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Volcán en La Palma

La miel de la erupción

La Casa de la Miel de Tenerife premia a una elaboración de Fuencaliente | Las abejas resisten los efectos del volcán

Jésica Díaz es la productora de la miel que acaba de ser premiada en Tenerife. | | RAMÓN PÉREZ

A pesar del proceso eruptivo que afecta a una zona de producción de miel, las abejas han conseguido sobrevivir a las extremas condiciones que se han generado por las cenizas y gases expulsados por el volcán de Tajogaite. La miel sigue dando noticias dulces a la Isla Bonita.

Todos los sectores económicos del Valle de Aridane están afectados por la erupción del Tajogaite. Del turismo, al comercio y, por supuesto, el campo y sus producciones. La apicultura es una actividad floreciente que en los últimos años ha sobrevivido a la sequía y que ahora se enfrenta a la destrucción de la biodiversidad, algo crucial para que las abejas sobrevivan.

Admitiendo el difícil panorama que le aguarda al subsector apícola, las labores asociadas con las faenas del campo siguen dando alegrías a la Isla Bonita. Uno de esos últimos reconocimientos llegó hace un par de días a través del concurso regional de la Casa de la Miel de Tenerife. El jurado de esta edición reconoció la opción presentada por la joven apicultora palmera, Jésica Díaz, elaborada con tedera, que terminó conquistando la Gran Celdilla de Oro a la Mejor Miel de Canarias en la categoría sin Denominación de Origen, gracias a una variedad originaria de Fuencaliente. Las colmenas se han visto dañadas por la erupción, pero todo hay que decirlo, el producto galardonado era de una cosecha previa a la erupción.

«Es duro ver cómo el trabajo de tantos años se pierde en unos pocos días»

Jésica Díaz - Apicultora premiada

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Jésica Díaz asegura que este premio supone «un gran agrado y un incentivo» para continuar con su actividad y hace hincapié en la importancia de la apicultura a nivel mundial. «Sin ella la mayoría de especies vegetales desaparecerían», afirma Díaz, que señala que tiene que ver también mucho en la recuperación de la biodiversidad. Sobre la miel que le ha valido el reconocimiento, esta animada apicultora destaca que es de una calidad «espectacular».

La joven, que ha tenido que dejar su residencia habitual en el núcleo de La Bombilla (Tazacorte) vive en una caravana en Los Llanos de Aridane, desde donde, cada vez que las autoridades se lo permiten, continúan dando prácticamente la vuelta a la Isla para poder acudir a su casa y a atender a sus animales. Junto a su padre, Isidro Díaz, y Guillermo Hernández, gestionan colmenares repartidos por toda la Isla para producir miel que comercializan con la marca Tagoja, muy apreciada en La Palma.

Jésica Díaz lamenta que «la verdad que este volcán nos está dando una de cal y otra de arena», con sus colmenas afectadas por la ceniza y los gases. «Es duro ver cómo el trabajo de tantos años se pierde en unos pocos días», afirma. Jésica Díaz se refiere a que llevan afectados por muchos años de sequía, lo que también se ve reflejado en las abejas por la falta de floración, «y ahora que veníamos de un buen año de agua y miel nos hace retroceder hasta el principio».

Su docena de colmenas, ubicadas en el barrio de Los Charcos en Fuencaliente, y el centenar de su padre, en Las Manchas, en plena zona de exclusión, han tenido que ser trasladadas a colmenares más lejanos, pero a pesar de eso, la apicultora dice que «prácticamente todas las colmenas de la Isla se van a ver afectadas de una manera u otra, pero sobre todo las del Valle de Aridane». Se refiere a que la ceniza que está cubriendo prácticamente toda la Isla y que eso va a impedir una correcta floración, es decir, que acabará afectando al proceso de alimentación de las abejas. Además, «el polvillo de las cenizas tampoco las deja volar y nos las encontramos tiradas en el suelo», dice.

Ante esta situación, Díaz tiene claro que lo peor es la incertidumbre, «por estar lejos de casa». Por eso recalca que necesitan «saber qué va a pasar, cuánto va a tardar, si va a empeorar o si se va a estabilizar», en definitiva, muestran su pesar por una circunstancia que es imposible de controlar. Ahora, ante el posible planteamiento de un invierno lluvioso que le permitiera a la flora poder limpiar la ceniza y que la primavera floreciera de nuevo, «tiene sus pros y sus contras», señala la apicultora, ya que «aunque para nosotros sería beneficioso, con toda la ceniza que hay no se lo bien que vendrían esas lluvias».

Por eso señala que es cuestión de que la naturaleza «haga lo que tenga que hacer, y después ya se irá afrontando los acontecimientos según vayan viniendo».

Expertos del CSIC

Esta situación también ha sido expuesta por el investigador del CSIC y experto en biodiversidad canaria, Manuel Nogales, que defiende que las abejas podrán volver a polinizar, lo que será un sígno de recuperación de la biodiversidad. Además, se refirió a que las abejas están pudiendo sobrevivir en las zonas más cercanas al volcán ya que muchos panales no se habían cosechado, quedando miel como reserva que les ha permitido seguir alimentándose. A eso hay que añadir que el material expulsado por el volcán de Tajogaite, a pesar de cubrir totalmente las colmenas, también deja pasar el aire, garantizando la supervivencia de los insectos. Sobre este asunto, Nogales apunta que incluso en latitudes más al norte de la Isla se da la circunstancia de que llegan a invernar, «quedándose quietitas dentro de las colmenas y llegando, incluso, a estar así bastante tiempo teniendo alimento».

Rescate de las abejas sepultadas por el volcán de La Palma

Rescate de las abejas sepultadas por el volcán de La Palma La Provincia

Sobre las abejas, el especialista del CSIC señala que «son unos seres vivos que pueden soportar condiciones altas de exposición al dióxido de carbono, lo que significa que no les genera problemas», añadiendo que colmenas que están localizadas a un kilómetro del cono volcánico de Montaña Rajada, y de las que personalmente pudo comprobar su estado, «están aparentemente en un buen estado de conservación».

Estas circunstancias se han visto reforzadas con el descubrimiento de al menos media docena de colmenas próximas al principal punto eruptivo, a unos 600 metros, en las que, a pesar de estar totalmente cubiertas por el material expulsado por el volcán durante los últimos dos meses, las abejas han conseguido sobrevivir.

El rescate lo llevó a cabo la Policía Local de El Paso, donde uno de sus integrantes es apicultor, contando con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Guardia Civil. Allí tres de las colmenas todavía estaban visibles y las otras tres totalmente enterradas por la ceniza.

Bomberos de Gran Canaria dejan agua y azúcar a abejas afectadas por el volcán en La Palma

Bomberos de Gran Canaria dejan agua y azúcar a abejas afectadas por el volcán en La Palma Bomberos de Gran Canaria

Así, según informa la ADS Apicultores La Palma, actualmente, a pesar de las grandes zonas afectadas por el material expulsado por el volcán y los gases de sus emanaciones, no hay constancia de que se hayan producido muertes masivas de abejas ni que hayan quedado inutilizadas colmenas.

En estos momentos difíciles para La Palma es un alivio conocer que uno de sus subsectores, en constante crecimiento pese a las dificultades de los últimos años, resiste a las consecuencias del volcán y, por si esto fuera poco, logra premios con eco en todas las Islas.

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