La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Volcán en La Palma

Unión contra la ceniza que expulsa el volcán de Cumbre Vieja

Decenas de voluntarios de toda España y del extranjero llegan a La Palma para colaborar en todo lo que puedan, también la limpieza viaria

Limpieza de ceniza en Los Llanos

Limpieza de ceniza en Los Llanos Christian Afonso

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Limpieza de ceniza en Los Llanos Christian Afonso

Las calles de Los Llanos de Aridane son un no parar de cuadrillas de limpieza que tratan de barrer la ceniza de la vía pública sin descanso para garantizar la seguridad de los transeúntes. Muchos de ellos son voluntarios que llegan de toda la isla, del Archipiélago y también de la Península y hasta del extranjero.

Óscar, Antonio, Paula y Abel se encuentran barriendo la ceniza que colapsa un céntrico parque infantil de Los Llanos de Aridane. Escoba en ristre, crean pequeños montoncitos que luego retiran con carretillas para dejar esta zona de juegos de la manera más segura posible para su disfrute. Son cuatro voluntarios de Protección Civil del Rincón de la Victoria, en Málaga, que no dudaron ni un instante en hacer un viaje de más de siete horas por tierra, mar y aire para llegar a La Palma a ayudar en todo lo posible en medio de la emergencia desatada por el volcán de Cumbre Vieja. Como ellos, decenas de personas de todas partes de la geografía insular, nacional e internacional se han prestado a colaborar en distintas tareas como la limpieza viaria o la retirada de ceniza de las cubiertas de edificaciones en zona de exclusión para evitar su colapso.

Desde Barcelona, por ejemplo, llegó hace más de tres semanas Alex Sackman, un holandés residente en la ciudad condal al que le encanta recorrer el país con su mochila a cuestas y que no se lo pensó dos veces cuando vio los efectos de la erupción volcánica. «Llegué a Santiago de Compostela el mismo día que explotó el volcán, y estuve muchos días pensando en cómo venirme, y me vine sin nada porque no sabía si iban a apuntarse voluntarios, no sabía si me darían de comer y alojamiento. Pero a los 10 minutos nada más llegar estaba trabajando», explica en un descanso en su tarea de retirar ceniza del tejado de una vivienda en Las Manchas. En este barrio, asediado por el polvillo volcánico, suele haber cuadrillas de limpieza formadas por personal contratado por el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane y por voluntarios, que van rotando cada pocos días porque unos llegan y otros se van.

En estos 26 días de trabajo voluntario, Alex ha hecho jornadas maratonianas de hasta 10 horas que reconoce le han dejado «petado» físicamente. «El trabajo es muy duro físicamente, estamos en tejados que pueden ser muy grandes, inclinados en los que son de tejas», señala, si bien tiene claro que está «contento» con su día a día porque su filosofía de vida consiste en «ayudar a los demás porque en el futuro ésta te lo devuelve». Según su versión, lo que se está viviendo en estos momentos en la Isla Bonita «es una auténtica locura», por lo que las manos que puedan ayudar «nunca son suficientes». «Ojalá hubiera mucha más gente con iniciativa», reclama el catalán, que cuenta alrededor de unas 400 personas voluntarias en estos momentos. 

Una de las cuadrillas que retira la ceniza de los tejados de Las Manchas Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane

Alex, que llegó a La Palma prácticamente con lo puesto, encuentra alojamiento y comida en el pabellón Camilo León de Los Llanos, donde el Ayuntamiento ha instalado una serie de camas para albergar a todas aquellas personas voluntarias que están viniendo de muchos rincones. De hecho, él mismo conoce a una amiga que ha llegado desde Argentina para colaborar en todo lo posible, y ha coincidido estas semanas con gente de República Checa. Una de estas personas llegó al día siguiente del inicio de la erupción y estuvo dos semanas y ha regresado hace alrededor de 15 días para seguir ayudando. También han venido personas de Lituania, Murcia, Galicia, Madrid, Alemania, Holanda y el resto de islas del archipiélago, entre otros muchos destinos. Una auténtica Torre de Babel de solidaridad con la Isla y su gente.

