El sector platanero palmero es con diferencia el más castigado por el avance implacable de las coladas de lava del volcán de Tajogaite. Si hace unos días se dieron por perdidas las instalaciones de Covalle, en Todoque, el futuro de la cooperativa Volcán San Juan, de La Laguna, está amenazado. Uno de los principales almacenes de fruta de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte ha sido desmontado a toda velocidad.
A la pérdida de casi 180 hectáreas de cultivos agrícolas en La Palma, de las que 95 estaban dedicadas al plátano, hay que sumar las mermas derivadas de los daños ocasionados por la lluvia de ceniza en pleno proceso de zafra y el corte del suministro de agua de riego durante semanas. Las complicaciones derivadas de la erupción del volcán de Tajogaite van en aumento con la desaparición de infraestructuras destinadas a la clasificación y distribución de fruta.
Primero fue la cooperativa Covalle, en pleno corazón de Todoque. Ahora el avance de la lava está cercando a otro centro de trabajo de los agricultores palmeros. En las últimas evacuaciones de La Laguna, en el municipio de Los Llanos de Aridane, se incluyen las instalaciones de Volcán de San Juan con sus infraestructuras de gestión, procesado y empaquetado de plátanos.
En el caso de la cooperativa Covalle, sus más de 350 socios de Tazacorte, Los Llanos de Aridane y El Paso, han perdido el lugar en el que anualmente llevaban más de siete millones de kilos de plátanos y otros 100.000 kilos de aguacates. También han quedado inservibles unas instalaciones que, inauguradas en el año 2010, contaban con más de 2.000 metros cuadrados de superficie y con tres líneas de automatización de paletización.
300
socios en tres municipios
- Volcán de San Juan nació gracias a la iniciativa de una veintena de jóvenes empesarios del sector del plátano (1987) que con el paso de los años se han convertido en más de 350.
La cooperativa del Volcán de San Juan fue constituida en 1987 por un grupo de 20 jóvenes agricultores. Entonces ya estaban preocupados por el futuro de sus producciones agrícolas, principalmente plátanos y pequeñas cantidades de aguacates, mangos y papaya. En estos momentos son más de 300 los socios que siguen impulsando el cultivo agrícola sobre la lava del volcán que erupcionó en 1949, y donde ahora se pone en riesgo sus instalaciones. Volcán de San Juan cuenta con una nave industrial de unos 1.500 metros cuadrados que alberga líneas de procesamiento de fruta, almacén de fitosanitarios, talleres, servicios auxiliares para el personal, zona de expedición de producto terminado y oficinas administrativas; un almacén cubierto de 2.200 metros cuadrados para almacenaje de fruta y materiales de empaquetado y un depósito de agua de 500 metros cúbicos. Incluso tienen un surtidor de combustible. Todo ello ha sido desmontado en las últimas jornadas, retirando el combustible y material inflamable, como productos fitosanitarios. Toda la documentación y material evacuable han sido recogidos. Se evitó así que la lava, situada ya en torno a unos 300 metros, pueda hacer que desaparezcan.
Desalojo de urgencia
Una de las responsables de la gestión de esta cooperativa, Noelia Díaz, asegura que comenzaron a desalojar preventivamente desde el pasado martes, teniendo en cuenta la gran cantidad de materiales que eran necesario transportar para evitar que fueran dañados por la lava. Díaz explica que mientras tanto seguían trabajando normalmente: «comenzamos a sacar cosas y ya cuando vimos que se evacuaba la Cruz Chica nos encomendamos a esa tarea desde la primera hora del jueves». Mientras retiraban la mercancía llegó la noticia de una evacuación que completaron con incertidumbres. Las instalaciones están en la trayectoria de la colada que avanza en dirección a La Laguna.
A toda prisa transportaron todo el material que han podido a un terreno cedido por Hiperdino. Una docena de personas han desarrollado esa labor. Han cargado contenedores frigoríficos cedidos por las empresas de transporte con las que habitualmente trabajan. «Metimos todo lo que pudimos», señala Noelia Díaz. Comenzaron por el cartón de las cajas de transporte de la fruta, unos 12.000 metros de material. Continuaron con los insumos peligrosos «que pueden ser explosivos» y siguieron con las jaulas, «que tenemos cerca de 50 y tienen un coste de unos 800 euros». En la jornada de ayer se centraron en retirar la maquinaria, empezando por la del cartón de las instalaciones fotovoltaicas y las tolvas de reciclaje. Para el último momento dejarán un robot que les ayuda en el empaquetado de la fruta. Allí se quedan el mobiliario y las instalaciones fijas. La amenaza es la lava.
1.500
metros cuadrados de nave
- Los cooperativistas de Volcán San Juan cuentan con unas instalaciones para el procesamiento de fruta, un almacén de fitosanitarios, talleres y otros servicios auxiliares.
