La lava del volcán de La Palma ya ha tocado el agua del mar. A las 23.00 horas, en el décimo día de la erupción, se oonfirmó que la colada ha desembocado en el mar en Tazacorte, en concreto por la Playa del Perdido, al norte de la Playa de Los Guirres, según el alcalde de Tazacorte, Juan Miguel Rodríguez.

Tras rodear la montaña de Todoque, que obstaculizó durante días su avance directo hacia el mar y después de traspasar dos horas antes la carretera de la costa de Tazacorte, la colada se precipitó desde unos cien metros de altura por un acantilado hacia el mar.

El alcalde del municipio costero también informó de que los cuatro barrios de Tazacorte que estaban confinados quedan a 2 kilómetros del lugar donde se ha producido el contacto de fuego y agua, donde se ha levantado la nube tóxica al roce de la lava incandescente con la fría agua salada.

El momento pudo verse en directo a través de Televisión Canaria.

Después de varios días de lento avance, la colada dio un acelerón a partir de este lunes, tras la parada de varias horas que experimentó el volcán para después reactivarse con más fuerza. La fluidez de la lava facilitó el transporte. Así, este martes, en apenas cuatro horas salvó la distancia de kilómetro y medio que la separaba del mar.

Sobre las 21.00 horas salvó el escollo de la carretera de la costa de Tazacorte y ya solo faltaban alrededor de 500 metros para entrar en contacto con el agua.

Al contacto de la colada incandescente con el agua salada, el choque térmico ha provocado que se levantaran columnas de vapor de agua. La niebla intensa presagiada se produjo, envolviendo las emanaciones de gases. Ahora falta que los científicos analicen esas emanaciones para saber qué gases se han liberado.

La recomendación del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Pevolca, a los vecinos de las poblaciones confinadas es que permanezcan en casa encerrados, con las ventanas selladas, para evitar que se cuelen gases en sus viviendas. La nube tóxica podrá llegarles o no dependiendo de la dirección que tomen los vientos que soplan de mar a costa.