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Volcán de La Palma | La agricultura en jaque

El pequeño agricultor de La Palma se plantea su supervivencia ante el volcán

Jonás Toledo acude cada semana a regar su finca, pero se plantea hasta cuándo será viable

La colada avanza hacia el mar entre plataneras tras pasar por el sur la montaña de La Laguna (15/10/2021)

La colada avanza hacia el mar entre plataneras tras pasar por el sur la montaña de La Laguna (15/10/2021) La Provincia | Involcan

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La colada avanza hacia el mar entre plataneras tras pasar por el sur la montaña de La Laguna (15/10/2021) Christian Afonso

La vida del agricultor ha cambiado mucho en las últimas semanas por el volcán de Cumbre Vieja. Algunos, como Jonás Toledo, ya se plantean si realmente es viable seguir como hasta ahora.

Muy temprano en la mañana, Jonás Toledo se levanta cada viernes para ir a regar una pequeña finca de plataneras en Las Hoyas, localidad cercana a Puerto Naos que se encuentra dentro de la zona de exclusión por la erupción volcánica de La Palma. Tiene que conducir más de una hora para dar la vuelta a la Isla y entrar por Fuencaliente hasta sus terrenos, en un largo y cansado viaje que antes le demoraba poco más de 15 minutos. Y lo hace, únicamente, para mantener viva la planta, sabiendo que la producción será nula hasta no sabe cuánto tiempo. Por ello, ya se plantea cómo puede sobrevivir a esta situación y hasta cuándo le será viable atender estos terrenos.

Y es que las complicaciones no paran de llegar a los agricultores de la costa de Los Llanos de Aridane, después de que el miércoles una de las dos desaladoras instaladas en Puerto Naos para proporcionar riego a las fincas plataneras se haya averiado. Técnicos del Gobierno de Canarias estudian los motivos que han llevado al parón de una de estas infraestructuras de emergencia y verificar si tiene dañada la bomba. Entre las posibles causas de esta avería está el hecho de que aún no se hayan instalado mecanismos de control y sensorización de la red que abastece este agua.

En el caso de Jonás, que ya regó la semana pasada y a quien todavía no han llamado para darle otro turno de uso de la desaladora, este hecho no le preocupa del todo. Al menos por el momento, ya que le queda medio depósito de agua en su estanque para irrigar, al menos, las próximas cuatro semanas sus cultivos. Pero si esto se demora más en el tiempo, sí que podría empezar a verse afectado. «Si no, lo que iremos haciendo es dosificar lo que nos quede, y esperar a que el clima se vaya enfriando conforme avance el otoño», detalló. Hoy, de hecho, irá hasta su finca para atender las plataneras, y usará esa agua almacenada.

Sobre todo, porque solo le permiten unos 60 metros cúbicos de agua desalada, utilizando alrededor de 18 minutos por cada media fanega de terreno. En su caso, tiene siete puntos de toma de agua, por lo que le corresponden unas dos horas de riego en cada turno. Y esto es así porque solicitó la posibilidad de disfrutar de ese tiempo todo junto, porque si no serían únicamente 18 minutos por fanega diarios.

Mientras el volcán de Cumbre Vieja siga activo, e incluso los primeros meses una vez se apague, la comunidad agrícola del oeste palmero seguirá teniendo, presumiblemente, muchos problemas para continuar con la producción tal y como venían haciendo hasta la fecha. Muchas de estas personas han repetido, una y otra vez, que lo poco que les están permitiendo hacer en sus terrenos solo sirve para mantener las plantas vivas y no perderlo absolutamente todo.

«Como queden las plantas, quedó, pero es que no podemos hacer gran cosa», señaló, en este sentido, el agricultor. La finca, propiedad de la familia de su pareja Sara González, en la que tiene casi mil matas de plátano, podrá sobrevivir mientras siga teniendo aunque sea un ápice de agua, sobre todo viendo la gran resistencia que han tenido otros terrenos a su alrededor de gente que no ha podido regar en todo este tiempo. Ellos, obviamente, han sido los primeros en poder utilizar este agua de las desaladoras porque sus necesidades eran más apremiantes, algo que entiende Jonás.

«No sé si será factible que los pequeños dueños sigamos teniendo cultivos», se cuestiona Toledo

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Pero mientras se usa ese agua, las dudas siguen asaltando a muchas de las personas que se dedican al sector primario. Una de ellas, y la más repetida, es cuánto les costará el disfrute de las desaladoras de emergencia. Lo que sí saben, aseveró Jonás, es que les siguen cobrando lo mismo que antes por el mantenimiento de la red pese a que está parcialmente dañada por las coladas de lava. Tal y como está la situación, y viendo el futuro que podría haber por delante, pone sobre la mesa una reflexión que se le pasa por la cabeza a mucha gente: «No sé si a día de mañana será viable que los pequeños (propietarios) tengamos fincas». Una duda que podría llevar a la ruina a un sector que factura una importante parte del PIB palmero.

Tanto él como su pareja Sara, ya se plantean «cambiar el chip», y admitieron que ha sido la erupción volcánica la que les ha hecho pensar más en profundidad ideas que hasta la fecha pululaban en sus mentes, pero que no pasaban de ahí. Por ejemplo, ponen sobre la mesa el cambiar de cultivos para aprovechar al máximo los beneficios de la producción, ya que piensan que el plátano es muy costoso de mantener. Incluso traer frutas que no sean comunes en estos momentos en La Palma y convertirse en pioneros de éxito en la introducción de esos nuevos productos y plantas. Por otro lado, también sondean la posibilidad de abrirse al mundo de las fincas ecológicas, para conseguir ahorrar en recursos y agua y explotar una idea que está muy en boga en estos momentos.

Los propietarios de los terrenos todavía no saben si les cobrarán lo mismo que hasta ahora por el agua desalada

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El volcán sin nombre sigue rugiendo de fondo al empezar a caer el sol, mientras Jonás recoge sus aparejos dispuesto a irse. Una jornada más de impotencia porque solo puede hacer menos de lo que sería necesario para que su finca esté a pleno potencial. Pero es que la situación no le permite mucho más. En la vida del agricultor, ya se está acostumbrado a que el sacrificio y la garra son cualidades que han de estar muy presentes. Y en medio de una catástrofe natural como esta, todavía más.

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