La lava del volcán de La Palma ha sepultado 906,3 hectáreas, 5,1 en las últimas 24 horas, en las que se ha intensificado la emisión de material a través de diferentes orificios en el flanco del cono principal.

Así consta en la última medición efectuada por el sistema europeo de satélites Copernicus a las 16.30 horas de este lunes, que eleva a 2.162 las edificaciones destruidas, 16 más que el anterior recuento, aparte de otras 124 posiblemente afectadas.

Las diferentes coladas del volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre han sepultado 66,2 kilómetros de carreteras, y otros 3,4 se han visto parcialmente dañados.

Según ha indicado este lunes la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, los nuevos centros de emisión tienen "la dirección óptima" para que no causen daños materiales mayores.

Y es que las "grandes avenidas" de lava, según palabras del director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, están discurriendo fundamentalmente por la colada primigenia, la que llegó hasta el mar formando una fajana.

Este mayor flujo de lava por la colada que arrasó el barrio de Todoque ha rellenado las islas de vegetación conocidas como 'kipuka', y arrasado las viviendas que habían quedado indemnes, sobre todo en la zona de Alcalá.