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25N | Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Las pistas y el fatal destino de las niñas de Tenerife

La UOPJ de la Guardia Civil tinerfeña recibió un Premio Menina por investigar sobre Anna y Olivia

José Luis Seoane, jefe del EMUME de la UOPJ. LP/DLP

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife ha recibido uno de los Premios Menina de este año que otorga la Delegación del Gobierno en Canarias por su labor en la lucha contra la violencia de género y, en concreto, por su participación en la investigación y búsqueda de las dos niñas de Tenerife, Anna y Olivia, que fueron asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, en un acto de violencia vicaria.

Según el brigada José Luis Seoane, jefe del EMUME de la UOPJ, «se trata de un premio que el Ministerio de Igualdad nos ha concedido al equipo de lucha contra la violencia de género y la ejercida contra los menores, por la labor en el trágico asunto de la desaparición y posterior homicidio de las niñas. Nos sirve de acicate para seguir trabajando en la eliminación de la violencia de género». El Emume ha sido el eje principal de la investigación «porque no solo nos encargamos de los temas de mujer y menor sino de la investigación de homicidios de desaparecidos, de modo que el caso tenía todos los requisitos para que nos hiciéramos cargo. Se podría definir como la dirección general de toda la investigación».

El Emume realiza su trabajo de esta manera: toma los primeros datos y desde ellos, vistas las primeras pistas, generan las posibles estrategias de trabajo, las líneas principales de investigación en las que enfocarse. Luego se dividen en subgrupos para que cada uno asuma una de ellas en concreto, bien para que ayuden a esclarecer el asunto o para determinar que esa pista no tiene validez. Según los grupos de trabajo van cerrando pistas y después se reunifican hasta llegar a la buena. «Fue lo que hicimos en esta ocasión», determina el brigada. «Valoramos posibilidades de que pudieran estar fugados, escondidos en la Isla, de que hubieran salido por mar, por vía aérea o estar fallecidas, hasta que llegamos a la conclusión que todos sabemos».

Se trató de una investigación bastante larga, de dos meses de trabajo, que ha abarcado muchas ramas y una gran cantidad de personal implicado. «No solo ha trabajado la policía judicial sino también patrullas de seguridad ciudadana, grupos subacuáticos de la Guardia Civil y unidades de helicópteros en la búsqueda. El servicio marítimo también estuvo permanentemente pendiente. Hemos tenido también colaboraciones de unidades centrales operativas, como la UCO».

Para determinar que un asunto es violencia vicaria «primero hay que finalizar la investigación y cuando ya se tienen todas las piezas sobre la mesa se desvela, pero la Fiscalía y el Juzgado tienen mucho que decir en esta cuestión. Nosotros nos aunamos a ellos en sus decisiones».

El Emume se ha visto envuelto en múltiples casos de violencia de género, aparte del famoso de Anna y Olivia, que ha sido el más grave en que ha participado. «Nos hemos visto implicados en casos conocidos, sobre todo en homicidios, donde la víctima resulta de una violencia de género, pero, por suerte, no ocurre muy a menudo», explica el jefe del equipo de lucha contra la violencia machista y la ejercida contra los menores.

Corresponde a los Especialistas Mujer-Menor de la Guardia Civil la investigación de los delitos cometidos contra estas personas y aquellos en que participan como autores, prestándoles una atención especializada e inmediata durante la intervención policial adaptada al tipo de delito y a sus circunstancias. Engloba los delitos contra la libertad sexual, fuera y dentro del ámbito familiar; los relacionados con la delincuencia juveni; el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual y la pornografía infantil.

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