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Volcán de La Palma | Iniciativas navideñas

Tajuya construye un portal de belén con material del volcán de La Palma

Geógrafos del IGN y parroquianos de la iglesia de Tajuya usan material volcánico para hacer el nacimiento

Un portal de belén volcánico en la iglesia de Tajuya

Un portal de belén volcánico en la iglesia de Tajuya Christian Afonso

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Un portal de belén volcánico en la iglesia de Tajuya Christian Afonso

Tajuya se viste de gala para recibir a la Navidad en un año duro por el volcán, pero del que quieren salir reforzados. De ahí la idea del belén que decora la iglesia, hecho con el material que expulsó.

La resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Un término que se ajusta perfectamente a la situación por la que están atravesando miles de personas por el volcán de Cumbre Vieja. La Palma, afectada otras veces por fenómenos de la naturaleza como este, ha conseguido resurgir de la ceniza y sus gentes la han sacado adelante superando reveses y momentos muy duros para ellas. En medio de la actual catástrofe, las fechas navideñas se aproximan y el párroco de las dos iglesias de El Paso, don Domingo Guerra, ha querido montar un nacimiento muy especial en la parroquia de La Sagrada Familia, en Tajuya, en cuya plaza y mirador se apostan cada día decenas de personas para ver el espectáculo lávico a apenas un par de kilómetros de distancia. Es, precisamente, el belén de la resiliencia, confeccionado con materiales expulsados por el gigante.

Desde el primer día, este singular portal de belén ya ha causado sensación entre la gente curiosa y la propia población del lugar, quien ayudó en su montaje, que comenzó el lunes por la tarde. En el mismo participaron volcanólogos y geógrafos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), liderados por Rubén López, que en los últimos días ha recuperado de las laderas del volcán lavas y bombas volcánicas para utilizar en el nacimiento, y recogido lapilli y ceniza de las inmediaciones de Tajuya para esparcir en el suelo. Todo ello pensado con el mayor detalle y cargado de simbolismo, no solo porque quiere ensalzar que hasta lo que es dañino puede utilizarse para renacer, sino también porque es un símbolo de resistencia y de que los palmeros y las palmeras siguen al pie del cañón pese a todo.

Es precisamente lo que destaca Rubén López: "Es una forma de hablar de resiliencia dentro de una catástrofe: utilizar hasta lo que nos hace daño para hacer un símbolo de resistencia, y de que la población de esta zona sigue aquí, está dando lo mejor de sí, y que nosotros nos estamos dejando la piel para que no ocurra nada malo". Además, tendrá el valor de ser didáctico para las muchas personas que pasan cada día por el mirador de Tajuya, porque les mostrará cada uno de los tipos de materiales que expulsa el volcán, algo de mucho interés sobre todo para los menores.

Más allá del simbolismo con el volcán, como todo portal de belén, este también quiere recordar el nacimiento de Jesús al amparo de la Virgen María y San José, de la mula y del buey, y con las ofrendas de los Reyes Magos de Oriente. En ese sentido, el párroco de El Paso indica que será un motivo más para "expresar que Dios también quiere estar presente en la vida de cada uno, en su realidad, en sus circunstancias", independientemente de que estas sean malas o buenas, ya que Él "no juzga nuestras vidas, sino que nos acompaña en nuestro día a día". Domingo Guerra también hace hincapié en que será "emotivo y novedoso", porque un portal como este, con material volcánico, no es común en otros templos o lugares públicos.

El párroco quiere que el belén «exprese que Dios también está presente en la vida de cada uno»

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La idea de confeccionar este portal con los productos que expulsa Cumbre Vieja surgió de manera espontánea, cuando el sacerdote se acercó al sótano de la parroquia, donde tienen montado sus instalaciones los volcanólogos y vio el pequeño nacimiento que hizo el propio López en la puerta, utilizando el material volcánico y poniendo unos carteles en cada uno de ellos para indicar de cuál se trataba. "Captó la idea, ha estado buscando materiales incluso de las zonas más cercanos a los cráteres", agrega don Domingo. El resultado, que desde ayer ya puede visitarse en el interior de la parroquia, justo bajo el altar mayor, ha sido muy bien recibido entre quienes pasan por la plazita. «Me parece una iniciativa preciosa, utilizar el material del volcán para algo tan bello y típico en estas fechas», comenta una mujer que no para de sacarle fotos con su móvil para pasarlas por sus grupos de WhatsApp. Su compañera de viaje, por su parte, posa muy animada, dedos de la victoria en ristre, al lado del nacimiento con una amplia sonrisa. «No es habitual encontrarte con una bomba volcánica todos los días», bromea.

