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Crisis volcánica | Evolución de la erupción

La nueva colada al norte del volcán de La Palma destruye más edificaciones

El material lávico llega a la línea divisoria entre los municipios de Tazacorte y Los Llanos de Aridane | Los niveles de gases impiden el acceso a la zona sur

La lava del volcán de La Palma discurre por la zona de la carretera de El Hoyo (5/12/2021)

La lava del volcán de La Palma discurre por la zona de la carretera de El Hoyo (5/12/2021)

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La lava del volcán de La Palma discurre por la zona de la carretera de El Hoyo (5/12/2021) Andrea Saavedra

El volcán de Cumbre Vieja no da tregua. El foco está ahora en la nueva colada que desde el pasado sábado discurre por el norte de Montaña Cogote y en las grietas que han surgido en el cono principal. La lengua de material lávico se apartó ligeramente de las coladas anteriores por lo que afectó a varias viviendas –todavía se desconoce la cifra– al avanzar hacia el suroeste de los puntos de emisión de lava por encima de la nueva carretera que está trazando la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias. Esta colada entró ayer en la divisoria de los municipios de Tazacorte y Los Llanos de Aridane, dejando un espacio intermedio al unirse a la colada 9 y aportando energía nuevamente hacia el delta lávico.

Esta nueva lengua de material volcánico discurre por zona ya evacuada, por lo que no ha sido necesario tomar medidas adicionales de Protección Civil de cara a la población. Ayer la lava se dirigía hacia el mar de forma fluida, a unos tres metros por segundo, unos diez kilómetros por hora.

«Los centros de emisión asociados a fisuras este-oeste al oeste de Montaña Cogote, han dado lugar a varias coladas muy fluidas y desgasificadas, que se mueven a alta velocidad hacia el oeste, sobre terreno no afectado previamente, y que se encuentran actualmente cerca del cantil, en la zona de Las Hoyas», explicó ayer Carmen López, la portavoz del Comité Científico, tras la reunión del Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca).

Los nuevos puntos de emisión que han aparecido en los últimos días en cotas inferiores a los anteriores continúan aportando lava no sólo en la zona sur, sino también en la zona centro de las coladas, que están entrando a partir de tubos lávicos, que se reflejan en las coladas 4 y 7.

Superficie

La superficie afectada se estima en unas 1.155 hectáreas, nueve más que el dato del pasado sábado, con una anchura máxima de 3.350 metros, y se mantiene la extensión total de los deltas lávicos en 48,03 hectáreas.

En cuanto a los daños en infraestructuras, la información facilitada por el satélite Copernicus cifra en aproximadamente 2.897 construcciones afectadas, de las cuales 2.771 estarían destruidas en su totalidad y 126 parcialmente afectadas o en situación de riesgo. Estos datos no son definitivos y hay que filtrarlos con los del Catastro, que ayer no pudo ser actualizado.

También preocupa a los científicos la calidad del aire. Los niveles de gases no permitieron ayer el acceso por la zona sur, los valores registrados sólo aconsejaron el acceso hasta Jedey, por lo que se continúa monitorizando la situación para evaluar la apertura del resto de zonas en las próximas horas. La emisión de dióxido de azufre registrada ayer se mantuvo en niveles altos. «Seguimos teniendo claros problemas en materia de gases en la zona sur de la emergencia. Hemos vuelto a tener valores elevados hoy –ayer para el lector– con concentraciones con contaminantes importantes», explicó ayer Miguel Ángel Morcuende, director Técnico.

Con respecto a las partículas menores de 10 micras (PM10), durante la jornada de ayer se consolidó la tendencia al alza de los registros de todas las estaciones, reflejando la incidencia de la calima, de forma que el índice de calidad del aire se situó en niveles desfavorables en todas las estaciones de la isla desde la tarde del sábado, situación que se mantuvo durante toda la jornada del domingo. Como consecuencia de esta situación, ayer se superó el valor límite diario en todas las estaciones de la Isla.

En la reunión también se analizaron otros parámetros observables del proceso eruptivo en La Palma que mantienen una tendencia descendente, aunque continúa la situación de inestabilidad debido a la alimentación superficial y a los niveles de gases. Continúa el descenso del número de sismos intermedios y la sismicidad profunda se mantiene en valores bajos, así como el tremor que continúa en valores medios-bajos, con mayor estabilidad. Ayer, hasta las 20 horas, se detectaron 21 terremotos en La Palma, una cifra ínfima en comparación con los 377 que se detectaron el martes. El más fuerte de la jornada se produjo a las 19.14 horas con una magnitud de 3,3 mbLg y a 10 kilómetros de profundidad. Fue el único sismo detectado por la población.

Por otra parte, la deformación del terreno que se produjo el pasado viernes en las cercanías de Jedey ya ha revertido totalmente y se mantiene la estabilidad general, con deflaciones y variaciones locales.

El viento noreste continúa soplando principalmente en la dorsal central, El Paso y extremos de la isla de La Palma, y se prevé que la orientación del penacho de cenizas y dióxido de azufre continúe siendo hacia el oeste-suroeste desde el foco eruptivo, por lo que la disposición esperada de la nube de cenizas supone un escenario favorable para la operatividad aeronáutica hasta mañana.

Los datos de albergados en hoteles son muy similares a los de la pasada jornada. Actualmente hay 554 personas en total, uno más que ayer. Del ello, 408 se hospedan en Fuencaliente, 71 en Los Llanos de Aridane y 75 en Breña Baja, gestionados por Cruz Roja y los servicios municipales.

a información facilitada por el satélite Copernicus cifra en aproximadamente 2.897 construcciones afectadas, de las cuales 2.771 estarían destruidas totalmente.

La superficie afectada se estima en unas 1.155 hectáreas, nueve más que el dato del pasado sábado, con una anchura máxima de 3.350 metros.

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