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EL CASO LLEGA A LOS TRIBUNALES

Un calvario homófobo en un pueblo de Castellón

Jaume R.B. denuncia que dos vecinos de la Pobla de Benifassà lo insultan, amenazan y sabotean su vivienda

Jaume R.B. cuenta con el apoyo de su familia frente a la situación que vive. Agencias

Gritos de "maricón", escupitajos al suelo a su paso, ruido intencionado, amenazas...Jordi R.B., propietario de una casa en la Pobla de Benifassà, vive un calvario cuando está en su pueblo, del que son originarios tanto sus abuelos, como sus padres. El joven dice sentirse "acosado y discriminado, sin haber hecho nada para molestar a nadie".

La situación que vive, dice, se viene produciendo desde hace ya cinco años y de la misma son responsables dos vecinos de la Pobla, según la víctima. "Se trata de un matrimonio de unos 70 años, que no sé por qué la ha tomado conmigo y me hace la vida imposible. Han llegado a poner trampas para intentar herir a mis perros, echar un producto químico, que huele fatal, alrededor de mi casa para que no pueda salir a la fresca; y me han rayado el coche", asegura en conversaciones con este periódico.

Escritos al Ayuntamiento

Jaume ha presentado varios escritos en el Ayuntamiento del municipio para poner en conocimiento de la autoridad municipal la situación. Sin embargo, dice no haber recibido ninguna contestación. "He desistido porque he visto que en la Pobla no van a hacer nada", lamenta.

Así, tras uno de los últimos encontronazos con el citado matrimonio, decidió trasladarse al Juzgado de Instrucción 3 de Vinaròs para interponer una denuncia por un delito de odio. "Lo hice el día que cayó la gran tromba de agua en la zona y que estaba todo inundado. Creía una prioridad que se tomaran cartas en el asunto y que este tipo de comportamientos no quedaran impunes", asevera el joven.

"Intentan que no sigamos allí. hacen ruido adrede a primera hora del domingo y si les pido, por favor, que paren me dicen que si quiero tranquilidad me suba a un árbol y me quede allí", explica, apesadumbrado.

"Mi vida sentimental es privada"

Jaume asegura que ha llegado a recibir insultos como "maricón de mierda" por el simple hecho de salir a su balcón y reivindica que él no lleva "ningún cartel" que diga si es homosexual o no, ni expone su vida privada. "Me han hecho hasta cortes de mangas y en una ocasión ese vecino me levantó el bastón para pegarme y mi madre tuvo que interferir para que no llegara a mayores", denuncia.

Resulta llamativo que en una localidad de menos de 200 habitantes, con graves problemas de despoblación, se produzcan problemas de convivencia con aquellos que compran una vivienda en el municipio y quieren pasar tiempo en su pueblo de origen.

El denunciante espera que la denuncia presentada sirva para poner fin a tan desagradable experiencia y visibilizar casos de acoso como el suyo en pleno siglo XXI. "Las autoridades y las administraciones deben tomarse en serio este tipo de cosas", dice este enamorado de la Pobla que seguirá yendo a su pueblo.

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