Otra feligresa habitual de la Sagrada Familia de Tajuya miraba, con ojos emocionados, la obra de los volcanólogos y el párroco, y no podía articular palabra. Don Domingo, por su parte, opina que, en momentos tan duros como los que atraviesa en estos momentos la población del Valle de Aridane, «es necesario saber que Dios está cerca de nosotros». Y este sentimiento es el que tienen presente muchas personas y que en estas fechas aflora todavía más por la proximidad de la Navidad. Además, el párroco invita a celebrarlas «con la mayor normalidad posible» y teniendo presente su verdadero significado

«Es una forma de utilizar hasta lo que nos hace daño para resistir», dice Rubén López, del IGN

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Ese primer nacimiento pequeño en las puertas del salón parroquial donde el IGN tiene su cuartel general para monitorizar el volcán de Cumbre Vieja surgió cuando Rubén López regresó a la isla el pasado 2 de diciembre. «Me gustan los belenes desde pequeño, mi abuela los hacía y me gustaban mucho, y claro, cuando llegué aquí a principios de mes vi que la Navidad se nos venía encima», admite el volcanólogo, quien buscó en aquel momento, y con el nuevo belén en la iglesia, hacer algo especial por estas fechas. En ese sentido, le pareció un «gesto bonito» el poder dar una «nota positiva» al volcán y sacar la sonrisa de quien pase por el mirador de Tajuya, que no ha dejado de ser el punto de encuentro de la mayoría de personas que quieren ver este fenómeno de la naturaleza de cerca.

En cuanto al simbolismo y la forma de hacerlo, López puso alrededor del nacimiento en sí -la imagen de la Virgen María, el niño Jesús, San José, el buey y la mula- el lapilli volcánico que han extraído los volcanólogos en las últimas jornadas de la ladera este del volcán. Este material, conocido en canarias como picón, es más brillante, por lo que es el perfecto acompañante para la zona más noble. Luego, utilizó ceniza recogida en el propio barrio de Tajuya para asentar sobre ella las tres figuras de los Reyes Magos. Toda la escena ha quedado rodeada de las lavas, fragmentos algo mayores de rocas del interior de la tierra. Finalmente, una bomba volcánica decora el belén para poner en conocimiento lo peligrosa que puede llegar a ser.

Brazos abiertos

Este nacimiento se ha confeccionado en una iglesia que se ha convertido en un símbolo de esta erupción volcánica, puesto que ha sido punto de encuentro, de recogida, de rezos y de reflexiones para mucha de la gente que ha pasado en estos casi tres meses por la Isla Bonita. Tal y como resalta su párroco, este templo ha permanecido abierto día y noche durante las 87 jornadas que pasan desde que iniciara la erupción el 19 de septiembre, acogiendo a todas aquellas personas que lo necesitaban, «al igual que hace Dios, que abre sus brazos para que quepamos todos». 

Además, manifiesta que en todo este tiempo, no ha tenido ningún problema por mal comportamiento con quienes acudían a la parroquia. «La iglesia ha sido lugar de acogida para todos los medios de comunicación, para las personas, he tenido gratas reflexiones con gentes que han venido de muchos lugares de la Península, y comparten muchas cosas», agrega el sacerdote. En su interior, se ha compartido bebidas calientes en los días y noches de frío, se han transmitido palabras de consuelo y ánimo, se han guarecido de la lluvia de ceniza o han usado los servicios. Ahora, será también punto de interés por este nuevo nacimiento, que casi sin haber nacido ya ha sido muy mediático, según Guerra, despertando el interés de los medios de comunicación desplazados hasta La Palma.

Por su parte, Rubén López no duda en afirmar que el personal del IGN está muy agradecido con la hospitalidad de Domingo Guerra, que ha dejado las puertas abiertas de su parroquia para que pudieran desempeñar su labor con las mayores garantías posibles. Incluso ha llegado a ponerles electricidad, ya que el espacio en el que se encontraban no la tenía en un primer momento. Por ello, trataron de cumplir con lo que pidió el sacerdote y honrar su hospitalidad desde que empezara a manar magma del interior de la tierra en la zona de Cumbre Vieja. 

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Pesebre volcánico del IGN con la Iglesia Tajuya Andrés Gutiérrez

El meticuloso montaje se demoró durante más de hora y media y quedó casi finiquitado, a falta de conseguir más lavas de las proximidades del volcán para terminar de rodear la escena y cubrir algunos huecos que quedaban en el perímetro. En la confección del portal de belén estuvo siempre muy atento don Domingo, que resolvía las dudas que pudieran surgir y comentaba los detalles que creía tenían que perfeccionarse para que quedara de la mejor manera posible. En ese trabajo también participaron varias feligresas asiduas al templo, a quienes se les invitó a tomar parte y que aceptaron gustosas. Y es que ese es el verdadero mensaje de la Navidad, un tiempo para compartir en familia o rodeado de quienes le aprecian. Un sentimiento de hermandad que es más necesario que nunca para las personas afectadas por la erupción, muchas de las cuales lo han perdido todo, o casi todo. El portal de belén de Tajuya es ya otro símbolo de estos casi tres meses de actividad volcánica, pero esta vez de la resistencia de un pueblo frente a la adversidad, de resiliencia en sentido puro.

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