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Volcán de La Palma | Infraestructuras para combatir la catástrofe

Las desaladoras para el regadío en La Palma no estarán activas antes de dos semanas

Su cometido es proporcionar agua a las zonas agrícolas aisladas por las

coladas | Los técnicos comenzarán a montarlas hoy en la costa de Puerto Naos

Desesperación entre los plataneros de La Palma

Desesperación entre los plataneros de La Palma Video: Agencia Atlas | Foto: EFE

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Desesperación entre los plataneros de La Palma Ramón Pérez

Las dos desaladoras que ayudarán a garantizar el regadío en las zonas agrícolas aisladas por la lava y las áreas afectadas en la costa del Valle de Aridane, no estarán en funcionamiento hasta que finalice la próxima semana. Esta actuación persigue solucionar un problema de suministro en la zona afectada por el corte de distintos canales de agua de riego por la lava.

Cuatro millones de euros se han destinado a la adquisición de estas desaladoras, que llegaron a La Palma ayer por la tarde. En el caso de que la cantidad del agua que generen no sea suficiente se recurrirá a pozos de la zona, e incluso, confirmó días atrás el presidente regional, Ángel Víctor Torres, a la utilización de helicópteros tipo Kamov para el traslado de agua entre embalses.

Actuación de emergencia

Desde que comenzara la emergencia, se idearon diferentes alternativas que fueron consideradas complejas por la duración de su ejecución, que podría alargarse durante varios meses. Ante esa disyuntiva y la premura ante la interrupción del suministro por la destrucción de las canalizaciones de las comunidades de riego de Cuatro Caminos, El Manchón y un tramo de Dos Pinos, así como aquellas otras que podían verse dañadas por los efectos del volcán, en la zona Hoyas-Remo, se optó por la instalación de estas desaladoras en una actuación de emergencia. Estas infraestructuras tienen como objetivo mantener vivas las plataneras, de manera que cuando se pueda recuperar la normalidad, sea factible que obtengan los rendimientos de productividad anteriores a la erupción volcánica.

El esfuerzo de las administraciones y de empresas privadas permitirá que, ante un trabajo que hubiera supuesto varios meses, sea en tan solo dos semanas cuando se puedan poner en uso. Estas desaladoras se ubicarán durante la mañana de hoy en Puerto Naos para que comiencen a funcionar.

2.800

metros cúbicos

  • Esa es la capacidad de cada una de las desaladoras que han sido adquiridas por el Gobierno de Canarias, siendo el caudal de agua que movilizan de 5.900 metros cúbicos por día.

La puesta en funcionamiento de estas plantas tendrá en cuenta los diferentes factores que condicionan este tipo de operativas, como son, en este caso, su traslado, la calidad de agua en el punto de toma, y el posterior traslado a la red de riego. Según las previsiones, esta operativa podrá estar en funcionamiento en un plazo de entre diez y quince días. El conjunto de los trabajos a realizar para la puesta en funcionamiento también incluye las gestiones necesarias para la conexión de los equipos a la red eléctrica; la concreción de la titularidad de los terrenos por los que pasarán las canalizaciones necesarias para llevar el agua desalada desde Puerto Naos hasta la red; la realización de dos cántaras en la playa que permitirán la llegada del agua del mar a las desaladoras; así como la búsqueda y ubicación de los depósitos donde se podrá almacenar el agua.

Para su puesta en funcionamiento, desde hace varias jornadas, se están realizando estudios de la composición química del agua de mar de la zona, que es considerada óptima, aunque ante la problemática que puede aportar la ceniza que contiene, ya que si fueran captadas por las plantas desaladoras podrían dañar sus membranas, se ha optado por la construcción de dos pozos de captación. Para su realización se espera la llegada de maquinaria a la Isla.

A esta aportación de caudal de agua para el riego se sumará un buque cisterna que viaja actualmente desde la Península. Este barco, movilizado por el Ministerio de Transición Ecológica, tendrá una capacidad de 8.000 metros cúbicos. Para surtirlo aún está por definir el ciclo de carga y descarga en el puerto de Tazacorte y Puerto Naos, respectivamente, para lo que trabaja el Consejo Insular de Aguas. Los tiempos de recarga aún no están definidos, por lo que tampoco se conoce cuantas cargas y descargas se podrá realizar al día. Toda el agua generada se entregará al Consejo Insular de Aguas que se encargará de repartir y gestionar esos recursos entre las distintas comunidades de regantes.

4

millones de euros

  • Esa es la inversión realizada por el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Transición Ecológica, para la adquisición de estas dos maquinarias.

Para poder ejecutar estos trabajos también es necesario el compromiso y apoyo de Endesa, que ha garantizado el suministro de energía y que las desaladoras no fallen en ningún momento. En ese esfuerzo colaborativo, también comunidades de regantes han aportado bombas que permitan garantizar el funcionamiento de estas infraestructuras, e incluso la mayor instalación hotelera de Puerto Naos ha puesto a disposición su desaladora para generar más recursos hídricos para los agricultores del Valle de Aridane.

El consejero regional de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, recalcó que se trata de una «tarea compleja, ya que en el caso de los invernaderos también necesitarán luz para sobrevivir, pero estamos haciendo todos los esfuerzos», incidiendo que la voluntad es poder obtener «agua de mantenimiento para que las plantas no mueran».

Paralelamente a estas soluciones de emergencia, se están planteando otras opciones con canalizaciones que son a medio plazo, y que permitirían ejecutar las obras de cierre del anillo insular, que podrían facilitar también en un futuro el aportar recursos a esa zona. Por su parte, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, recalcó que el trabajo está siendo «un ejemplo para demostrar el músculo de la administración pública para darle soluciones a los agricultores de la costa del Valle de Aridane y que puedan mantener futuras producciones».

La posibilidad de la implantación de desaladoras en La Palma es una reclamación histórica de las comunidades de regantes de las zonas afectadas, anteriores a esta crisis volcánica, y de esa manera poder garantizar la actividad agrícola en la zona oeste de la Isla, también en épocas de seguía. Ahora, por la catástrofe que ha provocado el volcán se ha convertido en una posible solución a la que hasta ahora se había dado la espalda.

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