Más de tres mil vecinos de El Paso y Los Llanos de Aridane están desde el lunes confinados en sus domicilios a causa de los altos niveles de gases tóxicos detectados en el aire tras la llegada de la nueva colada volcánica a una cementera del polígono industrial del Callejón de la Gata. A pesar de que las mediciones se normalizaron en las primeras horas de la tarde, las autoridades optaron por no levantar el encierro dado que en la zona hay un desguace de automóviles que ya está cercado por el avance de la lengua de fuego: la cortina de humo negro que se originaría con la quema de los neumáticos se perfilaba como una amenaza de igual o mayor calado para los habitantes de los núcleos confinados.

En Los Llanos de Aridane se pidió a las personas que residen al oeste del área industrial (Camino Nicolás Brito Pais), al sur (Cruz Chica) y al norte (Circunvalación) que no abandonaran sus residencias salvo por una causa mayor –un desplazamiento laboral o una urgencia sanitaria–, mientras que en El Paso las áreas que se vieron afectadas por el confinamiento fueron los barrios de Tajuya, Tendiña y la calle Dos Pinos.

A media tarde la cabecera de la colada estaba a menos de 300 metros del mar e iba en dirección noroeste con rumbo a La Plantación y La Laguna. Si no hay alteraciones en su trayectoria, el magma podría enterrar un elevado número de casas y fincas (en el perímetro de La Laguna, por ejemplo, hay unas 1.600 personas empadronadas) antes de unirse a las primeras coladas que llegaron a playa de El Perdido (en la actualidad están separadas por un ancho que supera de largo los 150 metros) o dar forma a un nuevo delta lávico.

Más superficie arrasada

El derrumbe que se produjo el sábado en la vertiente norte del cráter en Cumbre Vieja sigue condicionando la acumulación de material volcánico y, sobre todo, su velocidad de desplazamiento: las coladas de las últimas 24 horas –ayer se estabilizaron en un terreno llano y en ocasiones en fincas planificadas en ligero ascenso– aportaron un 10% de magma, lo que significa la mayor cantidad desde se iniciara la erupción, el 19 de septiembre. Este dato, aportado en rueda de prensa por Miguel Ángel Morcuende, director del Pevolca, indica que el terreno cubierto por el magma experimentó un aumento del 65,3 hectáreas con respecto a los registros del domingo.

Los metros cúbicos de lava que han expulsados las distintas bocas es otra de las cuestiones que están en el aire. Y es que la cifra que aporta el Instituto Geográfico Nacional no se ajusta con la que ha llegado a través de las mediciones vía satélite. María José Blanco, directora del IGN, sitúa este dato en 39,6 millones de metros cúbicos mientras que en el caso de los segundos ya se habla de 60 millones de metros cúbicos. «El baile de cifras no lo podemos confirmar en estos momentos», subraya Blanco antes de ratificar que «no es esperable que las nuevas coladas cambien la trayectoria que están siguiendo en superficie».

Al margen de la grave incidencia que se dio al mediodía de ayer en la zona de la cementera, las unidades científicas que están monitorizando la erupción han indicado que la emisión de 4.522 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.958 toneladas de carbono «no suponen que se esté dando una situación de riesgo para las personas que residen en la isla o las que la visitan». Sobre este tema, Morcuende mantiene que la calidad del aire «continúa siendo razonablemente buena».

Lo que no parece que vaya a ser una «ayuda» es la poca fuerza con la que van a soplar en las próximas horas los vientos alisios. Esa situación hará que la brisa marina empuje las cenizas al costado este de La Palma, lo que puede generar un trastorno en la programación de las comunicaciones aéreas.

El aeródromo de Mazo tiene programado para hoy 36 operaciones (24 con Tenerife Norte, cuatro con Gran Canaria, dos con Berlín y dos con Hamburgo) a la espera de ver cómo evoluciona la meteorología que ayer sí permitió volar, aunque acumulando retrasos en las rotaciones, a Binter. Canaryfly e Iberia, por su parte, decidieron cancelar sus conexiones por razones vinculadas con los protocolos de seguridad aérea.

De vuelta a las novedades originadas ayer, y antes de que se decidiera confinar a más de tres mil vecinos de Los Llanos de Aridane y El Paso, el Cabildo de La Palma comunicó a través de las redes sociales la prohibición del acceso a las áreas ya evacuadas de Tazacorte (Cabrejas, La Bombilla, La Noria, Pampillo y Paraíso) hasta que no se conozca la evolución del desmoronamiento que se produjo al norte de la montaña de Todoque.

