Preguntas de afectados por el volcán de La Palma que esperan respuestas

Con una población próxima a los 1.600 vecinos, actualmente evacuados, el movimiento ciudadano en el barrio de La Laguna no solo no ha disminuido, sino que se ha reactivado a raíz de la erupción del volcán en La Palma. La mejor prueba de esta buena sintonía la encontramos en la batería de preguntas que sus habitantes han trasladado al Gobierno de Canarias, Cabildo de La Palma y Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane para intentar iluminar su futuro más inmediato.

Entre las 39 propuestas que han realizado destaca un sentimiento de lucha para que el barrio no pierda sus señas de identidad, además de cuestionar las fórmulas del reparto de las ayudas de emergencia y las soluciones que se están ofreciendo en materia de viviendas. Los afectados exigen estudios de reconstrucción en la zona arrasada por la lava y la habilitación de suelo para futuras edificaciones.

«Ayudas a los afectados»

Entre sus peticiones destaca una relacionada con la creación de un nuevo asentamiento del barrio; también que se reactive la ayuda psicológica a los evacuados. Otro de los puntos a tener en cuenta tiene que ver con la reposición de las explotaciones agrarias y la mejora de accesos a los espacios que se han quedado aislados entre coladas. Los laguneros también inciden en la realización de canalizaciones y corrección de cauces ante la inminente llegada de fuertes lluvias que puedan agrandar los daños que ya han sufrido las viviendas e infraestructuras del barrio.

Hasta la mitad del núcleo poblacional llegaron las coladas de lava el 21 de octubre. De hecho, allí siguen sin avanzar desde entonces. En medio de esta encrucijada de caminos están las personas que no han podido regresar aún a sus domicilios en Las Martelas, o al municipio de Tazacorte.

Los vecinos defienden la posibilidad de reconstruir su barrio a partir de sus cenizas, logrando retornar a los lugares de siempre fortaleciendo el arraigo con un territorio que les ha visto convivir, con el objetivo de recuperar su vida social y cultural, pero con las incertidumbres de una emergencia que no termina y que sigue generando muchas dudas. Y es que, a pesar de la incertidumbre que pesa sobre el futuro de esa zona de La Palma, este grupo refuerza su unión en estos momentos, proponiendo una serie de sugerencias que esperan sirvan para dar una respuesta a muchas de las preguntas que aún siguen en el aire.

Además, desde la asociación mantienen abierta una línea de consulta participativa y personalizada para que los vecinos trasladen todas las cuestiones e inquietudes. Son esas aportaciones las que han permitido elaborar este memorándum, redactando un documento único, que presentarán ante todos y cada uno de los organismos oficiales participantes en la emergencia pública.

Los integrantes de la asociación de vecinos, no obstante, lamentam «la falta de comunicación directa» y concretamente con los más de 700 asociados del barrio de La Laguna que en este momento se encuentran perjudicados y fuera de la zona de exclusión. Al mismo tiempo reivindican que sean incorporados y oídos en las decisiones que se tomen mientras dure la emergencia y una vez concluya la misma. Igualmente, desde su directiva también apuntan a que continuamente está llamando al vecindario a la calma y la esperanza, para que nunca bajen la guardia y sigan manteniendo las medidas de seguridad que se aplican en la este perímetro del Valle de Aridane.

Marcelino Hernández, presidente de este colectivo vecinal, pone el foco en que acciones como esta es «lo poquito que podemos hacer». Por eso llama la atención sobre la situación de todos los inquilinos del barrio, ya que «estamos desplazados y repartidos por distintos puntos de la geografía de La Palma».

Así pues, para la elaboración de este documento ha jugado un papel importante las redes sociales y aplicaciones de mensajería, lo que les ha permitido volver a unirse de manera telemática e, incluso, aumentar considerablemente el número de vecinos que ahora se han integrado en la asociación. De esa manera han podido compartir dudas y consultas que se ven reflejadas en la relación de 39 preguntas entregadas en los registros de entrada de las instituciones implicadas en la gestión de la emergencia. Con ese documento, defiende Rodríguez, quieren dar respuesta a «muchos de los miedos que tenemos referidos a la unidad del barrio, los impuestos, las hipotecas y que será de nuestros hogares».