Investigadores de las universidades de Zaragoza, Complutense de Madrid y País Vasco han detectado por primera vez la presencia de fibras microplásticas de poliestireno en la atmósfera de la Antártida. Según estos expertos, además de los microplásticos se ha descubierto la presencia de otros aerosoles antropogénicos como el carbono negro, biológicos como bacterias y minerales, entre ellos nitrato de amonio, singenita y fertilizantes de nitrógeno, fósforo y potasio.

Los resultados de este trabajo, publicado en la revista científica Spectrochimica Acta Part A: Molecular and Biomolecular Spectroscopy, evidencian que algunos contaminantes logran penetrar la atmósfera antártica, procedentes de zonas próximas o del creciente número de cruceros turísticos y del intenso tráfico marítimo que se registra en el Cabo de Hornos. «Estos contaminantes se han atrapado en los filtros de aire de un captador ubicado en Isla Decepción, uno de los enclaves más limpios y puros de nuestro planeta, y esto da muestras de la gravedad de la contaminación ambiental a la que asistimos», advierte Jesús Anzano, catedrático de Química Analítica, coordinador del grupo de investigación Química y Medio Ambiente de la Universidad de Zaragoza.

Heces de pingüino

Este investigador añade que «ya se había detectado la presencia de microplásticos en heces de pingüino, pero es la primera vez que se observan estos contaminantes en los filtros de aire debido, entre otras cuestiones, al escaso reciclaje del plástico utilizado, que se disgrega en micropartículas que contaminan las aguas y al aire, y, por ende, la alimentación de la fauna antártica». «Hasta donde sabemos, estas son las primeras mediciones de aerosoles de partículas microplásticas en la atmósfera antártica», apostilla Anzano, referente en caracterización de aerosoles atmosféricos.

En relación al origen posible de estos aerosoles contaminantes se apunta a cuatro fuentes antropogénicas locales para las partículas de carbono, y a un probable transporte de largo alcance en la atmósfera para las microplásticas y bacterianas.