Tazacorte, pues, aguarda que en las próximas horas (podrían incluso alargarse a días si la velocidad de la colada se mueve a una velocidad de 5 kilómetros por día) llegue una tercera lengua de magma a la costa, tras la que se precipitó desde unos 100 metros de altura a playa del Perdido el 28 de septiembre y las que cayeron el pasado fin de semana desde Las Hoyas: las pérdidas de esta desembocadura se concretaron en tres viviendas y casi unas ocho fanegadas de plantaciones de plátanos sepultadas.

El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane sí que autorizó en las primeras horas de la mañana la entrada de vecinos –los más alejados al área de máximo riesgo– para que pudieran recoger enseres de sus viviendas. Este operativo coincidió con las maniobras de unas cuadrillas de trabajadores que retiraban de las vías públicas piedras de grandes dimensiones que habían sido arrojadas en las últimas horas por el volcán: durante la madrugada del lunes, una de las más agitadas que recuerdan los habitantes de la zona cero, cayeron algunas de un tamaño comparable a una casa de dos alturas.

Ensanchamiento de la colada

La confluencia de varias coladas en la misma ubicación ha provocado que en las últimas horas se hayan producido ensanchamientos que en algunos casos superan el 1,5 kilómetro. Igualmente, no se pierde de vista la evolución de montañas de magma que se han quedado paradas a pocos metros de zonas urbanas: una de esas montoneras sigue a menos de 200 metros del cementerio de Los Ángeles de Todoque y de la incineradora insular.

Los dos ‘brazos’ de la colada norte que buscan el litoral de Tazacorte –la del sur, que se ha unido a la colada anterior, y la del norte, que se mueve en el interior del polígono industrial– son los que más preocupan ante la posibilidad de que puedan variar su trazado en las próximas horas.

De los ruidos y las explosiones que continúan «sufriendo» los vecinos del Valle de Aridane, el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, apunta que solo cabe destacar el enorme «civismo» con el que están afrontando las adversidades de la erupción.

Antes de que se conociera la noticia de los confinamientos en Los Llanos de Aridane y El Paso –el Gobierno de Canarias ha difundido las instrucciones a seguir por parte de la población a través de los canales del 1-1-2– los ayuntamientos que soportan los peores daños de la crisis volcánica habían autorizado el paso a los agricultores a las zonas de menor exposición para que pudieran desarrollar labores de riego y cortado de fruta. El permiso quedó suspendido en las primeras horas de la tarde y estará vigente mientras se alargue el confinamiento en El Paso y Los Llanos y, a su vez, permanezcan desalojadas los núcleos de Tazacorte que más expuestos se están en el tramo final de las coladas camino de la costa.

Montaje de las desaladoras

Aunque las previsiones para la entrada de funcionamiento de las dos desaladoras que se han empezado a montar en Puerto Naos (Los Llanos de Aridane) siguen apuntando al próximo fin de semana, ayer llegaron al puerto de Santa Cruz de La Palma parte del material que se necesita para que estas infraestructuras puedan estar operativas lo antes posible.

La consejería de Transición Ecológica espera que este hecho no suponga una «demora» a la hora de cumplir los plazos para garantizar el riego a las parcelas que han perdido este servicio por los destrozos que han ocasionado las coladas: el suministro de 2.800 metros cúbicos de agua diarios a estas extensiones agrarias se complementará con el servicio auxiliar que prestará un barco cisterna que en estos momentos navega con rumbo a La Palma procedente del norte peninsular. De momento, existe un primer plan de abastecimiento que probablemente se verá modificado en las por las incidencias que se vayan originando en la desembocadura de la colada.

1.186

viviendas arrasadas

  • El número de construcciones sepultadas por las coladas no deja de crecer. El inventario de ayer iba por 1.186 viviendas destruidas y casi cien en riesgo máximo por el avance del magma.

591

hectáreas afectadas

  • El Pevolca confirma que la superficie ocupada por el material volcánico expulsado desde el 19 de septiembre es de 591 hectáreas, siendo el ancho máximo de la colada de 1.520 metros.

3.500

metros de altura 

  • La columna de gases y cenizas ha alcanzado esa altura. Mucho más baja se situó la nube tóxica que obligó a confinar a varios núcleos vecinales de El Paso y Los Llanos de Aridane.

34

hectáreas de fajana

  • aunque en algunos casos se ha llegado a hablar de una superficie que se acerca a unas 40 hectáreas, ayer se informó que la fajana de playa del Perdido mide unas 34 hectáreas.