"¿Cómo se les dice a un niño de 12 años y a una niña de 8 que su madre y su abuela acaban de morir, que han sido asesinadas y que el asesino ha sido su padre? ¿Cómo se les dice que su padre ha destrozado y quemado su casa, su ropa, sus juguetes, todos sus recuerdos?". Es la pregunta con la que Antonio -nombre ficticio- tuvo que lidiar "sin fuerzas, abatido y con terrible dolor" después de que su hermana y su madre fueran asesinadas por su cuñado. Dos menores quedaron huérfanos como consecuencia de este crimen machista.

Los asesinatos por violencia de género sumen a las familias de la víctimas en un cataclismo y deja a los niños huérfanos en una situación de vulnerabilidad que aún no cuenta con la respuesta legal y asistencial necesaria, como han denunciado en el Senado Antonio y otros familiares afectados por la violencia de género durante un acto del Fondo de Becas Soledad Cazorla organizado por la Fundación Mujeres.

Una onda expansiva que lo arrastra todo

"Los asesinatos machistas producen una onda expansiva que lo arrasa todo, destrozando la vida de los seres queridos. (...) Los más perjudicados son los huérfanos, que deben superar la pérdida de su madre, soportando el hecho de que ha sido asesinada, soportando el hecho de que el asesino ha sido su padre", ha relatado Antonio.

"A pesar de estar totalmente hundidos", él, su hermana y su padre se hicieron cargo de los niños, "el bien más preciado" que su hermana y su madre les dejaron: "A pesar de que lo han perdido todo, con su cariño nos ayudan cada día a que lo superemos todo", ha enfatizado.

Antonio ha destacado que los asesinatos de su madre y su hermana se perpetraron con ensañamiento, con "la tortura de hacer ver a una madre cómo asesinaban a su hija y a una hija cómo asesinaban a su madre".

Desde la cárcel, aún sin juzgar, el presunto asesino se deshizo de sus bienes con el apoyo de sus familiares. Cuando reciba la condena, no podrá hacer frente a la indemnización patrimonial de sus hijos.

Antonio ha denunciado que, aunque los menores huérfanos deberían tener a su disposición todos los recursos necesarios, son "los grandes olvidados" por la justicia y demás instituciones: "Sin poder llorar a mi hermana y a mi madre, en una situación en la que nos sentíamos en una nube, angustiados, con pérdidas de memoria, sin poder dormir ni respirar, tuvimos que ponernos en pie y hacer multitud de trámites, recorriendo una y otra vez oficinas, juzgados, despachos de abogados, comisarías de policía, oficinas de Hacienda y de la Seguridad Social...".

Por ello, ha pedido la creación urgente de protocolos para proteger, atender y acompañar a los huérfanos y las familias desde el momento del crimen.

Millones de vueltas en pleno duelo

La hermana de Luz Marina fue asesinada por su pareja delante de su madre y de sus dos hijos. Además del "shock" de la pérdida, de tener que "aprender a vivir con la rabia y el dolor", Luz Marina ha contado cómo las familias tienen que dar "dos millones de vueltas" para solucionar procesos de hipoteca, seguros, guarda y custodia de los niños, y hacer frente a unos gastos desorbitados, además de los que se derivan de hacerse cargo de los niños.

Desde el año 2013, momento en que empezó a contabilizarse el número de menores huérfanos de la violencia machista, un total de 330 niños se han quedado sin sus madres por culpa de estos crímenes.

La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha explicado que hay muchas familias que, tras un asesinato machista, entran en riesgo de exclusión social e incluso en riesgo de pobreza. Desde 2016, el Fondo de Becas Soledad Cazorla ha concedido 111 becas por importe 189.000 euros a 56 huérfanos de 34 familias para que puedan continuar y reconstruir sus vidas.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha reconocido en la Cámara Alta que hay "una gran deuda con las víctimas más vulnerables: la infancia huérfana y la infancia víctima de violencia vicaria".

Rosell ha incidido en que se debe mejorar la ley para conseguir que, por ejemplo, los hijos de María Isabel, la última mujer asesinada en San Roque el pasado domingo, puedan recibir una pensión de orfandad. Como el asesino de su madre no es su progenitor, no tienen derecho a recibirla.

Acabar con el silencio atronador

El Congreso de los Diputados tramita en estos momentos una proposición de ley para mejorar la situación de los niños huérfanos de la violencia de género con el objetivo de facilitar los trámites sucesorios y el acceso a las pensiones. Estos menores y sus familias tienen mucha dificultad para acceder a las ayudas, para seguir con sus estudios.

El presidente del Senado, Ander Gil, ha insistido en que es necesario acabar el "silencio atronador" que existe en torno a esta realidad y trabajar para una reparación judicial, económica, social y simbólica de estas víctimas: "Ya se les ha arrebatado mucho, ahora corresponde darles la oportunidad de vivir en plenitud", ha concluido.

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.