La llegada de la tecnología a las relaciones de pareja, con los smartphones, aplicaciones de mensajería y de citas y redes sociales, ha motivado que las conductas de siempre se adapten al entorno digital y surjan nuevos términos para referirse a ellas.

De acuerdo con el 'I Estudio sobre tecnología y emociones' del fabricante de 'smartphones' Wiko, casi la mitad de los españoles (48,58%) admite haber sido 'stalkeado' en redes por parte de otra persona, mientras que uno de cada cuatro reconoce haber padecido 'birdboxing' de alguien (25,37%) o incluso 'orbiting' (25,07%).

Estos términos, aunque son utilizados frecuentemente por los más jóvenes cuando utilizan las herramientas tecnológicas, pueden no resultar familiares para muchos usuarios, aunque alguna vez las hayan realizado, recibido o incluso sufrido.

Los inicios

Uno de los conceptos referidos a los momentos iniciales de una relación es el de 'instagrandstanding', la versión digital de las indirectas.

Este concepto consiste en llamar la atención de una persona publicando de forma consciente contenidos en redes sociales (especialmente en Instagram) que le resultan particularmente interesantes a la otra persona, aunque sin referencias directas, buscando que sea esta persona la que inicie la conversación.

Otro de los términos del principio de una relación es el 'birdboxing', una forma de identificar situaciones de un enamoramiento extremo en las personas son incapaces de reconocer los defectos de la otra persona y consideran que todo lo que le rodea es perfecto.

Como curiosidad, su nombre procede de la película 'Bird Box' (2018), en la que los personajes usan una venda en los ojos para sobrevivir. Para que todos lo entiendan, puede traducirse por 'estar en una nube'.

Cuando se tuerce

En los casos en que la relación no marcha por buen camino, un término utilizado frecuentemente es el 'orbiting'. Este concepto se refiere a cuando alguien parece no tener interés real en otra persona, no contesta sus mensajes ni responde sus llamadas, pero da 'like' a sus publicaciones, reacciona a sus 'stories' o comenta alguna foto. Los integrantes de la Generación X lo llamarían algo así como 'ni contigo ni sin ti'.

Otro palabra para cuando las cosas no van bien es la de 'curving'. Ante un chat con una persona con la que se desea cortar conversación, hay personas que, en lugar de comunicar este desinterés abiertamente, optan por otra forma de transmitirlo.

Ejemplos de esta conducta son una mayor demora a la hora de responder mensajes, descenso progresivo de la extensión de las respuestas o excusas constantes para no verse en persona. Generaciones anteriores podrían llamarlo 'marear la perdiz'.

Acabar mal

Terminar una relación, aunque sea en sus fases iniciales hace que algunas personas sufran lo que siempre se ha conocido como un 'plantón'. En el plano digital esto se conoce como 'ghosting', cuando tras días o semanas de conversación constante y fluida por chat, una de las personas 'desaparece' repentinamente y sin dar explicaciones.

Otra mala práctica es el 'stalking', que consiste en fisgonear en las publicaciones e interacciones de otra persona en redes sociales, con el objetivo de estar informado de su día a día. Este fenómeno es común en las relaciones de pareja después de las rupturas que no se han encajado bien.