. También alerta de que «la mayor parte de la humanidad sigue sin estar vacunada», lo que favorece aún más la transmisión y aumenta el riesgo de nuevas variantes.

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