La variante Delta Plus ha comenzado a extenderse por distintas regiones del territorio nacional. De hecho, el Ministerio de Sanidad notificó el pasado lunes que ya han sido detectados 35 casos en el país. Según la información que aparece reflejada en la última actualización del documento sobre variantes de interés, 26 se localizan en Cataluña; tres en Castilla- La Mancha; dos en la Comunidad Valenciana; dos en Castilla y León; y otros dos en Madrid. En las dos últimas comunidades, la cifra ascendió ayer a cuatro. «La nueva variante llegará a Canarias tarde o temprano, pero es sensible a las vacunas y podemos luchar contra ella», manifestó este martes el jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS) y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas.
Y es que, a juicio del facultativo, al no tener escape inmunitario, la llegada de una sexta ola dependerá de las coberturas de vacunación y de las restricciones que se vayan aplicando en los distintos territorios, en función de la situación sanitaria. «La vacunación debe seguir avanzando y, por supuesto, las vacunas también tienen que llegar a los países en vías de desarrollo. Esto no es solo una cuestión de justicia y equidad, también constituye una necesidad epidemiológica», defendió el experto.
Cabe recordar que Reino Unido fue el primer país en registrar cuadros clínicos de esta nueva cepa el pasado julio. Allí, la mutación del SARS-CoV-2 ha ido ganando presencia y, en la actualidad, la incidencia del patógeno se encuentra disparada. «Hay que tener en cuenta que la política vacunal que ha seguido Reino Unido ha sido diferente a la nuestra. Allí, plantearon la vacunación masiva de la población con solo una dosis, pero el problema fue el tiempo que se dejó pasar para administrar la segunda», explicó García Rojas. A esto hay que sumarle la decisión de eliminar las restricciones en julio. «Es cierto que los casos estaban disminuyendo, pero esos saltos al vacío pueden traer consecuencias negativas como las que se están produciendo».
No obstante, el profesional recordó que el microorganismo «ha venido para quedarse», por lo que se seguirán produciendo contagios en todo el mundo. Partiendo de esta base, el objetivo es lograr reducir su virulencia. «Esto se consigue con las vacunas, que son las que evitan las complicaciones que puede causar el virus», insistió.
Según comunicó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, el Archipiélago sumó ayer 86 casos de coronavirus. Por islas, Tenerife agregó 47; Gran Canaria 30; Lanzarote ocho; y Fuerteventura tres. El Hierro, La Gomera y La Palma, en cambio, mantuvieron sus estadísticas invariables.
El número de aquejados de Covid se sitúa en 850, lo que evidencia un descenso de 39 con respecto al lunes, cuando fueron 889 los reportados por la administración sanitaria. La mayoría se encuentra en Tenerife, donde 391 personas pasan la enfermedad. Le sigue Gran Canaria, con 342 afectados; Fuerteventura, con 63; Lanzarote, con 48: La Gomera, con tres; La Palma, con dos; y El Hierro, con uno.
En las últimas horas fueron emitidas 125 altas, lo que eleva a 94.937 el cómputo de recuperados en Canarias. En la última jornada, no fueron constatadas nuevas muertes vinculadas a la infección por SARS-CoV-2.