Estas cuadrillas con voluntarios tienen básicamente dos misiones. Por un lado, la limpieza viaria de las calles del centro del municipio, las más transitadas durante la jornada. Por otro lado, retirar la ceniza de los tejados, pérgolas y terrazas en establecimientos y viviendas de los barrios en zona de exclusión, como es el caso de Puerto Naos, Las Manchas o La Laguna. Siempre con el beneplácito de la coordinación de la emergencia, que decide si es seguro para estas personas permanecer en estos lugares o no. 

«Hay mucha gente que no viene porque piensa que no es necesario», explica Abel, miembro de Protección Civil

decoration

Según el coordinador de todo el dispositivo, el concejal de Servicios Municipales de Los Llanos de Aridane, José María Rivera, «es tanta la cantidad de ceniza que hay que retirar cada día que no se ha podido hacer una medición exacta». Los datos que manejan es que, generalmente, de la cubierta de una casa de unos 50 metros cuadrados de Las Manchas se pueden sacar 35 metros cúbicos de este lapilli que expulsa el volcán desde su atalaya. «Estamos viniendo a diario, repetimos las casas una vez a la semana, porque la zona es grande», comenta el edil en referencia con la dificultad de mantener los tejados y pérgolas libres del polvillo volcánico, que no cesa de caer sobre ellos. Un trabajo diario que solo se interrumpe los jueves, día que dedican al descanso de la plantilla de operarios municipales, que además de este trabajo de emergencia, también tienen que continuar con sus labores cotidianas. 

En el casco de Los Llanos, los voluntarios de Protección Civil del Rincón de la Victoria coinciden en el sentir de que se requiere muchas personas para llegar a todas las necesidades que existen ahora mismo en la población afectada por la erupción. Abel, coordinador del grupo de cuatro que vinieron desde tierras malagueñas, cree que, si se anunciara públicamente que hacen falta más voluntariado, «mucha gente vendría porque sé que hay quien no lo hace por creer que solo estorbaría por la cantidad de efectivos que se ven en la televisión». De hecho, a Óscar le han preguntado desde el Consorcio de Emergencias de Málaga si sería necesaria su presencia. «Hasta 30 profesionales, no hablamos de cualquier cosa, han dicho que estarían dispuestos a colaborar con La Palma», ensalza.

Han llegado a la Isla para asistir estos días personas de Lituania, Alemania, Holanda e incluso Argentina

decoration

En lo que a ellos respecta, nunca dudaron en venir hasta la Isla para aportar su granito de arena, porque su vocación de servicio público es incuestionable. «Siempre estamos para ayudar, y en una emergencia como esta no lo podíamos dejar pasar», asegura Óscar, que fue secundado por el resto de sus compañeros de Protección Civil. «Alguien a quien le gusta este trabajo altruista, pertenecer a este cuerpo, va a venir sí o sí, porque para esto es para lo que nos enrolamos», apuntala Abel a su lado. Y eso pese a que, tal y como recuerda Paula, «dejas muchas cosas atrás» como la familia o el puesto de trabajo. 

Sobre la presencia de tantos voluntarios de fuera de la Isla, Domingo, coordinador de servicios de Protección Civil en Los Llanos de Aridane, expresa su agradecimiento y alegría: «Es bonita la solidaridad que ha despertado esta situación, nos ha llegado mucho material que necesitábamos pero no teníamos, así como todas estas personas que guardaremos para siempre en el corazón». Y es que el altruismo no entiende de fronteras cuando hay una situación tan dramática como la que se está viviendo en el valle de Aridane desde hace ya 46 días. Ajeno a todo esto, Cumbre Vieja sigue escupiendo piroclastos, gases y ceniza para que la limpieza no tenga fin.

Compartir el artículo

stats