La erupción de La Palma ha proporcionado un escenario insólito de pruebas para el instrumento DRAGO, la cámara infrarroja del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que desde enero observa las Islas Canarias desde el espacio.

Uno de los fines para los que DRAGO fue diseñado es la monitorización de catástrofes naturales. Principalmente, aquellas que pudiesen ocurrir en Canarias, como incendios, vertidos de petróleo o erupciones volcánicas. El papel de DRAGO consiste en aportar imágenes infrarrojas desde el espacio, para ayudar en la gestión y el control de dichas catástrofes.

En el caso de la erupción que se inició el 19 de septiembre en la isla de La Palma, y con el fin de realizar una prueba lo más completa posible, no solo se obtuvieron imágenes desde el satélite, sino que también se hicieron fotos in situ con el modelo de ingeniería de la cámara DRAGO, que consiste en una réplica terrestre del que se encuentra actualmente orbitando.

La principal característica de DRAGO, señala el IAC, es que se trata de una cámara infrarroja de onda corta o SWIR (Short-Wave Infrared), que observa en dos bandas a la vez: 1100 y 1600 nanómetros. Estas bandas no son visibles al ojo humano ni a las cámaras convencionales y, entre otras propiedades, tienen la peculiaridad de que pueden atravesar el humo con mayor facilidad que la radiación visible.

Las primeras pruebas en La Palma

En las dos imágenes siguientes se puede observar el resultado de la prueba de campo realizada con la réplica de DRAGO el pasado 22 de septiembre de 2021 a las 8.00 hora canaria.

Volcán de La Palma realizada con una cámara de fotos convencional. IAC

Resultado de la prueba de campo realizada con la réplica de DRAGO el día 22 de septiembre de 2021 a las 8.00 hora local. IACTEC-Espacio

La imagen superior fue capturada con una cámara de fotos convencional. En la imagen inferior se ha superpuesto la imagen SWIR obtenida por DRAGO en el mismo instante de tiempo, de manera que se aprecia claramente su capacidad de atravesar nubes de partículas como las que emite un volcán, precisan desde el IAC.

Gracias a esta prueba de campo se puede observar de una forma empírica el poder de penetración de la radiación infrarroja de onda corta a través del humo, tanto de la propia erupción como de los incendios colindantes.

El ingeniero electrónico de IACTEC-Espacio, Carlos Colodro, explica que "las partículas de humo que emite el volcán dispersan mucho la luz visible, hasta el punto que a veces bloquean completamente la visión. En cambio, el tipo de luz invisible al que es sensible DRAGO atraviesa el humo sufriendo mucha menos dispersión, lo cual permite distinguir detalles del volcán o de la lava que de otra manera quedarían ocultos".

El volcán de Cumbre Vieja desde el espacio, fotografiado por la cámara espacial DRAGO. IACTEC-Espacio

El ingeniero de software de IACTEC-Espacio, Ignacio Sidrach, añade que "pese al éxito científico de las pruebas obtenidas en la Palma, han de tenerse en cuenta algunas limitaciones. Estas imágenes están tomadas desde un lugar seguro, muy alejado y con una óptica de gran campo, por lo que no proporcionan toda la información necesaria que precisan los servicios de emergencia, con los que hemos colaborado en otras ocasiones y con los que estaremos encantados de colaborar en lo que podamos cuando nos lo requieran".

Por su parte, el gestor de IACTEC-Espacio, José Alonso, concluye que "el poder disponer en un futuro cercano de nuevas versiones de DRAGO en el espacio con mejor resolución y prestaciones, algo en lo que se está trabajando desde IACTEC-Espacio, permitirá obtener información mucho más detallada y útil de este tipo de catástrofes con el fin último de minimizar su impacto en la sociedad”.