La estrella de la Sagrada Família, la que corona la torre de Maria y la que aspira a convertirse en un símbolo más de Barcelona, ya brilla. El que es el punto más alto de la basílica proyectada por Antoni Gaudí hasta que el cimborrio de Jesús la acabe superando se ha iluminado esta tarde-noche. Entre vítores y aplausos del respetable, que lo había, y mucho. De aquí y de ahí. No en vano el turismo, ni que sea de forma tímida, ha vuelto. Algo que celebran los responsables del templo expiatorio. Pues sin visitas no hay caja y sin caja no hay obras. Y las de la Sagrada Família están lejos de acabarse. Tenían fecha: 2026, en el centenario de la muerte del genial arquitecto, pero la pandemia lo ha trastocado todo. Un año y medio sin público ha acabado con el fondo de resistencia de la basílica. Si la normalidad turística vuelve, se pondrá nuevo año al final de su construcción. Hay quien afirma que 2032, cuando se cumplirá el 150 aniversario de la colocación de la primera piedra, podría ser un buen momento, pero desde el templo mantienen silencio. 

A lo que íbamos, a las 19.50 horas, 10 minutos más tarde de lo previsto, las luces de la estrella se han encendido. Y el público ha estallado. Antes ha habido mensaje del Papa filmado con saludo especial para los “más pobres de esa gran ciudad, a los enfermos, a los afectados por la pandemia de covid-19, a los ancianos, a los jóvenes que por diferentes situaciones ven comprometido su futuro, a las personas que están viviendo momentos de prueba”, y petición: “Rezo para que cada uno de ustedes haga que Barcelona sea más habitable y acogedora para todos”;  interpretación del Orfeó Català, y bendición de la torre, la primera que se levanta en los últimos 45 años, por parte de un emocionado Joan Josep Omella, cardenal de Barcelona: agua e incienso. Y antes de antes ha habido misa, esta con cita previa, imposible asistir al oficio religioso sin reserva. 

Los rayos del sol

El del alumbrado sí ha sido un acto público, realizado a pie de calle con multitud de público y con la presencia de un viento más que molesto y de televisiones de medio mundo. Y al igual que en la fiesta popular de esta mañana, se ha echado en falta la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Sí han asistido los tenientes de alcalde Jaume Collboni y Albert Batlle; y los ‘consellers’ de Interior y Justícia, Joan Ignasi Elena y Lourdes Ciuró, respectivamente. Así las cosas la estrella ya brilla y la Sagrada Família vuelve a situarse en el imaginario de millones de potenciales turistas. 

Aunque, de hecho, el lucero reluce desde hace días, pues lleva colocada en su sitio desde el pasado 29 de noviembre. Y aunque este miércoles, celebración de la Inmaculada Concepción, se ha inaugurado su alumbrado eléctrico, durante el día lleva jornadas resplandeciendo por el efecto que provocan los rayos del sol al chocar contra los 123 vidrios que le dan forma. Un dodecaedro con pirámides que le brindan aspecto de estrella de 12 puntas, de 7’5 metros de diámetro y 5’5 toneladas de peso. Ahí es nada. Pero que no cunda el pánico. Figura y cristales han pasado todas las pruebas necesarias para garantizar su seguridad. Tres capas de vidrio capaces de soportar todas las inclemencias meteorológicas posibles, rayos incluidos, y el impacto de objetos a gran velocidad. 

Dentro de la normativa

Siempre con luz blanca. Nada de imaginar posibles cambios de tonalidad en función de fechas señaladas. No. La estrella simboliza la pureza de Maria, y los colores de la Vírgen se leen del blanco al azul, los mismos que lucen el 'trencadís' que cubre el fuste que la sustenta. Para los que sufren por la contaminación lumínica que pueda provocar el nuevo techo de la Sagrada Família, decir que el recién estrenado faro de la ciudad cumple con la normativa y que la cantidad de luz que proyecta está por debajo de lo que permite la ley. Hay más: de momento estará encendido desde las 18.00 a las 22.00 horas (hoy excepcionalmente hasta medianoche) y con fecha de caducidad: el 9 de enero. Luego se negociará con el ayuntamiento para ver cómo se procede.  

La bendición y el alumbrado han sido el punto álgido de una celebración que empezó el pasado día 4 iluminando parte de la torre, ha continuado esta mañana con la fiesta popular y seguirá en los próximos días.