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Ciencia

Canarias, laboratorio mundial para secuestrar CO2 de la atmósfera al mar

La ULPGC participa en el proyecto europeo OceanNETs dirigido a convertir los océanos en sumideros de dióxido de carbono de cara a frenar el cambio climático

Canarias, laboratorio mundial para secuestrar CO2 de la atmósfera al mar | JOSÉ CARLOS GUERRA

Canarias se ha convertido en un laboratorio mundial para el ensayo de tecnología que contribuya, de forma sostenible con el medio, a elevar el papel de los océanos para frenar el cambio climático, a través del secuestro de dióxido de carbono de la atmósfera. Este es el objetivo del proyecto OceanNETs de la Unión Europea, en el que participa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Instituto Geomar (Alemania), la Universidad de Oxford, la Plataforma Oceánica de Canarias-Plocan, y otros grupos científicos europeos, cuyos representantes se reunieron ayer en torno a la jornada El océano como aliado contra el cambio climático, celebrada en el Poema del Mar, en la capital grancanaria, con la colaboración de Fundación Loro Parque.

Canarias, laboratorio mundial para secuestrar CO2 de la atmósfera al mar

En este marco, se presentó el estudio que se está realizando en Taliarte, en Gran Canaria, pionero en el mundo, para medir el impacto y potencial beneficio de la alcalinización de los océanos. Consiste en elevar la alcalinidad de la capa superior del océano, para mejorar la capacidad de almacenamiento de carbono del agua de mar, de forma que el océano puede absorber más CO2, intensificando su papel como sumidero de dióxido de carbono. «Una forma de mitigar el cambio climático es reducir las emisiones de CO2 y la otra es secuestrar el CO2. Por mucho que reduzcamos las emisiones, no llegaremos nunca al objetivo del Acuerdo de París, de mantener la temperatura del Planeta por debajo de 2 grados centígrados al final de siglo. Para eso hay que capturar mucho de ese dióxido de carbono que ya está en la atmósfera, a través de lo que se denomina tecnologías de energías negativas (NETs)», señaló Javier Arístegui, investigador principal por la Universidad de Las Palmas del citado proyecto europeo, durante el acto de presentación del mismo, en el que estuvo acompañado por Lluis Serra Majem, rector de la ULPGC; Joaquín Hernández Brito, director de Plocan; Javier Lezaun, investigador de la Universidad de Oxford; y Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación.

Según adelantó Arístegui, el reto para mitigar el calentamiento global radica en capturar unas 670 gigatoneladas de CO2 desde ahora hasta final de siglo, lo que supone unas diez gigatoneladas -diez mil millones de toneladas por año-.

Taliarte, sede de los ensayos para medir el impacto de la alcalinización de las aguas oceánicas

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«Eso significa la suma de todas las emisiones históricas de China y Estados Unidos, desde el comienzo de la revolución industrial en el siglo XVIII. No es fácil, y tenemos diez años para desarrollar este abanico de tecnología de emisiones negativas para poder implantarlas de una forma que sea factible, porque hoy día la mayoría de estas tecnologías están en fase conceptual de desarrollo, hace falta muchísimo dinero para investigar, para conocer su impacto medioambiental, si son factibles, si son económicamente y ambientalmente viables, y si se pueden implementar de una forma lo suficientemente grande para que realmente reduzcan y secuestren CO2», apuntó Arístegui, investigador del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) de la ULPGC, y director de la Cátedra Unesco de Gestión Ambiental y de los Recursos Marinos.

Antes de final de siglo hay que reducir el equivalente a las emisiones de China y EEUU desde el XVIII

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Uno de los experimentos basados en la alcalinización oceánica, se ha llevado a cabo en Canarias, y está a punto de finalizar; y el otro se realizará en las aguas frías de Bergen (Noruega).

Normativa

Durante el acto, el director de Plocan señaló la relevancia de Canarias como banco de ensayo de nuevas tecnologías en el ámbito de la economía azul, y resaltó la importancia de impulsar aspectos normativos que lo favorezcan. «La legislación no debe ser un lastre que impida la realización de estos proyectos» e instó a establecer con urgencia «un marco regulatorio favorable» para mantener el liderazgo de las Islas en este campo.

Por su parte, el rector Lluis Serra Majem puso en valor a la investigación «como inversión y motor de progreso, no como gasto», poniendo como ejemplo el citado estudio científico, primero a nivel mundial y de carácter interdisciplinar, que ha tenido lugar en aguas de Gran Canaria.

Destacó, asimismo, el papel relevante de la ULPGC a la hora de aportar soluciones de rigor científico para contribuir a mitigar los efectos del cambio climático y a la adaptación al mismo.

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